Las grandes ciudades de Andalucía sufrirán cortes de agua este verano si antes no llueve durante 30 días seguidos

Moreno puso cifras a esa previsión con un condición que en esta situación suena utópica. La única manera de evitar las restricciones sería un periodo prolongado de 30 días seguidos de lluvias.

El presidente presidió en el Palacio de San Telmo la reunión del Comité de Expertos de la sequía, en la que se abordó una situación sobre la que ya no se duda en calificar de crítica. Las reservas en el conjunto de la comunidad se encuentran a un 20 por ciento, pero en algunas provincias, especialmente en la zona oriental, no sobrepasan el umbral del 10 por ciento.

Ante este panorama, Moreno hizo frente a los expertos que lo asesoran un llamamiento público en una doble dirección: a los ciudadanos, para que tomen conciencia de la situación y racionalicen en la mayor medida posible el uso del agua, y a todas las administraciones públicas. «El agua -dijo- no puede ser una batalla campal, sino sujeto de diálogo».

Aunque se dirigió especialmente al Gobierno de España al recordar una vez más que la Administración central del Estado tiene bajo su competencia dos tercios del territorio andaluz en cuanto a cuencas hidrográficas, en esta ocasión se dirigió especialmente a las administraciones locales, a cuyos responsables pidió que se se focalicen en el combate a la sequía y la asuman como la prioridad aunque tengan que invertir en «obras que no se ven», en relación a las tuberías subterráneas en las que se localizan buena parte de las fugas.

En este contexto, el presidente anunció que el próximo 29 de enero el Consejo de Gobierno de la Junta aprobará un nuevo decreto de sequía -el cuarto desde que es presidente-, con el que se invertirán 200 millones de euros. Será el más ambicioso de los aprobados hasta ahora, con los que se llevan invertidos de momento 300 millones y que han permitido ganar unos 252 hectómetros cúbicos que se han destinado principalmente a regadíos.

Una parte relevante de las actuaciones previstas en este decreto se reserva a ayudas al sector primario, el que más directamente está padeciendo la falta de agua, a las que se destinarán 50 millones. No obstante, el presidente advirtió de que toda la economía andaluza se está viendo afectada y recordó las dificultades que atraviesa la industria y los problemas que se ciernen sobre el turismo debido a que los municipios de litoral andaluz se verán obligados a reducir su consumo de agua este verano.

Otra parte importante es la que se destinará a actuaciones conjuntas de emergencia junto a las diputaciones provinciales que incluirán obras de abastecimiento, de tratamiento, de sondeos y de eliminación de fugas. «Tenemos que tener encima de la mesa todas las fórmulas posibles», dijo el presidente, que aludió a que habrá también actuaciones para desalación, especialmente en Andalucía Oriental.

El presidente señaló que no hay motivo alguno para no establecer acuerdos de cooperación con otras administraciones y que la Junta está dispuesta a poner todos los recursos posibles, incluso renunciado a actuaciones en otras materias de infraestructura.

También subrayó que éste es un problema que trasciende las fronteras españolas, ya que el sector primario andaluz produce alimentos para 500 millones de europeos, por lo que volvió a reclamar la atención comunitaria.