Granada recibe a la Custodia en una mañana de calor y emoción

A las nueve y media los operarios de Inagra terminaban de echar las hierbas aromáticas que alfombraron el recorrido de la procesión «para cumplir con la tradición y con el mandato de Isabel la Católica» como recordaban algunos eruditos que caminaban por el centro de Reyes Católicos cubriéndose de los primeros rayos de sol con los toldos.

Toda la Granada social, política y religiosa se dio cita para acompañar a la Custodia por el recorrido tradicional y con el acompañamiento de la Pública de las Fiestas que salió desde la plaza del Carmen camino de la Catedral para incorporarse al cortejo por el Pie de la Torre. Al rato se repitió el ceremonial en el Salón de Comisiones con la entrega del Estandarte Real a la edil de Vox, Beatriz Sánchez que fue la encargada de portarlo en esta ocasión solemne. «Es una satisfacción enorme» reconocía momentos antes de que José María, del servicio de protocolo del Ayuntamiento, se lo entregara y situara debidamente sobre el hombro derecho.

El Ayuntamiento llegó a la Catedral y se incorporó a la comitiva religiosa cuando ya la cruz del primer templo granadino marchaba por la calle Marqués de Gerona. «A esos niños les da mucho el sol en la cabeza, que se metan a la sombra de los toldos» reclamaba la atención de los padres un hombre en plaza de la Pescadería. La misa del Jueves de Corpus había sido presidida por el Obispo Emérito de Almería, monseñor Adolfo González Montes, en el interior y concelebrada por el vicario general, Francisco Espigares y el deán de la Catedral, Eduardo García así como por casi cincuenta sacerdotes diocesanos y de órdenes seculares que luego formarían parte de la procesión.

Después de las Diez y media comenzó a salir la procesión con una ingente cantidad de fieles que lo integraban. Hermandades de gloria entre las que se encontraba la Hospitalidad de Lourdes, con enfermos y voluntarios, hermandades de penitencia y las sacramentales de la ciudad, ordenadas más próximas al paso de la Custodia. Después, la representación de la Federación de Cofradías con sus dos presidentes actuales, Jesús Muros, que está aún en funciones y Armando Ortiz, electo y a la espera de confirmación arzobispal. Después, el clero de parroquias y de órdenes religiosas femeninas y masculinas así como la representación de los cabildos del Sacromonte y de la Catedral y la escolanía de pueri cantores que este año presentaban la novedad de incorporar instrumentos de metal a la interpretación de los cantos e himnos eucarísticos tradicionales.

La Custodia, con sus distintas fases de ejecución entre los siglos XVI al XX se hizo a la plaza de las Pasiegas a las once y treinta y tres minutos de la mañana. Tardó en recorrer el itinerario por plaza de las Pasiegas, Mesones, Puerta Real, Reyes Católicos, plaza de Isabel la Católica, Gran Vía y Cárcel Baja, una hora y cuarenta minutos. Durante todo el trayecto fueron miles las ofrendas de pétalos de flores y vítores al Santísimo Sacramento ofrecidas por los granadinos al paso de la Custodia, rompiendo el solemne silencio y el sonido de las campanillas que tañían los monaguillos que la precedían.

A las órdenes de Dionisio Martínez portaron el paso procesional estrenándose la parihuela metálica realizada en Las Gabias y los faldones, con el deseo de que en años próximos se acometa el bordado de los respiraderos, costeado todo ello por la cuadrilla sacramental.

Gladiolo blanco en las esquinas, lilium, orquídeas, anturium y variedades de rosas, todo ello en color blanco, formaban el adorno floral del paso procesional. Salvador Valero, de Churriana de la Vega, comentaba a IDEAL que «este ha sido mi décimo quinto año vistiendo de flor el paso de la Custodia y es algo que, como cristiano, es el trabajo más importante que hago y como granadino siento una enorme emoción cuando lo preparo». Así comenzaba a caminar por Pasiegas, deteniéndose levemente delante de los altares, la cuadrilla portando al Santísimo Sacramento en la conocida como Custodia de Isabel la Católica.

La comitiva se cerraba con la presidencia del obispo emérito de Almería, monseñor Adolfo González «invitado por el arzobispo de Granada para sustituirlo en esta ocasión, al encontrarse estableciéndose de una operación reciente», señaló a nuestro periódico «impresionado por el cariño de los granadinos ante la presencia de Jesús Sacramentado». El arzobispo de Granada, monseñor Martínez Fernández, había acompañado en silla de ruedas la celebración previa de la misa dentro de la Catedral.

La corporación provincial seguía a la hermandad Sacramental del Sagrario, encargada de portar el palio de respeto tras la Custodia. Después, autoridades autonómicas, la consejera de Fomento, Marífrán Carazo y Vicente Azpitarte, Delegado de la Junta de Andalucía en Madrid, acompañado por el delegado de Fomento, Antonio Granados; autoridades militares con presidencia del teniente general Jefe del Madoc, Jerónimo de Gregorio, en representación de la Casa Real y la corporación municipal, Estandarte Real escoltado por el Ejército de Tierra y la presidencia civil del alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca. Cerraba la comitiva la Banda Municipal de Música.