Edición

Borrar
Equipos policiales en la escombrera de Camas buscan los restos de Marta del Castillo.
Nadie cree a Carcaño

Nadie cree a Carcaño

Los agentes rastrean de nuevo la escombrera desde el miércoles pasado | Aún queda buena parte del solar por excavar y fuentes de la Jefatura dijeron que terminarán el trabajo y no volverán a Majaloba

Lalia González-Santiago

Miércoles, 2 de julio 2014, 01:07

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La búsqueda del cadáver de la joven Marta del Castillo parece haber entrado en un bucle infinito y kafkiano, cada vez más cansino y doloroso para la familia de la víctima. La Policía mantiene el rastreo en la escombrera de Camas, a pesar de que el asesino insiste en que no está ahí, y descarta volver a buscar en la finca Majaloba, donde Miguel Carcaño asegura de nuevo que la enterró.

Es cierto que la credibilidad del condenado por el crimen está bajo cero, pero la situación es que los investigadores dan más crédito al 'test de la verdad' que se le hizo en la Universidad de Zaragoza que a las declaraciones de Carcaño que, si bien ha dado ya siete versiones diferentes, nunca ha dicho que el enterramiento se llevara a cabo en Camas.

Los agentes rastrean de nuevo la escombrera desde el miércoles pasado. Aún queda buena parte del solar por excavar y fuentes de la Jefatura dijeron que terminarán el trabajo y no volverán a Majaloba. Su única pista son las ondas cerebrales que se registraron en el mencionado test cuando Carcaño vio imágenes del lugar. Unos huesos humanos hicieron concebir esperanzas, pero procedían de un antiguo cementerio del siglo XVIII.

Ayer, Miguel Carcaño insistió en su última versión, en una declaración por videoconferencia desde la cárcel ante el juez número 4, que le imputa por un nuevo delito contra la integridad moral derivado del daño causado a la familia. Aseguró que el cuerpo está en la finca Majaloba, donde fue enterrado después de que su hermano, Francisco Javier Delgado, matara a la joven al golpearla con la culata de una pistola.

Es más, dijo que en este caso no mintió, que nunca ha dicho que el cuerpo estuviera en Camas y que su intención es «ayudar a la familia y no causarle ningún daño». Ignora por qué no ha aparecido en las zanjas que la Policía ha realizado en Majaloba y apuntó la posibilidad de que alguien lo haya cambiado de sitio, según recoge la agencia Efe de fuentes del caso.

Todo hace pensar que Carcaño, condenado a 21 años y 3 meses de cárcel por el asesinato, quiere evitar que le sentencien por este nuevo delito. La Justicia cumple el trámite, entre tanto, tras pedir la sección tercera de la Audiencia que se investigue el cargo de daño a la integridad de la familia, por el que la fiscalía ya consiguió que le condenara el Tribunal Supremo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios