«En 2015 se consolidará la recuperación, pero la situación aún será compleja»
«Todavía no descartamos acabar 2014 por debajo del millón de parados»
LALIA GONZÁLEZ-SANTIAGO
Domingo, 28 de diciembre 2014, 00:29
En la bisagra de 2014, octavo año de la crisis, y 2015, que viene cargado de tantas promesas como incertidumbres, el secretario general de Economía ... de la Junta pasa revista a la situación de la comunidad y sus perspectivas, así como a otros temas de interés de la actuación del Gobierno andaluz en la materia.
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-¿Cómo se va a comportar el año 2015 en Andalucía? ¿La crisis aquí también es historia?
-2015 es un año que los economistas decimos que nos gustaría tener siempre, con un crecimiento económico importante, una baja inflación, tipos de interés en mínimos históricos, equilibrios en los tipos de cambio, auge del comercio mundial, el PIB en la media histórica. Es un año de equilibrio y de crecimiento en todo el mundo. Las economías asiáticas crecen desde hace mucho tiempo y los países desarrollados se están recuperando con bastante fuerza. Europa es la zona más rezagada, pero la probabilidad de recesión es muy baja. Nadie apuesta porque sea peor que 2014.
-¿Y cómo queda Andalucía en este marco?
-El mundo va a crecer medio punto más, Europa va a estar por debajo de su potencia, y España y Andalucía también. El crecimiento medio de Andalucía llega a ser de un 3% y el de España un 2,5%. Para el año que entra se espera el 2%, que es mejor que este año, pero aún lejos de nuestro crecimiento potencial. Va a ser un año donde se consolide la recuperación. La deflación se romperá. La construcción va a tener crecimientos, aunque bajos, el consumo público y la inversión privada dejarán de decrecer y el empleo pasará de tener tasas muy moderadas a un incremento superior al 1,5%. Subirán los salarios, también los públicos. La recuperación de la paga extraordinaria va a suponer un 4% de subida.
-Un año mejor, pero ¿es suficiente?
-La situación sigue siendo todavía muy compleja. No se pueden confundir estas tasas positivas de crecimiento, empleo o sueldos con que la situación deje de ser muy mala. Si te han recortado el salario un 50% y te aumentan un 1% todavía estás muy lejos de volver a lo que tenías.
-¿Qué va a pasar con el empleo?
-La recuperación del empleo que se tenía en 2007 no se va a lograr en España hasta 2025. En Andalucía nos hemos propuesto que sea en 2020. Para ello hacen falta condicionantes que no se dan en estos momentos, como es la recuperación de la inversión pública, que es clave.
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-Dijeron que el año acabaría por debajo del millón de parados, pero no parece que se vaya a conseguir ¿Ha sido un error de cálculo?
-Todavía no ha terminado el año y a lo mejor nos llevamos una sorpresa. Hicimos un plan para la presidenta con una senda que se va cumpliendo, y creemos que se va a conseguir. Puede estar entre 996.000 y 1.004.000, pero con toda seguridad el año que viene va a estar por debajo. El hándicap ha sido la mala cosecha de la aceituna, que ha reducido de manera importante el número de jornales.
-¿A qué atribuye la recuperación de la economía, si objetivamente no va mejor ni la actividad privada ni la pública?
-El milagro viene del Banco Central Europeo, que tomó la decisión de garantizar que ningún país va a caer. Las tres palabras de Draghi detuvieron la caída de las primas de riesgo. su impacto ha sido espectacular, mucho mayor que todos los fondos europeos. El endeudamiento público es un billón de euros, el privado, dos billones de euros. Que la prima caiga 1,7 supone 51.000 millones de euros, que es un impulso económico del 5,1% del PIB. Debería haberse hecho mucho antes. Si estuviera mutualizada la economía no se habrían producido esas disparidades del riesgo por países, que lo pagan los ciudadanos.
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-Y ahora baja el barril de petróleo...
-Ese es otro regalo. El precio del petróleo ha caído un 30%. Para un país que importa 36.000 millones de euros representa más de 10.000 millones de euros de ahorro. Es un 1% del PIB, lo que unido a lo anterior supone un impacto 6,1%.
-¿Y las repercusiones en Andalucía?
-Tenemos 170 mil millones de crédito privado y público y un endeudamiento de la Junta de Andalucía del 19% del PIB, más de 25.000 millones de euros. Supone un impacto económico de 3.500 millones de euros en materia de crédito y 1.300 de la factura del petróleo, lo que representa un 3,3% de impacto directo, del ahorro de coste de la financiación y del ahorro energético, que va unido al 6,1% de la economía española.
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-¿Cómo puede Andalucía aprovechar esta situación, con políticas propias?
-Andalucía no puede actuar en política monetaria, ni en política de rentas. Tampoco tenemos capacidad fiscal, nos marcan techo de gasto y déficit, nos deja muy poco margen de maniobra, sólo tenemos política de oferta a largo plazo. A corto se trata de lograr que la gente no sufra las condiciones macroeconómicas a través de los programas que intentamos poner en marcha.
-¿Por ejemplo?
-Por medio de la inversión pública, el plan de choque que hemos puesto en marcha y está terminando con buena evaluación. La idea puede parecer sencilla, pero es muy complicada de gestionar, darle transparencia absoluta, de gestión de obra pública, para que vaya a pequeñas empresas y éstas contraten a parados de larga duración a nivel local. Lo sencillo es si me voy a gastar 400 millones de euros para reformar mil colegios se lo doy a una empresa y me ahorro muchos dolores de cabeza. Fraccionar 600 contratos, y controlarlos, a 400 empresas, a nivel local, es una locura, y quizá haya sido un exceso de voluntarismo, pero está funcionando, se ha hecho muy bien. Preveíamos hacer mil obras y vamos a hacer 1.200 porque la competencia ha tirado los precios a la baja. Lograr eso ha sido una de las experiencias más complejas de la historia de la autonomía, pero ha dado resultado.
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-Las ayudas a autónomos, a empresas, las líneas de apoyo al empleo bajo sospecha, la investigación del 'caso Edu'. ¿La administración no lo ha controlado?
-Observo mucha demagogia en algunos casos. La administración es demasiado inextricable y eso juega en su contra. Por supuesto que, tanto desde la perspectiva del gasto, como de los ingresos públicos, los controles pueden ser insuficientes. Los inspectores de hacienda del Estado se quejan de escasez de medios para denunciar el elevado fraude fiscal de España. La Junta de Andalucía es la administración con más órganos de fiscalización del gasto de España y de la UE: Los funcionarios públicos que realizan los expedientes, la intervención general de la Junta, auditorías externas de control, la Cámara de Cuentas de Andalucía y el Tribunal de Cuentas del Estado. Cinco y hasta siete instancias si son fondos europeos e interviene Europa. También se nos puede acusar de falta de agilidad por parecidos motivos.
-La Cámara de Cuentas ha sido muy crítica.
-Desde la Junta tenemos el máximo respeto a la Cámara de Cuentas y a todos los órganos de externos de fiscalización. Quizá lo que el ciudadano pueda no entender es que haya informes que lleguen siete años después de producirse los hechos, pero también es cierto que hay escasez de medios en la Administración, que la crisis ha aumentado. Por otro lado, creo que los informes deben de ser pedagógicos y que no pueden incluirse términos como el de «exoneración», que no existen en la ley de subvenciones ni en la de Hacienda Pública. Exonerar es perdonar, dejar de justificar. La Ley de Hacienda Pública andaluza recoge la exceptuación, que es ampliar el plazo de la justificación, que puede deberse a muchos motivos. Si una empresa que entrega su documentación a tiempo y la administración no llega en plazo a visarla ¿por qué se va a quedar sin optar a otra subvención? En todo caso, esa práctica que puede ser lógica en situaciones de dificultades administrativas, no tiene que ser la norma habitual.
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-¿Entonces, para usted es un problema la falta de medios?
-¡Pues claro! Vamos a aclararnos. En muchas ocasiones se acusa a las administraciones de que hay muchos funcionarios y ahora vemos que faltan. Desde 2010 se ha paralizado la función pública por la crisis. Claro que hay desajustes. Y la administración no es demasiado flexible, pues la función pública es muy rígida para, precisamente, garantizar la independencia de los funcionarios. No es tan fácil.
-¿Hay corrupción en el plan de los autónomos que ha objetado la Cámara de Cuentas?
-¡No! ¿Cómo va a haber corrupción en una medida de 7.000 euros que se concedían en riguroso orden de llegada a los que cumplían los requisitos? El primero que llegaba tenía derecho si cumplía las condiciones, que es lo que siempre ha pedido el PP. ¿Cómo va a ser eso corrupción? Un disparate. La mayor parte de las ayudas que se dan en este país son así. Hacer algo que le valga a la gente está bien. Hay un límite de presupuesto y se conceden a los primeros que lleguen que cumplan los requisitos. Es perfectamente válido este criterio en muchas ocasiones. ¿Eso es malo? Creo que no es ni malo ni bueno, depende. El informe de la Cámara puede llevar a confundir en este sentido y de eso sí me quejo. Da lugar a la confusión porque parece hablar de 115 millones sin justificar por los autónomos. Y eso no es cierto. Lo que sí ha ocurrido es que la administración no ha podido comprobar las justificaciones de los autónomos. También es cierto que dos de cada tres euros de ayuda están comprobados. Desde comienzos de 2014 se han tomado medidas, con un equipo de 20 personas que lo esta agilizando de modo que a todo aquel que no haya justificado bien las ayudas se le requerirá el reintegro.
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-La impresión es de caos, subvenciones que no llegan, exceptuaciones, investigaciones judiciales, etc, y también de fraude.
-Yo soy más partidario de los créditos fiscales que de las subvenciones. Son más ágiles y no tienen límites presupuestarios y se evitan fraudes en las declaraciones de impuestos, que alcanzan un 30% o más, dicen los inspectores de Hacienda. En el caso de los autónomos, hemos cambiado las subvenciones desde 2013. Los reglamentos ahora son más ágiles y eficientes, previenen el fraude y priorizan la industria, la cualificación, el empleo, el uso de tecnologías y las aéreas con más problemas laborales, son competitivas. Esa norma nos la están copiando otras administraciones.
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