El presunto fratricida de Gérgal dice que iba bebido y que la escopeta se disparó sola

Así lo ha asegurado durante su declaración en la Audiencia de Almería, donde ha manifestado que la noche previa a los hechos había acudido a las fiestas de la pedanía gergaleña de Aulago, en las que acabó "harto de beber" y donde le dieron una "pastilla fuerte".

"Me la echaron, porque yo bebo y no pierdo la onda de saber dónde he estado" ha dicho antes de insistir en que "iba borracho, cada vez más, y no recuerdo ni la mitad de cosas".

Según su relato, esto ocurría horas antes de que el marido de su sobrina, J.O.L. acudiese a Gérgal junto a I.L.C., hermana del acusado, y C.M.F., un amigo, para recoger unos muebles de cocina en virtud a un acuerdo alcanzado en los juzgados tras la denuncia presentada por N.B.L., la sobrina del acusado.

Juan L.C. ha mantenido que se despertó en la casa de su madre y se encontró con que no había agua, por lo que acudió al inmueble de al lado, en el que se encontraba la cochera en la que estaban almacenados los muebles, para buscar una llave que le permitiese conectar el suministro.

Durante la vista oral ha insistido en que estuvo un rato en dicha cochera, hasta que escuchó a varias personas, entre ellas su hermana y una vecina, M.V.E.A., conocida de I.L.C., que se había parado a hablar con ésta, diciendo que su hijo "iba a ser un drogadicto igual que su padre".

El acusado ha dicho que al oír esto buscó la escopeta, que estaba oculta entre unas cajas, subió a la planta superior y disparó "para hacer ruido y que me vieran. La escopeta estaba descargada, no sabía que había cartuchos en la recámara".

"No iba con la intención de matar a nadie, pensaba que estaba descargada" ha reiterado. afirmando que el primer disparo se efectuó cuando quitó el cerrojo del arma y aún no había llegado a la ventana: "me fui acercando y fueron saliendo, cuando me fui de allí no sabía lo que había pasado, fueron décimas de segundo, yo no apunté a nadie".

En este tiroteo murió I.L.C., y M.V.E.A., J.O.L. y C.M.F. resultaron heridos.

Juan L.C. ha añadido que salió corriendo "en dirección al cuartel de la Guardia Civil", tiró la escopeta en un contenedor, aunque "como no iba bien, en lugar de ir a la Guardia Civil tiré para el cementerio y me quedé allí pensando sin saber qué hacer porque no sabía lo que había pasado".

Según él, supo que su hermana había muerto cuando a los "tres o cuatro días" habló con su hijo por teléfono y éste le dijo que se entregara porque "todo el mundo me andaba buscando".

Durante el juicio, los guardias civiles que han testificado han puesto de manifiesto que existía una mala relación entre el acusado y su hermana, y han puesto en duda que una escopeta de ese tipo pudiese dispararse de forma "automática".

El Ministerio Público interesa penas que suman 59 años de prisión para Juan L.C., por delitos contra la administración pública, asesinato, asesinato en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas.