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El artista Antonio López, dialogando con el presidente de Diputación Javier Aureliano García. DIPUTACIÓN
Cuatro torsos desnudos, las primeras obras del futuro Museo del Realismo

Cuatro torsos desnudos, las primeras obras del futuro Museo del Realismo

Las esculturas han sido donadas por los artistas Antonio López y Andrés García Ibáñez, dentro del medio centenar de lienzos que albergará el Hospital Provincial

MARÍA PAREDES MOYA

Almería

Lunes, 27 de mayo 2019, 02:40

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El futuro Museo del Realismo Español que albergará el Hospital Provincial ya cuenta con las primeras cuatro esculturas que formarán parte de su colección. Se trata de cuatro torsos del conjunto 'Juventud' que los artistas Antonio López y Andrés García Ibáñez han donado a la institución provincial para que formen parte de la primera gran colección de este espacio museístico que se ubicará en el casco histórico de la ciudad.

El reconocido artista Antonio López destacó en el acto de cesión que la historia de las esculturas es expresar con el mayor realismo posible el retrato de los dioses y las personas. «Ya en Egipto, las esculturas estaban policromadas, la dama de Elche estaba policromada y lo que tratan es de expresar cercanía. Estas obras son la continuidad del lenguaje de las esculturas en las que la policromía tiene un papel muy importante».

En 2016, los artistas Antonio López García (Tomelloso, Ciudad Real, 1936), Julio López Hernández (Madrid, 1930-2018) y Andrés García Ibáñez (Olula del Río, Almería, 1971) recibieron un encargo de la Ciudad Autónoma de Melilla para la realización de una escultura monumental en bronce; una figura de colosales dimensiones que una vez finalizada habría de ubicarse mirando al mar Mediterráneo.

El fallecimiento de López Hernández en mayo de 2018 dejaba el trabajo en manos de López y García Ibáñez que, continuando la idea original convenida por los tres maestros realistas, decidían modelar cuatro figuras distintas para ofrecer a las autoridades de Melilla diversas alternativas: dos torsos femeninos -para los que posarían María, una modelo cordobesa, y Ana, bailarina y cantante murciana- y otros dos masculinos, en los que quedarían retratados Javier y Miguel -dos jóvenes pintores de Murcia y Logroño, respectivamente, vinculados a los cursos de realismo que ambos artistas, a los que les une una sincera amistad y varios proyectos profesionales en común, imparten anualmente en Olula del Río-.

Así las cosas, y con independencia del encargo melillense, los autores decidieron continuar indagando en las posibilidades expresivas de los modelos elegidos con dos nuevas propuestas artísticas cuya autonomía les ha llevado a trabajar en ellos como si de proyectos autónomos se tratase.

Primero decidieron labrar los cuatro torsos en mármol Thassos griego con el objeto de constituir un grupo escultórico en el que las figuras se potenciasen entre si y ofreciesen al espectador una imagen de gran belleza plástica, donde la juventud se manifiesta en toda su plenitud y esplendor, corporal o físico y mental.

Antigüedad clásica

El conjunto, expuesto bajo el título de 'Juventud', recuperaba la tradición escultórica de la Antigüedad Clásica, tan definitoria e influyente en la trayectoria de Antonio López y del grupo de los Realistas de Madrid, y se incorporaba con naturalidad al discurso de la figuración contemporánea por mostrar tipologías humanas de nuestra época.

Tras la pureza clásica del mármol, ambos artistas decidirían dar el siguiente paso inspirándose en nuestra tradición barroca/naturalista y la importancia que para el arte español ha tenido, desde el siglo XVII hasta nuestros días, tanto la preocupación de los creadores por la naturaleza y su representación fidedigna como el deseo enfatizado de realidad del espíritu estético español, como contraposición a la idealización de las artes.

Así llegarían a la definición de las obras que ahora se presentan a la sociedad almeriense, aprovechando la estancia de Antonio López en tierras almerienses por la celebración del VIII Curso de Realismo que se imparte en el Museo Ibáñez de Olula del Río: cuatro torsos -María, Miguel, Ana y Javier- sobre los que los artistas han llevado a cabo su particular ensayo de policromía en un intento -logrado- por recuperar la tradición de imaginería barroca -tan consustancial al Arte español- incorporándola al discurso del realismo contemporáneo.

Así se aprecia tanto desde el punto de vista del tratamiento del sujeto retratado -cuatro jóvenes de nuestra época, presentados por parejas ante el espectador en actitudes hieráticas y naturales, rebosantes de vida-, como en el soporte escultórico y la técnica de policromía utilizada: unos torsos realizados en resinas sintéticas sobre los que los artistas han aplicado el óleo directamente en varias capas, con matices y sombreados análogos a la pintura de caballete. Todo ello, con el fin de obtener un resultado lo más fidedigno posible a los modelos originales aunque, fieles al hacer característico de ambos pintores, sin caer en la tentación hiperrealista.

El presidente de la Diputación, Javier Aureliano García, agradeció durante el acto de entrega a los artistas su implicación con el proyecto y con la proyección cultural de la provincia. «Hoy damos un paso más con la donación de manera generosa de estos cuatro torsos. Esperemos que la colección siga creciendo hasta la apertura del museo y posteriormente y que la vinculación de la Diputación con estos dos artistas siga creciendo», valoró.

García puso, asimismo, de manifiesto el gran valor añadido que tiene el Museo del Realismo antes de abrir sus puertas. «El Hospital Provincial es el proyecto cultural más ambicioso de la historia reciente de nuestra provincia. Estaremos eternamente agradecidos por todo lo que hacéis por Almería y por todo lo que aportáis. La Diputación siempre estará al lado de cualquier iniciativa que suponga enriquecer y beneficiar a la provincia», dijo.

El presidente de la Fundación Ibáñez-Cosentino, Andrés García Ibáñez, explicó por su parte que los cuatro torsos que han estado expuestos durante dos días en el patio de luces del Palacio Provincial «forman parte de la colección permanente que tendrá este museo y cuyos fondos serán aportados por la fundación desde el momento en el que empiece a musealizarse. No obstante, queríamos que estas obras formaran ya parte de este gran proyecto cultural y de la Diputación Provincial».

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