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Amigos de la Alcazaba y Cineclub abogan por «poner en la agenda el patrimonio»

«Es necesario defenderlo y difundirlo para poder disfrutarlo y poner en la agenda de las administraciones», reivindica la presidenta del colectivo

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ALMERÍA

Miércoles, 12 de diciembre 2018

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La sección 'Acercamientos' del Cineclub Almería es un espacio de reflexión que va ganando poso en la sociedad cultural almeriense, tal y como se reflejó la noche del martes con la mesa redonda coordinada por Amigos de la Alcazaba en la que se profundizó sobre distintos aspectos relacionados con el patrimonio. Desde el sentimiento de pertenencia que transmite a un colectivo, pasando por su valor cultural, económico, en su vertiente turística, además de ser algo en constante evolución, que cambia su percepción con el paso de las generaciones; todo ello, con el denominador común en las opiniones de que «es necesario defenderlo y difundirlo para poder disfrutarlo y ponerlo en la agenda de las Administraciones», aseguró María Teresa Pérez, presidenta del colectivo.

«El patrimonio es lo diferente y lo propio que tiene cada territorio, lo que hace que a la gente le guste viajar. Y también un motivo de orgullo. El almeriense habla con orgullo de su Alcazaba, el Cabo de Gata, pero también las tapas, que en cierta forma es patrimonio cultural de la provincia», reivindicó María Teresa Pérez, al tiempo que remarcaba que «el concepto de patrimonio se ha ido ampliando, pasando de lo artístico a lo histórico, lo cultural y ya en su vertiente inmaterial». «Son actividades y sentimientos que estarán vivos mientras haya una colectividad que las defienda y esa es una de las labores que viene desarrollando Amigos de la Alcazaba desde hace ya quince años. En este sentido priorizamos por lo físico por es el que urge salvar de su destrucción ante la falta de sensibilidad de algunos», concluyó.

Juan Miguel Galdeano, de Unidos Turaniana, consideró que «el patrimonio es mucho más allá de lo que es la fortaleza y la catedral, el castillo y la iglesia. Es también la casa de un abuelo, el espacio al aire libre donde has jugado de niño, tiene un carácter más subjetivo de modo que cuantas más subjetividades coincidan más fácil es crear y construir ciudad en torno a ese sentimiento de pertenencia». De igual forma, consideró que «las nuevas generaciones perciben el patrimonio de otra manera, lo que no significa que haya un mayor desapego, realmente la juventud es la extrapolación, con menos edad, de lo que ocurre con toda la sociedad». También reclamó espacios «para que la cultura urbana forme parte del patrimonio y que de esa manera también se implique a toda la sociedad».

Javier Irigaray, de Argaria, ofreció por su parte una visión crítica del periodismo en lo que tiene que ver con el patrimonio, al considerar necesario «que cuente qué ocurre y cómo, siendo garantía de que la sociedad esté informada de algunas actuaciones que tienen que ver con su preservación, crear relatos que lleven a su defensa». También señaló que «el patrimonio es un instinto básico de conservación de la especie humana, el más fuerte que tiene cualquier ser vivo. Lo que el hombre ha ido haciendo y construyendo a lo largo de la Humanidad es el ADN, la secuencia que nos ha hecho evolucionar a lo que somos hoy».

Tras la mesa redonda, se proyectó la película 'El tren', de John Frankheimer, que hace referencia al hecho real de que hubiera convoyes llenos de obras de arte para evitar su destrucción durante el conflicto de la Segunda Guerra Mundial. Un incentivo para desarrollar toda una serie de cuestiones en torno a la conservación del patrimonio.

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