Edición

Borrar
Javier Rivas, responsable del Centro de Historia Familiar de Granada, consulta un viejo documento digitalizado. ALFREDO AGUILAR

El árbol genealógico de Granada: el milagro de encontrar tu apellido

Un grupo de investigadores ayuda a miles de familias a encontrar a sus antepasados, tarea en la que juega un papel vital la iglesia de los mormones

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 14 de marzo 2021, 18:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La primera norma de la genealogía es habla con tus mayores antes de que se conviertan en un nombre impreso en papel. Corre. Deja esto para luego, ya lo leerás. Ve con padres y abuelos y pregunta por la vida. Toma nota en una libreta y atesora sus páginas como una herencia millonaria. Luego, cuando llegue la hora que siempre llega, no podrás preguntar nada más y las líneas que os unen serán un enigma. «Los papeles no pueden hablar tanto como ellos... pero cuentan más de lo que pensamos». Rafael Ibáñez (Barcelona, 1956) se enamoró de la genealogía hace diez años, «demasiado tarde para hablar con nadie». Ahora, ningún apellido le es ajeno, todos forman parte de un descomunal árbol de cajas donde cada línea certifica el milagro: tú y yo. «La genealogía no es una relación de nombres uno detrás de otro, sino las historias de esas personas. Y gracias a ellas nosotros vivimos».

Rafael Ibáñez aparece encajado en la pantalla compartiendo una videollamada con Lucía Ortíz (Almería, 1968) e Isabel Fernández (Granada, 1963). Los tres forman parte de 'Genealogía Granada', un grupo de Facebook que ayuda a todo el que lo desee a encontrar a sus antepasados. Una labor altruista realizada con absoluta devoción que ha conseguido 'plantar' miles de árboles genealógicos con semillas granadinas. «Mis padres eran emigrantes que venían de Almería –explica Ibáñez–. Cuando me jubilé, un amigo vino a casa con un árbol genealógico impreso, una cosa muy sencilla, y mi mujer dijo que quería uno. Así empecé, de rebote». Una década después, Rafael es uno de los genealogistas más queridos y respetados del mundillo. En su afán por ayudar a los demás, buscó alguna provincia donde todavía no existiera un grupo de trabajo en redes sociales. «Y encontré Granada. No hay más razón. No tengo familiares ni lazos aquí, sólo quería ayudar».

Lucía Ortíz (izquierda), Rafael Ibáñez (centro) e Isabel Fernández (derecha), miembros del grupo 'Genealogía Granada' de Facebook.
Lucía Ortíz (izquierda), Rafael Ibáñez (centro) e Isabel Fernández (derecha), miembros del grupo 'Genealogía Granada' de Facebook.

Lucía Ortiz, directora de compras de una agencia de publicidad de Almería, sintió una «necesidad imperiosa» de saber cosas de sus abuelos. «Encontré la partida de bautismo de mi madre y vi que su abuela se llamaba como yo y que era de Granada. Quería saber más de esa mujer y me llevó a contactar con Rafa. A partir de ahí me ha cambiado la vida». Isabel Fernández, funcionaria y concejal de Patrimonio en el Ayuntamiento de Granada en 2010, recuerda perfectamente la tarde que encontró, rebuscando en casa de sus tías, los diarios que escribió su bisabuelo. «Había fechas importantes de toda la familia. Empecé a rascar, llegué al grupo de Granada y ahora soy una apasionada de la genealogía».

El funcionamiento es muy sencillo. Una vez que solicitas entrar en el grupo de Facebook, escribes tu petición en el foro y empieza la magia: ¿Cómo puedo crear mi árbol? ¿Dónde consulto los datos? ¿Alguien me podría ayudar a leer este pergamino? ¿Qué tipos de documentos existen...? Hace poco, ayudaron a una chica argentina que quería localizar viejos documentos de su madre, granadina, para conseguir la nacionalidad española. «Siempre es buena idea empezar por pedir partidas de nacimiento al registro civil, que en España es gratis», apunta Rafa. «Luego, cada historia crece de manera muy particular y hay que dedicarle tiempo. Aquí hay otra regla básica: nunca des nada por sentado. Lo mismo te llevas una sorpresa».

«Cuando llegas a la generación once descubres que se han necesitado dos mil personas para que tú existas»

Los tres apasionados por la genealogía coinciden en que, una vez que te pica la curiosidad, es imposible dejarlo. Rafael, que hace las veces de «abuelo de todos», lo explica así: «Tenemos dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos... Cuando llegas a la generación once descubres que se han necesitado dos mil personas para que tú existas. Esa es nuestra familia. Y si no hubiera sucedido así, tal y como pasó, nosotros no existiríamos. ¿Que no te ha tocado nunca la lotería? Ya lo creo que sí. Somos un verdadero milagro. Y hablando de milagros –termina Rafael–, todo esto sería imposible en el mundo sin la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días».

El vínculo

En 1830, el estadounidense Joseph Smith fundó La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, rama cristiana popularmente conocida como la iglesia mormona, aunque sea un término en completo desuso. Para los miembros de esta iglesia la familia es lo más importante. Y creen que, al localizar el nombre de un familiar fallecido, es decir, al construir un árbol genealógico, las familias se unen en una vida eterna y, de alguna manera, salvan su alma. Por eso construyeron en Utah el mayor 'almacén' de nombres y apellidos del mundo, desde donde iniciaron una labor descomunal: digitalizar todos los libros y documentos biográficos de la historia de la humanidad.

Nicolás García, obispo en Granada de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Nicolás García, obispo en Granada de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. A. AGUILAR

Nicolás García Iglesias (Madrid, 1964) es el obispo de la Iglesia de los Últimos Días en Granada. Profesor y director del IES Ángel Ganivet, García abre las puertas del enorme centro, ubicado en el Barrio de los Periodistas. «En Granada seremos unos 800 miembros», indica. En una de las salas interiores se encuentra el 'Centro de Historia Familiar', un espacio abierto a todo el mundo desde el que se pueden consultar las bases de datos ya digitalizadas o microfilmadas. «Aquí puedes buscar a tus antepasados, conocer a tu familia. Eso es algo que puedes hacer desde casa también, pero si necesitas la tecnología o el asesoramiento, aquí te echamos una mano. Tenemos consultores de historia familiar, que son miembros de la iglesia que saben mucho del tema y están encantados de ayudar».

García, casado, con cuatro hijos y siete nietos, cree que al localizar a tus antepasados y compartirlo con tu familia viva, creas un lazo de unión. «Es una forma de estar unidos para siempre. De alguna manera, no puedo salvarme si no sé quiénes son mis antepasados». Desde su nacimiento, la Iglesia no ha parado de realizar acuerdos con instituciones religiosas y laicas para microfilmar documentos. Todos los documentos que puedan. «Siempre que se digitaliza algo, luego se entrega una copia a esa entidad. Es una manera de conservar el patrimonio».

Hay más de dos millones de voluntarios en todo el mundo indexando documentos. Se pueden consultar en Familysearch.org

Para indexar esa cantidad ingente de información que crece exponencialmente cada día, hay más de dos millones de voluntarios –miembros o no de la iglesia– en todo el mundo para extraer los datos. «Aquí indexamos todos –ríe García–. Te dan pequeños lotes y se sigue un proceso muy controlado. Tú indexas. Luego otro repite el proceso sin saber lo que tú has hecho. Y un tercero se encarga de cotejar las versiones y decidir qué es lo correcto». ¿Dónde se pueden consultar estos datos? Tiene su propia web totalmente gratuita: 'Family Search'. «Pero de eso te habla Javier».

Javier Rivas busca en viejos achivos. A. A.
Imagen principal - Javier Rivas busca en viejos achivos.
Imagen secundaria 1 - Javier Rivas busca en viejos achivos.
Imagen secundaria 2 - Javier Rivas busca en viejos achivos.

Javier Rivas (Venezuela, 1994), llegó a España hace cuatro años. «Por la situación de mi país muchos decidimos salir. Conocía la iglesia en Venezuela, así que lo primero que hice fue venir aquí. Ahora soy el encargado del Centro de Historia Familiar». Rivas terminó el año pasado el grado superior de Marketing y Publicidad y trabaja como repartidor mientras busca «nuevas oportunidades». Antes de la pandemia, abría el centro varios días en semana para que los granadinos pudieran buscar información. Javier calcula que al año pasan por allí un centenar de personas de toda índole. «Trabajar tu historia familiar requiere tiempo. Aquí hay gente que ha conseguido llegar hasta cuarenta generaciones atrás, hasta el año 1400». Una vez que introduces tus datos en la web Familysearch.org, además de crear tu propio árbol, el sistema te envía alertas cada vez que surja alguna coincidencia. «Es genial cuando encuentras a un familiar lejano que te pega una nueva línea a tu árbol. ¡Y puedes chatear con ellos!», dice Rivas.

«Aquí hay gente que ha conseguido llegar hasta cuarenta generaciones atrás, hasta el año 1400»

El árbol genealógico de Nicolás es impresionante. «Voy por 1500», indica orgulloso. Y sigue: «Si echas para arriba tus generaciones llega un momento en el que tienes más gente atrás de la que vive ahora en el mundo. Parece que no tiene sentido, pero eso demuestra que todos estamos conectados, que todos somos los mismo. Que somos todos familia».

Venga, corre. Busca a tus mayores. Y hablad.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios