«La cárcel es el mayor de los fracasos del sistema»
El cineasta asistirá hoy a las 20 horas al Teatro Cervantes para la proyección y coloquio de su último filme, Modelo 77
David Roth
Almería
Martes, 18 de abril 2023
Cuando uno escucha el nombre de Alberto Rodríguez, resuenan películas como 7 vírgenes, Grupo 7, La isla mínima, El hombre de las mil caras o ... series como La Peste. Son todas obras dirigidas y coescritas por este reconocido director sevillano. Su último trabajo se estrenó en 2022, Modelo 77. Un filme basado en las protestas acontecidas durante los últimos días del franquismo en la Cárcel Modelo de Barcelona, y que se alzó en los Premios Carmen celebrados hace un par de meses en Almería como la mejor película del cine andaluz de 2022 con 13 premios; y, a su vez, con cinco Goyas. Hoy a las 20 horas, esta se proyectará en el Teatro Cervantes dentro del ciclo 'Encuentros con directores de cine' de la Fundación Unicaja, al que asistirá el director sevillano y que será de entrada libre hasta completar aforo.
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–Tras su reciente visita a la ciudad en los Premios Carmen tiene que tener buen recuerdo de Almería.
–La verdad que fue una noche maravillosa. Sobre todo tengo un gran recuerdo de lo bien que lo pasamos el día de la gala y el día previo. Nos juntamos buena parte de los directores y directoras, entre otros compañeros que estábamos nominados esa noche y lo pasamos en grande. Hay una amistad muy bonita entre todos los que estábamos implicados en los Premios. Recuerdo cenar con Fernando Franco, Santi Amodeo, Rafael Cobos y Daniel de Zayas y lo pasamos muy bien.
–Esa amistad la comparte profesionalmente en su equipo, repitiéndose habitualmente caras y nombres ¿Es eso clave en la realización de sus obras?
–Cada uno lo hace como puede o cómo aprende. En mi caso tengo la suerte de haber trabajado desde hace un montón de años con un equipo que, francamente, me parece de los mejores del país, cada uno en su departamento. La prueba es que, cuando terminan una película, suelen irse con Fernando León de Aranoa o Alejandro Amenábar y cuando vuelven son todavía mejores. Tengo la suerte de trabajar con ellos y que sigan confiando tanto como yo en ellos. Esto es fundamentalmente comunicación, así que, cuanto más fácil sea, mejor.
–¿Cómo de importante era la creación de los Premios Carmen y la Academia del Cine de Andalucía?
–Es una forma de darnos a conocer como profesionales, pero, fundamentalmente, es abrir puertas a otra gente futura, buscar un interlocutor correcto con el sector público y privado; y reconocer una cosa que empieza a ser evidente:que hay una serie de profesionales andaluces con una calidad y capacidad brutal, y está bien que, de una manera u otra, la academia haga difusión de ellos y de las películas que realizan. La prueba es que este año no sé si era uno de cada cuatro nominados a Los Goya de profesionales andaluces en todos los ámbitos. El nivel es muy alto y está bien que se colegie y el público lo conozca.
–Almería es tierra de cine, un enorme plató al aire libre desde siempre. Pero, ¿ve una evolución también detrás de las cámaras en tierras almerienses?
–Creo que se mueven bastante las cosas, no solo por estos encuentros, por el festival y también con grandes generadores como Manolo Martín Cuenca, que es paisano vuestro y muy buen amigo mío. Creo que es extensivo a lo que te decía de la comunidad. Están las bases para que empiece a brotar y a generarse cosas importantes. Pero es una planta que acaba de germinar, nos toca crecer y también a las instituciones y al sector privado para estar a la altura de lo que viene, que espero que sea mejor
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–Hábleme de ese encuentro al que va a asistir.
–Es de las cosas que más me gusta, cuando tienes la oportunidad de proyectar la película y luego encontrarte con el público, así, a tumba abierta, que puedan decir lo que quieran y lo que opinen. Muchas veces encuentran cosas en las películas que ni yo mismo recordaba que estaban allí, o ideas que estaban en procesos iniciales y que se fueron perdiendo. Suele ser muy interesante y enriquecedor y te das cuenta dónde te has equivocado.
–¿Cómo documentó la historia de la película estando esta basada en hechos reales?
–Hablamos con un diputado muy relacionado con el suceso; con muchos presos, evidentemente; portavoces de la Coppel que estaban en la cárcel en ese momento; abogados y jueces; el director general de Instituciones penitenciarias; y funcionarios de la cárcel, por supuesto… Fue muy extensa, amplia y a lo largo de muchos años.
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–¿Muchos problemas también?
–Sobre todo económicamente. La película, cuando fuimos a prepararla en 2006, no había decorado donde hacerlo más allá de la propia prisión. Pero resultó que, al cerrar la Modelo de Valencia, nuestra primera opción, la única que quedaba era la de Barcelona, que seguía en activo. Hubo que esperar hasta 2017 y allí ya empezamos el proyecto. Pero nunca se nos ha ido del radar, siempre ha sido un objetivo que tenía muchas ganas de hacer.
–La modelo tuvo que ser un escenario para grabar con un aura especial.
–Fue un privilegio. Ya estuvimos en 2006, pero estaba completamente llena de presos. La sensación con la cárcel vacía era distinta. Es cierto que hay algo especial dentro de esta. Hay que tener en cuenta que estuvo abierta desde 1904 hasta 2017 y muchos de los acontecimientos que ocurrieron en este país, y en Barcelona en concreto, terminaron pasando por allí de una manera u otra. Desde el presidente hasta Ocaña y Nazario, por poner un ejemplo.
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–Ese periodo del final del franquismo con tantos encierros injustos por leyes injustas creadas por la dictadura. ¿Buscaba contar eso también?
–Claro. Es un momento histórico en el que se salen de 40 años de dictadura. Buena parte de las leyes que había provenían de esta, por poner un ejemplo muy gráfico, dentro de la Modelo había una galería o módulo dedicado a homosexuales, y dentro de ellos estaban los congénitos y los adquiridos. Con eso te haces una idea de la gente que estaba allí que no debía estar dentro.
–Se centró en la organización de los presos a través de Coppel. ¿Qué quería resaltar?
–Lo interesante es que, aunque pudiera entenderse su fin o su meta como utópicos, genera un debate muy interesante:si realmente todos los presos tenían derecho a una amnistía igual que toda la sociedad tuvo derecho a empezar de cero. Es lo que creo que fundamentalmente se pregunta la película: si todos empiezan de cero, porque los que están en la cárcel no, más aún con condenas por leyes que provenían del franquismo. Siempre van a surgir pros y contras, es el debate que te genera.
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–¿Cómo ve las cárceles en 2023?
–Voy todos los años a una ONG y a una cárcel de Sevilla en la que mantengo una charla con los presos y que suele ser muy interesante. Me parece un sitio terrible. Una de las peores cosas que le puede pasar a un ser humano es que lo priven de su libertad, no hay ninguna duda. La cárcel es, como dicen los juristas, el mayor de los fracasos del sistema y todavía no hemos encontrado una manera de evitarlo.
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