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Lápida del patio de Santiago con medio relieves del Jorobado de Notre Dame, la Alhambra e inscripción de Calderón de la Barca. ALFREDO AGUILAR

El arte cincelado en mármol

El cementerio de Granada alberga panteones de grandes escultores como Enrico Butti

Jorge Pastor

Granada

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Viernes, 1 de noviembre 2019, 01:41

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Luis González y Torres de Navarra Castro, general de los ejércitos y Marqués de Monteverde, pasó a los anales de la Historia por sus gestas militares en la Guerra de la Independencia contra los franceses. «La fortuna lo halló modesto, la adversidad tranquilo, la patria siempre pronta a sacrificarse por ella». Así reza su enterramiento. El primero fechado en el cementerio de Granada, un 20 de julio de 1832. Casi dos cientos años, ya, en que el camposanto granadino, el segundo más antiguo de España, ha crecido en extensión, hasta los 110.000 metros cuadrados, y también en monumentalidad, con tumbas que son verdaderas obras de arte o que sencillamente derrochan singularidad porque reflejan la personalidad de los difuntos.

Como la de Lolo Jiménez, Lolo 'el Payaso', en el patio de San Gregorio, que recrea la carpa de un circo junto a una pequeño busto del propio Lolo con su particular media sonrisa y su nariz roja de clown. «Nos gustaría jugar contigo a que somos payasos para siempre», dice la lápida, donde Lolo se declara además abstenio de ginebra Gordon's. 'Genio y figura hasta la sepultura' –nunca mejor traído el aforismo–. Nichos con escudos de fútbol del Granada y del Real Madrid, con el Camp Nou y Leo Messi, con escenas de jóvenes en pantalones cortos y chancletas, con fotografías de la playa y de Sierra Nevada, con emotivas cartas de nietos que recuerdan a los abuelitos que lamentablemente se fueron... para siempre.

Pero empecemos por donde hay que empezar. O sea, por el principio. El Patio I, el que hay justo a la entrada, es sencillamente alucinante. En él están los túmulos de muchas familias notables de Granada. Familias con nombres de calles y palacios en toda la provincia. Como la del político, abogado y periodista Melchor Almagro, obra de Agustín Querol Subirats (1893) junto al Cristo Yacente de Nicolás Prado (1949).

'La novia', en el panteón de la familia Mirasol.
'La novia', en el panteón de la familia Mirasol. ALFREDO AGUILAR

Si continuamos por el pasillo central nos topamos con la sencilla sepultura del pintor Manuel Ángeles Ortiz, representante de la Generación del 27 y uno de los insignes miembros de la tertulia el Rinconcillo, donde se relacionó con Ismael González de la Serna, Manuel de Falla, Hermenegildo Lanz, los hermanos García Lorca (Francisco yFederico) y también Melchor Almagro que, casualidades del destino, descansa eternamente a unos pocos metros en el Cementerio de San José. Manuel Ángeles Ortiz dejó dicho que junto a su losa, sin ningún tipo de ornato, hubiera un olivo, el árbol de Jaén. Su Jaén. Aunque él siempre quiso que su cadáver, traído desde Montmartre, el barrio de los pintores de París, lo inhumaran en Granada.

Unos pasos adelante nos topamos con el mausoleo del escritor, pensador y diplomático Ángel Ganivet, donde no falta un ramillete de rosas. Y con el de los Rodríguez Acosta, realizado por el escultor Enrico Butti, a cuyo interior se accede por unas escaleras subterráneas que llevan hasta la zona de vasares, donde van metiendo a los fallecidos. En el Patio I hay otros dos panteones en los que merece mucho la pena detenerse. Uno es el de la Familia Mirasol, donde se encuentra la estatua yacente de la 'novia'. Cuenta la leyenda que murió el día anterior al de su casamiento, y que hubiera despertado en caso de que la besara el príncipe que nunca llegó. A lado de esta 'bella durmiente' de Granada está la sepultura de los Montes Escobar, un conjunto escultórico cargado de realismo y sensibilidad de los Talleres Navas Parejo (1928) con los cuatro hijos, dos niños y dos niñas, depositando flores en la tumba de su padre.

Arriba, tumba del Payaso Lolo. Abajo, nicho con placa alusiva a la condición de madridista del difunto y carta escrita por un nieto a su abuelo fallecido. ALFREDO AGUILAR
Imagen principal - Arriba, tumba del Payaso Lolo. Abajo, nicho con placa alusiva a la condición de madridista del difunto y carta escrita por un nieto a su abuelo fallecido.
Imagen secundaria 1 - Arriba, tumba del Payaso Lolo. Abajo, nicho con placa alusiva a la condición de madridista del difunto y carta escrita por un nieto a su abuelo fallecido.
Imagen secundaria 2 - Arriba, tumba del Payaso Lolo. Abajo, nicho con placa alusiva a la condición de madridista del difunto y carta escrita por un nieto a su abuelo fallecido.

Pasamos al Patio II, donde Emucesa, la empresa que gestiona el Cementerio de San José, ha respetado el aspecto romántico original del siglo XIX. Aquí está el único enterramiento sin finado, el de Constance Mary Lloyd, la esposa de Oscar Wilde. Realmente dentro no hay nadie porque esta tumba forma parte del decorado de la película 'Wilde', grabada en Granada en 1997. El film narraba la vida del literato irlandés Oscar Wilde sin omitir ningún detalle. Incluso sus inclinaciones homosexuales que le valieron algún problema. Muy cerca está el panteón de Enriquito Cachazo, de 1910, donde una madre, probablemente la Virgen María, besa en la frente a un pequeño.

El sonido del agua

El Patio II alberga más tesoros. El columbario, que tiene el aspecto de un cementerio americano, está flanqueado por dos albercas por donde no para de manar el agua. Un lugar donde se respira paz y tranquilidad. Acude la gente a leer. A poca distancia está el Señor del Cementerio (1907), en la tumba del médico Manuel Rodríguez Torres, que atendía gratuitamente a los necesitados.La imagen de ese cristo genera auténtica veneración, hasta el extremo de atribuirle milagros. Había quien peregrinaba de rodillas los viernes desde Granada. También había quien dejaba exvotos. Emucesa tuvo que cubrir la escultura con una caja de metacrilato porque la talla se estaba deteriorando de tanto tocarla. De hecho, llegaron a quebrarse los huesos de una mano. Aún hay fieles que se acercan para rezar y hacer alguna rogativa. En estos días, muchos más. Siempre hay alguien delante con la cabeza reclinada.

Enfrente del Señor del Cementerio está el Jardín de las Cenizas con un pebetero donde se pueden leer estos preciosos versos de Rafael Alberti: «Nos dijeron que no éramos de aquí, que éramos viajeros, gente que pasa, huéspedes de la tierra, camino de las nubes».

En el Patio de la Ermita está el enterramiento de Chicho Ibáñez Serrador. Sobre él, en la rama de un árbol, alguien ha colgado una calabaza. Un homenaje a Chicho, cuyos restos descansan junto a los de su madre, la actriz Pepita Serrador, y a Ruperta, la mascota del celebérrimo programa de televisión 'Un, dos, tres'. En la cuadra opuesta, también en el Patio de la Ermita, está la sepultura de Juan Habichuela, donde hay grabada una elegante foto del tocaor en blanco y negro.

Veneración al Señor del Cementerio. ALFREDO AGUILAR

Del cementerio de las Barreras al de San José

El Cementerio de las Barreras, levantado en 1805 con urgencia junto al palacio de los Alixares por la epidemia de fiebre amarilla que asoló Granada, es el 'precursor' del que hoy es el Cementerio de San José. El camposanto está ubicado en el conjunto monumental y paisajístico de la Alhambra, una localización extramuros siguiendo las directrices del emperador Carlos III. Después de sucesivas ampliaciones, el recinto abarca una superficie de 110.000 metros cuadrados.

Seguimos el recorrido y nos adentramos en los patios con nombres de santos. Hileras y más hileras de nichos. Los motivos más repetidos, la Virgen de las Angustias, Fray Leopoldo y la Alhambra. Hay lápidas realmente singulares. En el de San Miguel, frente a las tradicionales losas de mármol y granito, se están imponiendo otras acabadas con una pátina de porcelana con fotografías de retratos de los difuntos en poses más informales. También con paisajes marinos o montañosos. Sierra Nevada y sus blancas cumbres aparecen con frecuencia en esta suerte de iconografía en tono menos fúnebre.

En el Patio de Santiago hay uno de los nichos más peculiares del Cementerio de Granada. En una especie de piedra arenisca, hay cincelados unos medio relieves eclécticos del Jorobado de Notre Dame en la Alhambra bajo un pórtico en cuyo frontis se puede leer 'la vida es sueño', en referencia a la conocida obra de Calderón de la Barca.

Tumbas singulares de un cementerio singular.

Operativo especial para agilizar el acceso al cementerio

El Ayuntamiento de Granada ha puesto en marcha un operativo especial para agilizar el acceso al cementerio. Según el concejal de Seguridad y Movilidad, César Díaz, se ha previsto reforzar la vigilancia en el entorno del camposanto para evitar estacionamientos indebidos. También se incidirá en el transporte público. Se pondrán más autobuses en circulación en las líneas 13 y C35. Hasta el domingo, la línea 13, que habitualmente tiene una frecuencia de entre 20 y 40 minutos, pasará cada 8-15 minutos. La C35 lo hará cada 15 minutos.

Las personas con movilidad reducida podrán acceder al recinto de 9 a 11 de la mañana y de 14 a 16 horas. El servicio de jardines y el de escaleristas también será mayor debido al incremento de la demanda de este tipo de prestaciones. Además, una ambulancia de la Cruz Roja hará guardia en el cementerio. Serán 25 los trabajadores que se encarguen de este servicio extraordinario.

Entre las actividades programadas para el día de Todos los Santos destaca el concierto 'Música para el Recuerdo', que se celebrará en el Patio de San Julio hoy viernes a las 12 del mediodía. El año pasado reunió a medio millar de personas, llegadas incluso desde fuera de la provincia. La actuación combinará música y poesía. Se interpretarán piezas de Grieg, Sanit-Saëns y Berlioz, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Granada bajo la batuta de Edmon Levon. El recital de poesía correrá a cargo del actor José Antonio Meca, que recitará versos de César Vallejo, Arthur Rimbaud, Paul Celan y Wislawa Szymbors. La misa de difuntos será a las 19 horas en el Jardín de las Cenizas.

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