El diestro David Galván, junto a los integrantes del club y el moderador. Juan Manuel Fernandez
Toros en Granada

Arranca con fuerza el Club Taurino Universitario

El diestro gaditano David Galván fue el protagonista de la tertulia taurina con la que debutaba este entusiasta grupo en el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago

María Dolores Martínez

Viernes, 31 de enero 2025, 08:51

El primer acto organizado por el Club Taurino Universitario desde su presentación en la Monumental de Frascuelo, fue todo un acierto. Como ya ocurriera en ... su debut del pasado mes de noviembre, este grupo de jóvenes entusiastas derrochó ilusión en la organización de su primera tertulia taurina en el Real Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago con el diestro David Galván como protagonista. Un escenario con mucha historia y un gran matador que sustancia el 'clasicismo contemporáneo', dentro y fuera de los ruedos. Deleitó por su cercanía y ese reposo y profundidad que demuestra también frente al micrófono para expresar lo que lleva dentro. Y tan a gusto se sintieron los presentes con él, que al término del acto acabaron metidos en faena mientras el matador de San Fernando dibujaba lances y muletazos al aire en los pasillos del emblemático edificio y les explicaba ese toreo «que se siente en la yema de los dedos» .

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Tras las palabras de bienvenida y agradecimiento por parte de Emilio Viciana, presidente del Club Taurino Universitario, arrancó un coloquio muy ameno conducido por Mario Luis Girón. En él David Galván explicó toda su trayectoria desde que a los 14 años el toreo irrumpió con fuerza en su vida y le obligó a «evolucionar muy rápido» y tener tener una actitud que ha marcado el sentido de su vocación. La dureza de los primeros años tras la alternativa y las catorce cornadas que sufrió en este tiempo le hicieron «madurar mucho» y entender el valor de ser fiel a sí mismo. «Soñaba con ser un torero clásico pero aportando algo diferente», recordó. El 22 de mayo del pasado año, durante la Feria de San Isidro, le llegó la faena «más especial de mi vida, a la que le debo todo». Su segundo toro, de nombre 'Embeodado', «me puso en evidencia que el toreo es un ejercicio de fe inquebrantable, esa fe fraguada en los sueños». Había pasado por una etapa de ostracismo y de corridas duras tras el covid y era consciente de que aquella tarde podía ser «la última de mi vida», pero «surgió la magia del toreo» y con ella un punto de inflexión en su vida personal y profesional.

A la temporada de 2025 el de San Fernando le pide «ser lo mejor posible todos los días y dejarme sorprender». Por eso le llena de ilusión «lo que está por venir y ver que la gente está esperando el toreo de Galván».

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