La comida almeriense, compartida en Feria, sabe mucho mejor

Comenzando a hervir agua junto al resto de compañeros de cocina, se encuentra Joaquín al que, evidentemente, le gusta lo de hacer buena comida. En casa suele ser el que cocina y, a pesar «de que lo hago por gusto, la cocina siempre es inventar cosas, y de una comida vas sacando una cosa otra hasta que llegas a lo que tú quieres en concreto», dilucida el aspirante. No es la primera ocasión en la que se inscribe en este concurso gastronómico. «He participado 5 años y mi mejor posición la obtuve hace cuatro», en una edición en la que obtuvo un valioso segundo lugar con un plato de acelgas.

Aposentadas junto a la olla, se encuentran un 'puñao' de verduras de la tierra con las que el cocinero va a trabajar. «No quiere decir que no tengas que comer pescado o carne», matiza el chef. De hecho, adelanta que va a preparar un pulpo con verduras. Durante el proceso de elaboración, primero debe cocerlo y pasarlo por la sartén «porque aquí no hay parrilla», para luego asar las verduras como guarnición.

María Vargas es otra de las participantes, la más joven a sus 25 años, y deberá competir contra expertos veteranos de los fogones. A su lado, se encuentra su padre, pero en esta ocasión ella no va a ser su pinche, labor de la que se ha emancipado. «Siempre hemos venido juntos, llevo desde los 7 años viniendo». Pese a sus 18 años de experiencia en el Concurso Gastronómico, «estoy nerviosa y nunca he estado nerviosa, pero este año al ser yo sola sale mi nombre y me da más respeto», relata María, que esta vez tendrá de pinche a su marido. «Somos muy cocinillas, entonces le dije bueno, este año me ayudas y vamos a presentar una carrillera de pera como tapa para optar a la gran final», desgrana la aspirante. 

Por sus venas corre auténtica sangre gourmet, pues ya su abuela era una asidua a, no solo participar en el certamen, sino a acabar en la primera posición. «Mi abuela murió hace mucho tiempo y también yo vengo por seguir un poco la tradición, la verdad, y ella ganaba siempre. No había nunca un concurso que no ganaba y mi padre ha ganado también un par de veces», afirma la concursante. 

Difícilmente no podría hacer uso de una afirmación que aseveran muchos, pero de la que ella tiene pruebas: «Mi abuela era la mejor cocinera que de Almería, la gente que lleva aquí en este concurso años, años, años y años sabe que Dolores 'La Rubia', como le decían, era la mejor de Almería, así que estamos aquí por ella», concluye. 

A su lado se encuentra su padre, José, emplazando «unas papas bravillas». Un plato a primera vista sencillo, pero que conllevan un proceso minucioso para que queden al gusto del chef. Todo empieza, evidentemente, pelando y cortando las patatas. Se añade un poquito de sal y ya luego, cuando estén bien cocidas «que no estén tampoco mucho, se fríen un poquito».

La salsa, «es de tomate», pero no un tomate frito, sino salsa de tomate a partir de concentrado de la hortaliza. Pero, como cada plato, lleva también su toque personal. «El tomate tienes que saber hacerlo, quitarle el agua, quitarle la acidez… Todo el mundo cree que unas bravas es algo fácil porque es papas y salsa, pero hay que tener todo metido, buen ojo y gusto. Esta salsa no tiene agua, toda es salsa de tomate y un poco de picante», desgrana el cocinero, que explica que fue en 2004 cuando José se alzó con el primer puesto de este concurso con un arroz con pulpo.

Isabel es otra de las experimentadas chefs que lleva acudiendo a esta cita años. En su casa prepara «toda la comida que he aprendido de aquí, de Almería. Habichuelas estofadas, cocido, potajes, gachas, migas y las manitas de cerdo que he hecho con garbanzos» y que presenta como plato de acceso a la fase final. De todos ellos, su predilecto son las gachas «me gustan mucho, las he hecho hace poco y cuando las hago las preparo en esta olla para cocinar para multitud de gente, que me gusta», detalla.  Los cuchillos, cucharas, espátulas y sartenes son su pasión y, «si me invitan a cualquier casa, termino cocinando donde vaya, me pongo a ayudar en todo, las paellas, el arroz con pulpo… Todo».

Para elaborar las patas de cerdo «aunque vengan limpias, me gusta repasarlas, las pongo a hervir, las espumeo, les pongo su sal, una hojita de laurel, le echo una cabeza de ajo con unos clavos pinchados y luego el sofrito aparte. Las tengo un cuarto de hora en mi olla y luego las pongo otra media hora ya con el sofrito, con garbanzos, almendra, cebolla, el pimiento seco y su pimentón», una auténtica delicia para los oídos y que más tarde lo será para el paladar, pues, bien hecho, «no puede fallar». Tanto es así que, «cuando las hago, me desaparecen todas».

Finalmente, para la gran final, que se desarrollará hoy de 12.00 a 14.30, aproximadamente, se han clasificado María Vargas (carrillada de pera), Isabel Fernández (patas de cerdo), Juani Pérez (jibia en salsa), Joaquín Felices (parrillada de verdura con pulpo cocido y frito, además de patatas con salsa de almendra, tomate y ajos asados) y Alba Ripoll (tartar de tomate).

Los cinco finalistas tendrán algo más de dos horas para preparar unos gurullos con jibia además de una tapa libre. Se establecen los siguientes Premios, a los cuales se le practicarán las retenciones oportunas en concepto de I.R.P.F. Primer premio de 1.000 euros y diploma, Segundo premio de 500 euros y diploma y dos accésits dotados con 200 euros cada uno y diploma.

El jurado estará compuesto por José Carlos Salinas, de Obrador Las Pitas, Rafa Rodríguez, de la Asociación 'Almería Gastronómica' y de Gastronomy and Art, Mercedes Carmona, de Restaurante La Casualidad, Fernando Ojeda, en representación del sector pesquero y José Juan Salinas, de Salvador Salinas Distribuidor de Alimentos.

Hay que recordar que el VII Concurso de Gastronomía 'Minichefs Almería' se celebrará el viernes, 25 de agosto, a partir de las 11.30 horas.