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El productor Txepe Lara, homenajeado en el Festival de San Sebastián. Usoz
Txepe Lara: «Estoy arruinado, no tengo un puto duro»

José María 'Txepe' Lara: «Estoy arruinado, no tengo un puto duro»

El veterano productor, que entró en el cine tras militar en ETA, recibe el premio Zinemira del Festival de San Sebastián por su contribución al cine vasco

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Martes, 24 de septiembre 2019

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«Pusiste 'Arriya' (2011) a parir en el Festival de Málaga», saluda José María 'Txepe' Lara (Madrid, 1948), que este año recibe el Premio Zinemira del Festival de San Sebastián por su contribución al cine vasco. Productor de títulos como 'Justino, un asesino de la tercera edad', 'A ciegas' o 'El cielo gira', Lara comenzó en el mundo del cine a los 37 años como fotofija y auxiliar de cámara tras militar en ETA pm. Ahora levanta cortos y documentales gracias al 'crowdfunding' o micromecenazo. «Estoy arruinado, no tengo un puto duro», confiesa el productor navarro.

-¿Se hace uno rico siendo productor de cine?

-Normalmente no. Si no tenía nada cuando empecé, ahora tengo mucho menos. La Hacienda foral navarra se mete todo lo que quiere conmigo y con mi familia.

-Pero sin en Navarra hay muchas desgravaciones fiscales para el cine.

-Para los que han venido después. El Gobierno navarro apuesta por el audiovisual, pero otra cosa es cómo intenta recaudar dinero pensando en que uno ha defraudado. Los productores que yo conozco no se han hecho ricos. Elías Querejeta murió arruinado, Andrés Vicente Gómez tiene muchísimas deudas y a otros que no voy a contar se les pide años de cárcel por hacer cine. Yo el dinero que he tenido lo he utilizado en las películas. Tenía un sueldo de 1.500 euros al mes, si lo cobraba. Pero yo elegí esta profesión, hubiera preferido que me contrataran de lo que sea y tener todos los meses un sueldo. También empecé muy tarde, como cámara. Gracias a mi militancia política conseguí que mis amigos me metieran en el cine.

-Su última película estrenada, 'Los chicos del puerto', es de hace seis años.

-Después hice otra, 'Relaxing cup of coffee'. Como no tenía dinero para 30 o 40 copias, he decidido no estrenarla. Y tiene muchos actores famosos, no es un peliculón pero cumple con el requisito de que la gente pase un buen rato.

-¿Y ahora en qué anda metido?

-Tengo un documental, 'Aztarnak-Huellas', sobre la importancia de los cuidados en el nacimiento que lo hemos hecho gracias a un 'crowdfunding' de la Kutxa, sin ayudas de las administraciones. Preparo un corto, 'Sean felices', también por 'crowdfunding', en el que un niño celebra su cumpleaños el día que embargan su casa. Y tengo un proyecto sobre 'Billy el Niño', el torturador, aunque Movistar, Antena 3 y TVE se han echado atrás.

-Empezó en el cine con 37 años. Antes militaba en ETA pm y Euskadi Ezkerra.

-Cuando yo me he estado en una historia he trabajado mucho, hacía todos los días 200 o 300 kilometros hablando con gente. Me meto en ETA en 1974, cuando matan a Puig Antich. Me pregunto qué hostias estoy haciendo en Alemania, donde llevaba ocho años. Mi padre era un fotógrafo bilbaíno, de la calle Bidebarrieta, mi madre era de Estella y vivíamos en Madrid. No tenían ningún espíritu nacionalista, ni yo experimentaba ningún sentimiento de ser vasco. Mi padre me mandó a Alemania a trabajar. Y al volver me dije, hostias, si yo soy vasco. Y entro en ETA. Ayudé en la primer fuga de la cárcel de Segovia, pero se frustró porque teníamos metido al Lobo. Después estuve en la carcel, donde conocí a los tres militantes del FRAP que fusilaron. Salgo en septiembre de 1976 gracias a un indulto y me integro de nuevo en la organización. Desaparece Pertur, se celebra la asamblea y ETA se desdobla. No conseguimos la revolución, pero sí algunas cosas. Gracias a nuestra aportación cultural, Ángel Amigo pudo producir 'La fuga de Segovia' y convencer al Gobierno vasco a meter un dinero. El PNV se plantea entonces hacer algo que se llame cine vasco. Y después se crea ETB.

-Podía haber acabado de secretario de organizacion de Euskadiko Ezkerra.

-Me tocó vivir la escisión del partido y voté por no ir con el PSOE. Elegí como profesión el cine. Y nunca me dio por ser director. He hecho la fotografía, pero no sé si tendría la capacidad de dirigir. Yo no sé contar historias, me involucro en historias que creo que merecen ser contadas.

-¿Qué rodaje recuerda con especial cariño?

-'Justino, un asesino de la tercera edad'. Estábamos un montón de vascos en Madrid en una historia muy bonita con poquito dinero. Fue una experiencia muy divertida, revolviendo los contenedores de basura de noche para buscar elementos para la decoración, llenando plazas de toros con extras… También me gustan mucho 'Los años oscuros', 'Los caminos de la memoria'…

Saturnino García en 'Justino, un asesino de la tercera edad', una de las producciones más exitosas de Txepe Lara.
Saturnino García en 'Justino, un asesino de la tercera edad', una de las producciones más exitosas de Txepe Lara.

-Ha dado la oportunidad a muchos directores hoy consagrados.

-No solo directores, sino también técnicos que empezaron de meritorios. Cuando 'Handia' ganó diez Goyas, ahí había muchos premiados que empezaron conmigo. Eso me alegra un montón.

-¿A quién va a agradecer esta noche el premio?

-Quiero decirle a los vascos que desde los años 50 hasta el 82 la lucha de ETA consiguió muchas cosas y fue importante. Hubo gente que se arriesgó a luchar contra un estado represor, hijos de la gente que participó en la guerra. Despertaron tarde pero despertaron.

-¿No cree que se pagó un precio muy alto?

-Hay muchas cosas para criticar. Los milis han podido pensar que estaban haciendo algo positivo. Nosotros hemos aportado mucho a que se consiguiera el estatuto de autonomía, que todavía está incompleto. Me siento orgulloso de eso. Se tiene que diferenciar entre la ETA de una época y lo que vino después. Los milis eran el basurero de los polimilis. La gente con un interés puramente militar se fue apartando de la organización.

-¿Qué le ha dado el cine?

-Una forma de vida. Me ha permitido conocer mucha gente y muchos lugares, porque en un rodaje ves muchos sitios. Ahora estoy arruinado, no tengo un puto duro, pero sigo intentando hacer cosas. Sigo queriendo que me cuenten historias en el cine, para llorar, para reír y para reivindicar. Y me gustaría que se utilizara mejor el talento de personas que están ahí, como Víctor Erice.

-¿Le produciría una película?

-Sí. Eso sí, haría mas falta más tiempo y dinero de lo normal. Porque es un artista.

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