«La anorexia es una llamada de auxilio»
Luis Beato Jefe de Psiquiatría del Hospital de Ciudad Real, especialista en Trastornos Alimentarios | El médico cordobés es uno de los participantes en el Foro de Salud que organiza IDEAL mañana jueves a las 20,30 en el Teatro CajaGranada
JOSÉ ANTONIO MUÑOZ
GRANADA
Miércoles, 27 de septiembre 2017, 11:24
Nacido en Lucena (Córdoba), el doctor Luis Beato se licenció en Sevilla y se formó en trastornos alimentarios en el Maudsley & Bethelem Hospital de Londres. ... Se doctoró en Córdoba en 1999, y es además terapeuta familiar y Master en Dirección Médica y Gestión Clínica. Este especialista volcará su experiencia en el Foro de Salud titulado 'Trastornos alimentarios: la talla o la vida', que tendrá lugar mañana a las 20,30 horas en el Teatro de CajaGranada, organizado por IDEAL y patrocinado por Bida Farma.
-Los trastornos alimentarios son un tema reciente dentro de la literatura médica, ¿no es así?
-Efectivamente,no era un tema especialmente frecuente, aunque hay descripciones clásicas en la literatura. Se habla de Sissí Emperatriz, que lo tenía, y antes, de la Santa Anorexia, las personas que hacían dieta por un motivo místico. También de las bacanales romanas, cuando se comía y se provocaba el vómito para seguir comiendo. Pero hasta que no se desarrolla el modelo estético corporal de la delgadez como clave del éxito y de la aceptación, no aparece el trastorno alimentario tal como lo conocemos, como esa necesidad de controlar la ingesta para perder peso, o las conductas purgativas. Coincide con la irrupción de modelos como Kate Moss. A partir de este momento, el trastorno alimentario aparece con la importancia epidemiológica que tiene en nuestros días.
«A veces, te preguntas si los pacientes con anorexia disfrutaron alguna vez del placer de la buena comida»
-¿Existe una sola causa de este trastorno, o pueden ser varias?
-Normalmente, son varias. Puede haber una obsesión con la dieta, con el peso, y puede haber conductas de dieta o de purgaciones. Sabemos que para que se desarrolle este trastorno alimentario hacen falta unos factores biológicos, pero siempre deben concurrir con una dieta, ocurre igual que con el alzhéimer. Es decir, puede haber predisposición a sufrir un trastorno, pero si no hay conducta, o si no se llega a la edad donde la enfermedad se manifiesta, no se produce este.
-¿A qué se debe el incremento del número de casos de trastorno alimentario en los últimos años?
-La causa principal es que hay muchísimas personas haciendo dieta. El ambiente, la cultura, la biología, cargan el arma, y la dieta aprieta el gatillo.
-¿Cómo ha evolucionado este mal entre sus pacientes?
-En el último año de mi especialidad, 1994, trabajé en el Reino Unido. Al año siguiente, entré en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital de Ciudad Real, donde continúo aún hoy. Entonces, ya había casos, pero muchos menos que hoy. También había casos de pacientes que se veían muy delgados, y no les gustaba estarlo. Es el concepto de delgadez el que ha cambiado. Primero, era símbolo de falta de salud, de penuria casi; ahora, es algo que muchas personas consideran irrenunciable. Paralelamente a esta consideración social de la delgadez, han evolucionado estas patologías.
Entorno
-¿Qué ocurre en nuestro entorno?
-Depende. En el mundo occidental, el avance ha ido en paralelo, prácticamente. Sin embargo, en países musulmanes no es así, no existen estos problemas. En países como Irán, las mujeres se operan la nariz, que es la parte que está expuesta.
«Esos banquetes sin fin en bodas o celebraciones se han convertido en un signo de estatus social»
-¿Es cierto que esta patología comienza cada vez en edades más tempranas?
-Es completamente cierto. Ahora estamos hablando de que la edad crítica en anorexia está entre los 14 y los 16 años y en bulimia entre los 16 y los 18. Pero sí hay un número importante de personas que inician un trastorno alimentario en edades más tempranas. Depende también del interior de la persona, del desarrollo de la propia imagen. Se me ha dado el caso de una niña que jugaba alas muñecas y las dividía en dos, las anoréxicas, y las bulímicas. Las anoréxicas eran las preferidas, y a las bulímicas las ponía a comer y luego las ponía a vomitar. Esto es real.
Cuando aparece la anorexia en edades tan tempranas, sin embargo, lo normal es que esta tenga que ver con la persona que se ocupa de la alimentación del menor, que sea un signo de rebeldía.
-¿Hemos perdido el placer de comer?
-A veces te preguntas si los pacientes con anorexia lo han tenido alguna vez, o cuándo lo perdieron. En ocasiones, la comida tiene una función de recompensa, porque estimulamos el sistema parasimpático, y nos aliviamos comiendo. Cuántas veces no se compra una bolsa de gusanitos a un niño para que se calle. Por eso, la educación en la buena alimentación debe comenzar pronto. Hemos pasado a considerar la ingesta como un acto social, incluso, como una demostración de estatus. Por ejemplo, en esas comidas interminables con cinco platos donde el atracón es la consecuencia segura...
«Hay que preguntarse por qué personas brillantes y bien relacionadas sufren de trastorno alimentario»
-¿A quién beneficia esta dinámica?
-Sin duda, a cierta industria alimentaria escasa en escrúpulos. En cualquier caso, tengo que destacar que las mismas estrategias que sirven para prevenir la obesidad, sirven también para prevenir la anorexia, u otras enfermedades metabólicas, como la diabetes, o los problemas de colesterol. Hoy se presiona para consumir unos alimentos que no aportan nada o poco desde el punto de vista nutricional. Cuando no existe una necesidad, se crea.
-¿Se juega mucho con el sentimiento de la culpabilidad?
-A veces. Quienes padecen trastornos alimentarios se dicen a sí mismos que no merecen disfrutar de la comida. Ese sentimiento existe.
-¿Qué mensaje están intentando transmitir quienes padecen este trastorno?
-Normalmente, quienes padecen trastornos alimentarios tienen dificultades de comunicación con su entorno. Muchas veces, este trastorno, tan llamativo en lo físico, como es la anorexia, es una llamada de auxilio.
-¿Cuáles van a ser las líneas básicas de su intervención en el Foro?
-Trataré de desentrañar por qué personas brillantes, muchas veces de buena familia, sin conflictos, se ven afectadas por un trastorno alimentario, y pueden poner en peligro sus relaciones profesionales y personales por este trastorno. Hablaremos sobre cómo tratarlo, y cómo revertir estas dinámicas negativas.
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