María Adán Castillo, en su supermercado de Coto Ríos (Jaén). IDEAL

«Los vecinos compraban para semanas, por el miedo a salir»

Mari Adán Castillo | Dueña de un supermercado en Coto Ríos (Jaén) ·

Esta vendedora ha sido vital para sus clientes habituales, al frente de una tienda que era la única en un radio de 15 kilómetros a la redonda. «Muchos son mayores, por eso les llevamos los pedidos y estamos aquí para que tengan cerca un sitio para comprar»

Juan José García Solano

Jueves, 25 de febrero 2021

Este negocio familiar de Coto Ríos, pedanía del municipio jienense de Santiago-Pontones, es la única tienda donde adquirir productos de primera necesidad, en 15 ... kilómetros a la redonda, y en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas. Por ello, a lo largo de los primeros meses de incidencia del coronavirus, María fue de las pocas personas de su entorno que permaneció en su puesto de trabajo, «aguantando el miedo que había», para atender a su clientela con una sonrisa en el rostro pese a las circunstancias.

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«En la primera ola fuimos esenciales, yo abría de nueve a dos y aquí venían a comprar los vecinos del pueblo y de aldeas y lugares cercanos, como Loma de María Ángela. Al no poder moverse, la gente tenía que venir al supermercado, ya que además era lo único que estaba abierto aquí porque los bares, los hoteles y los campings estaban todos cerrados», señala esta mujer, natural de Coto Ríos, casada y madre de tres hijos.

Junto a ella, trabaja una empleada, aunque su marido también le echa una mano en el día a día de la tienda, donde se puede encontrar un amplio catálogo de productos de alimentación, de limpieza y para el hogar. «Antes la gente venía a comprar para varias semanas y, así, no tener que salir a diario porque había mucho miedo. Había clientes que se llevaban, de una vez, el pan de varios días y lo congelaban para no salir. También se vendía mucha carne y fruta, sobre todo», explica Mari Adán.

Turismo rural, el pilar

Por el lugar en que se encuentra, donde el turismo rural es el pilar de la economía de la zona, el supermercado Halepensis también se resiente de las restricciones por la pandemia. No en vano, «el turismo es la principal fuente de ingresos de la zona y los cierres perimetrales provocan que la gente no pueda venir». Y añade con pesar: «En verano la cosa se animó bastante y vino mucha gente, pero desde el puente del Pilar todo ha caído y ya apenas hay nadie».

Adán confiesa que vive «con incertidumbre por cómo será este verano» y desea que la situación mejore porque, hoy día, «cuesta mucho mantener el negocio» que abrió en 2005. «Estamos haciendo un esfuerzo por mantenerlo abierto, pero se consume muy poco», señala. Aún así, el principal consuelo y la motivación de Mari es su vocación de servicio hacia sus decenas de vecinos: «Muchos son mayores, por eso les llevamos los pedidos y seguimos aquí por ellos, para que tengan un sitio cerca donde comprar». Esa es la esencia del servicio a los demás.

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