Almería disfruta de los errores de una divertida comedia de Shakespeare

Desde las 20.30 horas, ofrecieron al público una obra desternillante y confusa a la par que un viaje protagonizado por el humor. La cita, que forma parte de la extensa programación de otoño del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, brindó la posibilidad de que los prestigiosos actores se metieran en la piel de múltiples personajes escritos de la comedia más corta de William Shakespeare.

Ataviados con unos ropajes dignos de la época que evocaban, la obra estuvo situada en Éfeso. Un lugar quue representaba a ciudad llena de fulleros, de magos que eran capaces de engañar el ojo, de oscuros hechiceros que trastornaban el juicio, de brujas asesinas que deformaban el cuerpo, de truhanes disfrazados de charlatanes y pecadores libertinos. Entonces, Antífolo y Dromio de Siracusa (antigua ciudad de Grecia ahora sita en Sicilia), amo y criado, llegaron a la ciudad con la intención de buscar a sus respectivos hermanos gemelos. El padre de ambas parejas de palíndromos también llegó a Éfeso, siendo detenido por ser extranjero sin papeles nada más pisar puerto, y, también, condenado a muerte. Una sentencia de la que se salvaría si encontrara a sus hijos. Sólo encontrando a sus hijos podrá salvarse.

La propuesta adaptada de Albert Boronat fue, desde el Auditorio Maestro Padilla, un elogio a la libertad, al enredo y a todo lo que no está considerado ortodoxo. Desde las tablas, los actores querían que el público almeriense disfrutara de una fiesta y, que se equivocara con ellos, para reivindicar, también, el error. Porque en 'La comedia de los errores', el error fue lo contrario a lo correcto, a lo normal.

Bien dicen que, el error, es la forma en la que se aprende en diferentes circunstancias y esta obra con tintes shakesperianos le dio a los actores el largo aplauso de Almería, porque el elenco regaló momentos únicos que deseaban que no se terminara nunca. Y detrás de cada detalle de la obra estaba, sin duda, el trabajo de todo un equipo conjunto:Albert Boronat, que es la persona responsable de versionar el texto; Laura Ortega, ayudante de dirección; Beatriz San Juan, que fue la encargada del diseño escenográfico; Paola Torres, que está detrás del vestuario; Pedro Yagüe, diseño de iluminación, y Sergio Sánchez Bou del sonido.