La Feria ya ha encendido los fogones

Si algo distingue a la feria de Granada, y a sus casetas, son dos cosas: la amabilidad que siempre muestran los caseteros y la buena cocina que puede disfrutarse cualquier mediodía.

A la elegancia de su decoración, la historia dilatada que ya atesoran muchos colectivos o la alegría que por los altavoces la música transmite, las casetas granadinas suman unos fogones de los que siempre salen ricos platos. La feria granadina puede presumir de ofrecer una excelente gastronomía, bien sea en los platos preparados por los grandes profesionales de la hostelería que atienden las barras y cocinas, o bien en los platos que los propios caseteros guisan cada día en improvisados hornillos en el zaguán de sus casetas. Aunque con el paso de los años ha ido decreciendo el número de casetas cuyos socios no dudaban en ponerse delantal y gorro para elaborar platos tradicionales bajo un sol de justicia, todavía es bien fácil encontrar cada mediodía zaguanes de casetas que se llenan de olores que alimentan, con enormes paelleras, sartenes y ollas. Son los guisos que los caseteros comparten con sus socios y amigos, auténticos manjares que se celebran con una cerveza de Alhambra bien fresquita entre las manos.

También fueron desapareciendo muchos concursos gastronómicos organizados en el recinto ferial, y en los que las diferentes casetas emprendían una batalla por ver quien conseguía mayor número de trofeos para presumir así de contar con la mejor cocina de la feria. Había concursos que eran todo un clásico, y se sometían a veredictos del jurado los más variados guisos: gazpachos, huevos fritos, choto, postres, tortillas, pipirranas, etc.

Precisamente, para poner en valor esa cocina casetera que tanta buena fama da a nuestro Corpus, y para que nunca se pierdan los tradicionales concursos gastronómicos de la feria de Granada, Cervezas Alhambra e IDEALimpulsan un año más el concurso de cocina casetera. Se trata de una sabrosa iniciativa con la que quieren rendir homenaje a la gastronomía propia de la feria y animar a todos a visitar el recinto ferial de Almanjáyar para saborear buenos menús.

En cualquier caseta se van a encontrar siempre ricos platos, y la leyenda negra de que comer en la feria es muy caro no es para nada cierta. El propio presidente del colectivo casetero, Claudio Rodríguez, en más de una ocasión ha destacado ese falso mito de que sea muy caro almorzar un día en una de las casetas tradicionales, o institucionales, del recinto ferial.

Ayer comenzó el jurado del concurso de Cervezas Alhambra e IDEAL su visita a las casetas que participan en el certamen, del que al final de esta semana se conocerá el nombre de las más sabrosas.

Una de las primeras casetas que visitaba el jurado era 'El Silbato', formada por árbitros de la provincia de Granada. Aunque en sus paredes hay tarjetas rojas y amarillas decorando, lo cierto es que preparan una comida festiva capaz de animar a cualquier equipo. Han concurrido al concurso con un 'Popurrí de Tapas Caseteras', donde podían saborearse migas, planchitas de lomo con rica salsa, papas a lo pobre y tomate aliñado con melva. Se trata de una caseta en la que la animación no cesa en todo el día.

En un ambiente mucho más tradicional se desarrollan los días de Corpus en la caseta Aires de Fiesta. Ayer se repetía la tradición de preparar choto al ajillo, encargándose de este menester varios socios de la propia caseta. En un ambiente familiar, y con sus tiempos exactos de preparación, unas enormes sartenes daban cuenta de dos modos distintos de preparar el choto, uno el que Kika daba a su plato, otro el que le imprimía Pepe. Uno había traído la carne de Güéjar Sierra, y otra de Monachil, pero lo cierto es que ambas elaboraciones estaban sabrosísimas. Más de uno no dudó siquiera en repetir.

Casi frente por frente a esta casta, este año estrenan nueva ubicación los socios de El Salero. Se trata de la segunda generación de esta caseta que, casi cuando había desaparecido, volvía a renacer impulsada por los hijos de sus primeros fundadores. En su interior sigue respirándose un ambiente familiar y con muy buenas elaboraciones gastronómicas. Un apetitoso ejemplo: 'Tío Paco con almejas'. Créanos, está exquisito este plato marinero en el que se dan la mano langostinos, almejas, trocitos de jamón y una salsa a base de ajo, brandy y zumo de tomate. Extraordinario ya si se acompaña con una cerveza de Alhambra bien fría, algo que ayer se agradecía ante las altas temperaturas que el mediodía dejó por el recinto ferial de Almanjáyar.

Y de veteranos de la feria a todos unos debutantes en este Corpus de 2019, los socios de la caseta La Malafollá. El nombre es muy granadino, pero la amabilidad de sus socios y el ambiente alegre de la caseta es realmente lo que prima en su interior. Eso, y una rica cocina en la que los platos caseteros y feriantes no dejan de salir de la lumbre. Un ejemplo es la pluma ibérica con patatas fritas caseras y tomate aliñado con el que concursan en este certamen gastronómico impulsado por Cervezas Alhambra e IDEAL.

Por último, un ejemplo más de rica cocina, y en este caso muy original, es la que se encuentra en la caseta La Montera. Ayer era un día especial, ya que volvían a preparar sus famosos 'quisquihuevos'. La idea de este plato de huevos fritos, patatas y quisquillas de Motril nació, precisamente, en el antiguo concurso de huevos fritos que una caseta celebraba antes en el ferial. Un año presentó La Montera esta elaboración, triunfaron y desde entonces cada año los preparan. Solo ayer gastaron más de trescientos huevos en elaborar tan rico manjar.

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