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Las imágenes fueron obtenidas por la estaciones de detección de meteoros que la Universidad de Huelva opera en los observatorios de La Hita (Toledo) y Sierra Nevada (Granada)
Una "espectacular" bola de fuego sobrevuela Granada y Almería a 74.000 km/h

Una "espectacular" bola de fuego sobrevuela Granada y Almería a 74.000 km/h

La Hita, en Toledo, registra la entrada en la atmósfera del trozo de un asteroide que fue visible en las dos provincias

miguel cárceles/ carolina rodríguez

Domingo, 30 de agosto 2015, 12:51

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Quienes tuvieron la fortuna de estar mirando al cielo a esa hora, hacia las diez y cuarto de la noche, se sorprendían al ver surcar hacia el noroeste una enorme bola de fuego. Este «espectacular» fenómeno, según los científicos, fue mucho más visible en los cielos de Almería y Granada, que sobrevoló la incandescente bola de roca, pero también pudo verse desde lugares tan remotos como La Hita (Toledo) cuyo observatorio astronómico divulgó ayer los motivos de este aparatoso fenómeno.

«Por sus dimensiones y órbita, fue un fragmento desprendido de un asteroide que chocó contra la atmósfera y que cayó a una velocidad de unos 74.000 kilómetros por hora», explicaba José María Madiedo, profesor de la Universidad de Huelva e investigador de bólidos nombre con el que se denomina a estas rocas que chocan contra la atmósfera. El «violento»impacto de este trozo de materia, relativamente pequeño, con la atmósfera tuvo lugar sobre los cielos de Senés (Almería) a una altitud de 97 kilómetros. Y desde ahí, la bola ya incandescente surcó el cielo en dirección noreste, sobrevolando gran parte de la provincia de Granada y extinguiéndose, con la desintegración del asteroide, cuando se encontraba a una altura de unos 51 kilómetros, sobre la vertical del embalse del Negratín.

Se desintegró

«Ningún fragmento llegó a tocar suelo, se desintegró por completo». El efímero fenómeno es algo similar al de las estrellas fugaces. Ahora bien, éstas vienen provocadas por partículas de materia del tamaño de un grano de arena, mucho más pequeñas que la que se pudo observar la noche del viernes sobre los cielos almerienses y granadinos.

«En muchos observatorios del país tenemos instalada una red de detectores de alta sensibilidad que se activan cuando hay un fenómeno de este tipo. Entonces no entra la alerta y disponemos de datos referentes a los asteroides que entran en la atmósfera». En esta red están también el Centro Astronómico Hispano Alemán (en Calar Alto, Almería), o el de Sierra Nevada (Granada), además del toledano de La Hita.

Bólidos como el registrado el pasado viernes son «relativamente comunes», indica Madiedo. No en vano, y solo sobre la península ibérica, se suelen registrar en torno a una docena al año. Sin embargo, muchos de ellos no son visibles a simple vista por la luminosidad del sol o por la contaminación lumínica.

Enrique de Guindos, investigador del Instituto Andaluz de Astrofísica en Calar Alto, advierte de que en los últimos meses ha habido «gran cantidad» de ellos. Y algunos que pueden llegar a pesar unos 100 kilos dejan tras de sí imágenes inolvidables que difunden a través de la propia página web del observatorio. «En Navidad cayó uno al que llamamos estrella de Belén, en Nochebuena. No lo vio demasiada gente porque coincidió con la emisión del mensaje del Rey. Pero fue espectacular», rememora.

El avistamiento de rocas procedentes de asteroides que impactan con la atmósfera y que tras el choque forman espectaculares bolas de fuego, es algo que ya se ha repetido en otras ocasiones. Los vecinos de Alcalá la Real, pueblo jienense fronterizo con la provincia granadina fue testigo, precisamente el mes pasado, de cuatro fragmentos de un mismo cometa que se desintegraron y que impactaron con la atmósfera a más de 80.000 kilómetros por hora. En este caso todas las bolas se desintegraron antes de impactar con el suelo.

Observatorios en Granada

En Granada, los observatorios de La Sagra y Sierra Nevada, dependientes del Instituto de Astrofísica, son los responsables de detectar y registrar estos fenómenos. La evolución tecnológica en este sentido avanza a pasos agigantados y ya desde 2009, Sierra Nevada cuenta con un sistema para detectar fenómenos astronómicos como meteoritos. El sistema en cuestión permite estudiar la materia interplanetaria que llega a la Tierra con el fin de conocer el origen y la evolución del sistema planetario y solar. Concretamente, a través del análisis de los aminoácidos materia orgánica de los meteoritos se puede saber en qué momento y de qué forma apareció la vida, así como predecir la fecha de extinción de las especies en el planeta terrestre.

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