El aljibe escondido que duerme a los pies del Carlos V
El Patronato de la Alhambra pone en marcha unas obras para consolidar el depósito bajo una de sus plazas, que estaba deteriorado por el agua de riego
Laura Ubago
Granada
Martes, 20 de diciembre 2022, 23:59
La Alhambra es lo que se ve y lo que se oculta en su subsuelo. Ahí, bajo lo que se pisa, están los aljibes, elementos ... constructivos que se reparten por el recinto. Reconocidos, hay al menos una veintena aunque no todos están excavados o ni siquiera descubiertos. El de Tendilla es uno de los más relevantes del monumento y el del Palacio de Carlos V es clave por su ubicación, bajo la plaza por donde pasan todos los visitantes.
Bajo los jardines de la Plaza del Carlos V, a la altura de donde se hace la cola para entrar a los palacios, se sitúa este aljibe que estaba tan deteriorado que corría peligro su estabilidad y, por tanto, la de su techo, que es el suelo del exterior. Por eso desde el Patronato de la Alhambra se decidieron a actuar, frenar la erosión y consolidar este espacio. La actuación es reversible, es decir, que cuando se haga una restauración más a fondo pueda volver a su estado original.
Las vallas de obra están presentes en la plaza del Carlos V, donde se distribuye la vida de la Alhambra. Ahí, los visitantes fotografían la majestuosidad del edificio y también hacen cola y se preparan para conocer el monumento por dentro. Las vallas de obra están ahora en la superficie. Nadie se imagina que se están reformando las galeradas de suelo, un espacio histórico, oculto a las miradas pero que forma parte del patrimonio alhambreño. El agua era y es un elemento vital en la visita, pero también un arma de doble filo que va desgastando la piedra con el tiempo. Nada se resiste a la humedad. Bajan los técnicos y la directora de la Alhambra, Rocío Díaz, tiene unos minutos de dudas. «Es un poco angosto», reconocen los encargados de la obra que explican que trabajar en estas condiciones es un poco complejo. Baja al fin la directora que revisa esta obra lejos de las miradas de cualquiera. Para los materiales, usan un montacargas. Es como reforzar una mina en las entrañas del monumento más visitado del país. Para acceder al aljibe se necesita un equipo de protección y descender por una escalerilla colocada en el minúsculo pozo por el que se baja. La estrechura y la oscuridad imponen al principio y dejan paso, abajo, de un espacio amplio por donde transcurre la historia al que hay que quitar las grietas. Arriba el sol hace brillar los palacios y abajo, huele a silencio. Este espacio constructivo conserva parte del relato alhambreño. Almacenaba agua y ahora tiene que ser reparado porque esta va lamiendo poco a poco los ladrillos.
Desgaste
El estado general del aljibe es de «desgaste por abrasión». Situado bajo un jardín de la Plaza del Palacio de Carlos V, la filtración de agua es continua y más cuando, hasta hace un lustro, se regaba a manta. Esta filtración provoca un alto nivel de deterioro fundamentalmente en la parte superior y en los arcos que comunican las dos salas que lo forman. También se observan patologías a nivel de los arranques de muro, aunque estas son de menor importancia.
En las bocas de entrada y ventilación del aljibe la erosión ya deja al descubierto los ladrillos de formación de la bóveda. En general, en todo el espacio, hay abombamiento, desprendimiento, calcificación, grietas y manchas, de ahí a que fuese necesaria una obra de reparación y de sujeción de los arcos de las dos bóvedas. El arco sur se encuentra apuntalado para garantizar su estabilidad.
Antes de comenzar la obra, que realiza la empresa Cyra, el agua caía por ambas bocas con un goteo continuo y sobre el pavimento había una fina lámina de agua de unos milímetros. Que en la Alhambra el agua es un elemento esencial y que esto se recrea también en sus aljibes, no quita que las humedades vayan haciendo de las suyas y se necesite tener un mantenimiento continuo de espacios deteriorados como se hizo recientemente con las fachadas del Palacio de Carlos V.
Conservación
La directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, destacó que el monumento granadino sigue invirtiendo en su conservación porque «es una prioridad para nosotros y uno de los principales objetivos del Patronato». En el nuevo presupuesto del patronato, para 2023, se destinarán más de 9 millones de euros para la conservación de espacios del monumento.
Díaz indicó que para esta actuación se invertirán más de 50.746 euros, con el objetivo de frenar los efectos causados por la filtración de agua del jardín superior en el aljibe ubicado frente a la portada oeste del Palacio de Carlos V, recientemente restaurado.
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