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juan cano / álvaro frías
Jueves, 23 de agosto 2018, 09:55
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El sacerdote detenido la semana pasada por supuesta posesión y distribución de pornografía infantil no pertenecía a la Diócesis de Málaga, pero sí tenía previsto incorporarse a partir de septiembre a una parroquia de la provincia, según ha podido saber este periódico.
El cura, de mediana edad, estaba adscrito a una diócesis de la Comunidad de Madrid, pero se había trasladado a Málaga por «motivos personales» –para cuidar a un familiar– y llevaba un tiempo residiendo en la capital, donde fue detenido por la Policía Nacional en el marco de la 'operación Sandrina' contra la tenencia y distribución de material pedófilo.
Tras su arresto, al estar adscrito a una diócesis madrileña y, por tanto, depender de ella, fue el obispo de ésta el que ordenó, como medida cautelar, la «suspensión del ejercicio de todo ministerio sacerdotal» de dicho cura. Pero, además, tal y como indicaba el comunicado hecho público el martes por el Obispado, el prelado de Málaga, Jesús Catalá, también «aplicó esta normativa en la propia diócesis malacitana». El motivo no era otro que la inminente incorporación del investigado como sacerdote al cargo de una parroquia de esta provincia.
Tras conocerse la noticia, la Diócesis malagueña mostró su «rechazo absoluto» hacia los hechos «referidos a la pornografía infantil o a otros que conculcan la dignidad y derechos de los menores, de los adultos vulnerables o de cualquier otra persona». Pidió perdón «a las posibles víctimas» e invitó a todos los fieles a «orar por ellas, por sus familias, por la Iglesia, sus ministros y colaboradores, y también por la conversión de quienes cometan tan execrables hechos».
El sacerdote fue detenido en el marco de la 'operación Sandrina' junto a otros tres vecinos de Málaga capital acusados de posesión y distribución de pornografía infantil a través de Internet. La investigación que condujo hasta ellos partió del trabajo de rastreo de los ciberagentes en la Red, que se cruzó con una información de un organismo estadounidense encargado de recibir y canalizar perfiles que comparten pornografía infantil.
Los policías arrestaron al cura y registraron dos domicilios vinculados a éste. En uno de esos pisos, los investigadores hallaron dispositivos informáticos de almacenamiento que contenían imágenes de contenido sexual protagonizadas por menores que habrían sido descargadas de Internet, así como fotos en lugares públicos. También localizaron un programa de intercambio de archivos en la Red que, en el momento de la intervención, estaba funcionando y compartiendo archivos. En el segundo inmueble, hallaron en la cama de uno de los dormitorios unos maniquíes que, a simple vista, eran del tamaño de menores, así como ropa infantil.
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