El verdadero mar de plástico
Ecologistas, submarinistas y pescadores de Almería alertan del grave problema de plásticos en nuestras costas
JULIO VALDIVIA
ALMERÍA
Sábado, 5 de marzo 2022, 22:59
Los plásticos inundan los mares, y no parece que el fenómeno se pueda frenar, al menos en el corto plazo. Convertidos en auténticas alcantarillas en ... las que acaban restos de la actividad humana tanto en el mar como en el interior, el problema está afectando gravemente a la biodiversidad, como vienen alertando desde hace años organizaciones ecologistas.
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El Mediterráneo es uno de los mares más contaminados, algo que se deja notar en las zonas más cercanas a las grandes aglomeraciones urbanas, como Roquetas de Mar. En sus costas, concretamente en sus praderas de posidonia, un equipo de investigadores de varias universidades y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes, del CSIC, encontraron 2.173 micropartículas de plástico de menos de cinco milímetros en cada kilo de sedimento, hasta 30 veces más que lo encontrado en isla Cabrera (Baleares).
Unos niveles que los investigadores del estudio relacionan directamente con la agricultura bajo plástico y que «demuestra una relación directa con la creciente presión antropogénica sobre el medio ambiente costera durante las últimas cuatro o cinco décadas». Además, advirtieron que la contaminación plástica se está extendiendo lejos de sus fuentes, «incluso en áreas protegidas remotas».
Organizaciones como Greenpeace llevan años alertando de los riesgos de lo que califican como una «espiral mortal» en los océanos y aseguran que más de 200 kilos de basuras van a parar a los mares de todo el planeta cada segundo. Un problema visible, con la presencia en la superficie de todo tipo de plásticos, que pueden incluso ocasionar la muerte de animales marinos como los delfines o las tortugas, cuyos cuerpos aparecen a menudo en las cosas envueltos en redes y otros elementos contaminantes. Pero sobre todo es un fenómeno invisible, ya que la mayor parte de estos residuos plásticos se acaban descomponiendo en microplásticos que se depositan en los fondos marinos afectando a todo el ecosistema.
Bolsas de plásticos, botellas, restos agrícolas y todo tipo de residuos urbanos, así como artes de pesca, inundan las costas almerienses, como confirmaron a IDEAL ecologistas, submarinistas y pescadores.
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Francisco Toledano, de Promar, explicaba en este sentido que en el mar se encuentra mucha basura procedente de vertidos en ramblas, de residuos urbanos o, por ejemplo, restos de invernaderos cercanos a la costa que quedan abandonados y cuyo plástico va siendo arrastrado por el viento al mar a medida que se deteriora.
Comemos plástico
A diferencia de otros residuos, la peligrosidad del plástico es que según se va degradando las partículas que se forman son cada vez más pequeñas, pero no desaparecen, acaban depositadas en el fondo del mar, en el cuerpo de las especies marinas y, en última estancia, en los humanos. «Estamos ingiriendo plásticos sin darnos cuenta», advierte Toledano en este sentido.
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Promar denuncia que hay desaprensivos que vierten basuras directamente en el mar o que lo hacen en las ramblas, que tras los temporales, acaban también en el mar.
Una queja que también viene denunciando Ecologistas en Acción, organización que ha creado una aplicación (StopVertederos) para tener localizados y documentados los vertederos ilegales y reportarlos a las autoridades, una lucha a la que también se ha unido la organización Coexphal con una iniciativa similar.
Unos y otros se quejan de la falta de control suficiente por parte de las administraciones competentes, Junta de Andalucía y ayuntamientos, que no actúan con rapidez en la eliminación de los vertederos ilegales y, según aseguraron, tampoco sanciona tanto como debería este tipo de prácticas.
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El 90% del plástico de invernaderos se recicla
Aunque muchas miradas se dirigen al sector agrícola cada vez que se habla de los plásticos que inundan el mar, desde organizaciones como Coexphal se ha resaltado el esfuerzo que el sector viene haciendo para reducir los residuos, son plenamente conscientes del daño a la imagen que hacen los vertederos ilegales. Por ello, en los últimos años se ha conseguido que el 90% del plástico de invernaderos se recicla, ya que tiene valor económico y los agricultores cobran por entregarlo. Este plástico es tratado por gestores autorizados en Almería, y de él se obtiene materia prima para fabricar mobiliario urbano, cajas y otros elementos. Más difícil es el plástico fino usado por ejemplo en los suelos, sobre todo desde que China rechaza el que sobrepasa un 5% de impurezas, pero también se está tratando, en este caso a través de un gestor de Murcia con tecnología para separar los restos del plástico.
Rosa García, de Aproa, la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Andalucía, en la que participa Coexphal, destacó las medidas que se están tomando, como una línea telefónica directa para denunciar vertederos que, tras las debidas comprobaciones de la organización, son reportados a las administraciones. García también apuntó a la necesidad de controlar a los gestores ilegales, que acuden a las explotaciones para retirar plásticos, pero que operan fuera de los circuitos legales establecidos, deshaciéndose de lo que no les sirve en lugares no habilitados para ello como las ramblas. También se ha defendido la necesidad de seguir concienciando.
Aunque los ecologistas señalan al sector agrícola como uno de los principales causantes de la contaminación de plásticos, también hay otros focos, como la contaminación urbana, especialmente problemática en lugares con mucho viento como Almería, que arrastra residuos como bolsas de plástico o botellas al mar, a los que se ha sumado en los últimos dos años otros elementos como las mascarillas usadas para protegernos de la covid-19.
Los submarinistas apuntan directamente a las actitudes incívicas y la proliferación de residuos urbanos como el principal problema de contaminación de plásticos en el mar. Alejandra Pérez, de Aquatours, empresa de buceo radicada en Aguadulce, explicaba a IDEAL que han detectado que en verano se ven muchos más plásticos y, sobre todo, en las playas menos urbanas, ya que las más usadas suelen tener servicios de limpieza mucho más importantes y efectivos, tanto por tierra como por mar.
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«Donde hay recogida sistemática no se nota, pero donde no la hay pues sí. A medida que te alejas y vas a playas menos urbanas, como por ejemplo, las que se encuentran en los acantilados de la Sierra de Gádor desde Aguadulce a Almería, o en las playas de Punta Entinas, la cosa cambia», aseguraba Pérez en este sentido.
Otro de los graves problemas detectados por los submarinistas son los restos de pesca, especialmente la pesca recreativa. «Muchas veces usan hilos de pesca mucho más gruesos de los necesarios y en todos los acantilados hay una gran cantidad de hilos de pesca que retiramos casi todos los días en cada inmersión, pero el gran problema de las zonas de pesca es que están repletas de botellas de plástico, vidrio y latas», afirma.
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Pescadores
Los pescadores también sufren el problema de acumulación de residuos en el mar, como reconoció a IDEAL Gaspar Jiménez, de la Cofradía de Pescadores de Garrucha. Los caladeros de gamba roja, que es uno de las principales riquezas de la zona no se han visto muy afectados, pero sí otro tipo de lugares donde los pescadores encuentran «cantidades enormes» de residuos de todo tipo, especialmente en los meses posteriores a las grandes riadas que se produjeron hace unos años y cuyos residuos, echaron a perder los caladeros durante años, según aseguró Jiménez. Restos de sistemas de regadío, electrodomésticos o neumáticos llenaron a diario contenedores de basuras en los barcos de pesca del Levante, que se sumaron a los que ya se sacan de forma habitual en todo el litoral, como mascarillas, latas o bolsas de plástico.
Jiménez también apuntó a otro problema de residuos que se produce en muchas zonas, como son los emisarios submarinos que expulsan al mar todo tipo de restos urbanos, algunos de los cuáles acaban apareciendo en las redes de pesca posteriormente.
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Para atajar estos problemas ya se trabaja desde la Administración en nuevas normativas como la Ley de Economía Circular de la Junta de Andalucía, en la que se quiere poner el acento en la reutilización, algo que según la Administración autonómica también generará miles de empleos 'verdes' en los próximos años. También desde el Gobierno de España se trabaja en la Ley de Residuos y Suelos contaminados, que pretende limitar mucho el uso de los plásticos, regular los suelos contaminados y dotar de mayor eficiencia al actual sistema de recogida de residuos, muy cuestionado por las organizaciones ecologistas por las tasas de reciclado de elementos como los envases, en contraste con los sistemas existentes en otros países que fijan fianzas económicas que solo se devuelven cuando el envase se entrega en puntos de recogida.
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