La batalla de los gurullos deja un ganador y la panza llena
Los aspirantes debían preparar una olla del tradicional plato de cuchara almeriense y una tapa de libre elección para optar a los premios.
David Roth
Almería
Miércoles, 23 de agosto 2023, 23:15
Como plato principal, gurullos con jibia, como entrante, una tapa de libre elección. Este era el menú que los cinco finalistas del 27º Concurso de ... Gastronomía 'Feria de Almería', organizado por primer año por la Asociación 'Almería Gastronómica', tenían que preparar un espacio gastronómico del Paseo de Almería a reventar durante la mañana de ayer.
Pero antes de comenzar con el proceso de elaboración, eran indispensables los ingredientes que requiere este tradicional plato de cuchara almeriense al que, quizás, no acompañaban los 41 grados a la sombra que se podían 'degustar' en la capital ayer.
Para llenar el carrito, los concursantes disponían de 20 euros a utilizar en el epicentro gastronómico de la capital: el Mercado Central. Ya en la pescadería del emblemático recinto, se encuentra Joaquín revisando cada uno de los puestos minuciosamente en busca de la jibia perfecta. «Hasta ahora he visto un sitio donde hay jibia, pero muy pequeña», cuenta el cocinero. Su objetivo es «una pieza un poquito más adecuada a los gurullos que voy a hacer», apunta.
Adelantando cómo tiene pensada la elaboración del plato, «lleva un sofrito de cebolla, tomate, pimiento, pimiento rojo, pimiento verde, pimiento seco, habitas, unos guisantes, garbanzos, 3 o 4 dientes de ajo y patatas». Todo va machacado y directo al refrito, «vuelta y vuelta y después va a la olla junto a la jibia».
Joaquín es todo un experto en la gastronomía almeriense. «No tengo problema en preparar cualquier plato típico de Almería ni cualquier plato tradicional», explica mientras ultima los 30 minutos de los que dispone para hacer la compra
Tras avasallar con los 'stands' de los puestos del mercado de abastos, toca encender fogones y echar los ingredientes en la cazuela. De ello se encarga ya Isabel que, después de alcanzar la final el martes con un plato que podía traer hecho desde casa, ahora le va todo «un poquillo más acelerado». Y es que cocinar a contrarreloj es más complejo que hacerlo a fuego lento. «A mí me gusta hacer mis cosas tranquila, que nadie me meta prisa», dice la concursante.
También ha traído un tupper, porque «aquí no se puede preparar todo». El contenido del mismo se transformará, tras pasar por un complejo proceso químico, dígase freír, en unas tortas de bacalao con miel. Una tapa que va a elaborar antes de comenzar con los gurullos «para que se enfríen y se puedan comer, que si no sale ardiendo».
Volviendo a Joaquín, ya con los ingredientes en la mesa, el sofrito comienza a tomar forma. «Primero hemos echado la cebolla; ahora le vamos a poner el pimiento y por último el tomate».
Su tapa, por otro lado, es cuanto menos exótica. «Vamos a hacer bimi a la vinagreta. Un salteado con bimi (una verdura de la familia del brócoli), a los que se les echa un poquito de sal, un poquito de pimienta, vinagre, tomillo, piñones y sésamo», desgrana el chef. Durante el proceso, el aspirante no desvía la atención ni con el crono acercándose a su final. «Nunca puede perderse la concentración porque, si no, no terminaría de hacer el plato», argumenta mientras prosigue equilibrando el sabor de lo que en pocos minutos serán unos buenos gurullos.
Alba y Sole, hija y madre, chef y pinche, también están ya inmersas en la cocción de las patatas. El objetivo, «quedar lo mejor posible». Sin tiempo apenas de explicar su tapa, una de las cocineras que se encarga de aconsejar a los participantes durante la prueba alerta a los demás: «¡Huele a quemado!», dice. «A nosotros no será, si se quema el agua, mal vamos», responde Alba. Mientras las papas se cuecen, toca adelantar trabajo preparando y cortando la jibia. Por otro lado, la tapa que van a elaborar será «un puré de patatas con pimentón, pulpo seco y un poco de pesto». Los pasos son sencillos: «Hago el puré de patatas, le añado un aceite que hago yo con el pimentón tostadillo, el pulpo seco, que me gusta cocerlo para que no quede chicloso y le echamos un pesto de albahaca, piñones, aceite y parmesano», detalla.
Ellas son muy de cocinar en casa y de hacerlo juntas. «Lo que aprendo es de ella», admite Alba acerca de las enseñanzas de su madre. Habitualmente guisan de todo, desde cocina tradicional hasta innovadora «yo que soy la moderna», cuenta la concursante. Si además de pasar una buena mañana estrechando lazos maternofiliales, se llevan un buen premio en metálico, «seguramente lo invirtamos en cocina, pues miramos muchos cursos y estudios, o sea que a algo de eso irá», finaliza la aspirante.
Pasan los minutos y la cuenta atrás llega a su fin. Aquellos que no han podido echar esa última pizca de sal, solo pueden arrepentirse. Los platos comienzan a surcar por la mesa en la que se encuentran los jueces encargados de valorar la calidad de los mismos y quiénes serán los agraciados con el premio. Un jurado que conformaron los profesores de la Escuela de Hostelería Almeraya, Juan Fernández, José Usero y María Krebs; el profesor de la Escuela de Hostelería Casa Campo de Madrid, José Ángel Sierra; y por el metre del Restaurante Argentino Taller de Sabores, José Vilches.
Tras evaluar cada plato y resaltar qué está muy bueno y qué podría haber estado mejor, finalmente, es Joaquín el elegido para llevarse esta vigesimoséptima edición del Concurso Gastronómico, y, a su vez, un premio dotado con 1.000 euros. El cuadro ganador lo completó Alba, con 500 euros como recompensa; la tercera posición fue para Isabel y la cuarta para María José Vargas, con premios de 200 euros ambas.
La final del concurso gastronómico infantil, 'Minichefs' será el sábado, 26 de agosto, a partir de las 11,00 horas.
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