Demasiadas sombras sobre el 'plan Juncker'

El plan, que acaba de ser enunciado por el presidente luxemburgués, no estará aprobado hasta medidados del año próximo y su reglamento no se conocerá hasta el mes de enero, por lo que hasta ahora todas las valoraciones se están haciendo de oído, sin bases ciertas. Sí se sabe que la evaluación de los proyectos presentados no será filtrada por los países, sino que estará a cargo de un comité europeo, y que no habrá cuotas, ni por países ni por temáticas. Es más, la tendencia que parece cuajar es la de proyectos conjuntos transnacionales, como el que están engendrando España, Francia y Portugal para una conexión interenergética.

El aspecto económico genera serias dudas, según un portavoz del PP-A. La delegación del partido que viajó a Bruselas regresó con la idea de que «no hay un duro» y eso se plasma en el Plan, que fija buena parte de su dotación, 16 mil millones, a préstamos del BEI, 6.000 millones, y a la iniciativa privada, con intención de movilizar 315 mil millones. Pese a este serio inconveniente, ya se han presentado en toda Europa proyectos por valor de 1,8 billones de euros, cuatro veces más de los fondos disponibles, de los cuales 78 mil millones corresponden a proyectos presentados por Alemania o 50.000 millones por España.

Por ello, el PP andaluz advierte de que la viabilidad económica y la rentabilidad serán elementos clave para que los proyectos salgan adelante, si han de contar con apoyo privado. En este sentido, valoran que alguna iniciativa andaluza, como el tren de la costa del sol, podría tener interés comercial para algún promotor privado, pero difícilmente lo logrará otros proyectos de la lista de la Junta de Andalucía, como las autovías del Olivar o del Almanzora.

En este sentido, el PP-A piensa que «el lunes Rajoy tomará la lista que le presente Susana Díaz, le prometerá máxima colaboración y lealtad institucional, pero difícilmente poco más», por lo que creen que «no hay que generar frustración porque las cosas no salgan» y temen que la presidenta andaluza «lo utilice en su estrategia de confrontación», aunque concede que en esta ilusión colectiva que ha generado en Plan Juncker han entrado hasta sus propios alcaldes, que incluyen planes propios en lo que han dado en llamar «carta de los reyes magos». Hay incluso una instrucción de la vicepresidencia del Gobierno alertado de no inflar las expectativas por el plan.

Fuentes gubernamentales incluso advierten del peligro de que el proyecto del presidente de la Comisión se emplee para «aliviar la financiación de proyectos en curso», en vez de plantear otros nuevos. Fuentes diplomáticas citadas por la agencia Efe indicaron que «nos preocupa la generación de expectativas y la frustración del no cumplimiento de las mismas, porque eso afecta a la visión que los ciudadanos tienen de Europa», y sentencian: «Hay que ser ambiciosos, pero no disparatados».