Un meteorólogo alerta sobre posibles lluvias torrenciales en Andalucía en septiembre

Y esa subida de la temperatura en el mar podría suponer algunas consecuencias graves. Así lo sostiene Mario Picazo, meteorólogo en televisión durante muchos años que ahora ejerce como Profesor de Meteorología y Cambio Climático en la Universidad de UCLA (Los Ángeles, EEUU) y meteorólogo en Weathernetwork y ElTiempo.es. Según su pronóstico, la subida de la temperatura del agua podría provocar en lluvias torrenciales a partir de finales de verano o en otoño.

Según detalló en su cuenta de Twitter, Picazo expuso que con el agua del Mediterráneo a 30 grados centígrados se fabrica vapor de agua. Y esto, a su vez, genera calor y bochorno extremo, lo que podría provocar lluvias torrenciales con inundaciones y un alto impacto para especies marinas en la recta final de verano e inicio del otoño. «Cierto que un mar cálido solo no fabrica tormentas severas, pero sí la dinámica atmosférica de frecuentes DANAS que vivimos desde la pasada década y no necesariamente solo en otoño», agregó el meteorólogo.

A la consulta de IDEAL sobre el pronóstico de Mario Picazo, José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored en www.tiempo.com ha explicado que actualmente existe una anomalía en el Mediterráneo con temperaturas que en algunas zonas superan en 4 o 5 grados la temperatura normal para esta época del año. «Ese es uno de los ingredientes que puede potenciar las lluvias torrenciales que pudieran llegar en otoño o a finales de verano en la zona», argumenta Viñas, que añade que «el hecho de que el agua esté tan caliente no implica que vaya a haber lluvias torrenciales necesariamente».

Para que sucedan esas lluvias torrenciales que avanza Picazo sería necesario que se dieran otras condiciones meteorológicas que propiciaran la formación de una DANA. «Podemos llegar a tener el Mediterráneo por encima de 30 grados que si no se dan las condiciones necesarias no habrá lluvias torrenciales», expone Viñas.

Eso sí, el experto de Meteored aclara que si en algún momento de agosto, septiembre u octubre se dieran las condiciones necesarias para un episodio de lluvias y el agua se mantiene a una temperatura elevada, sí que sería un factor determinante y el episodio sería «muy intenso». «No por el hecho de que esté caliente el agua necesariamente va a haber un episodio extraordinario de lluvias torrenciales», finaliza Viñas.