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Horacio Coppola trae al CAF un Buenos Aires visto desde la Bauhaus

Horacio Coppola trae al CAF un Buenos Aires visto desde la Bauhaus

La muestra, que estará instalada en la sala de la primera planta del Centro, está compuesta por 124 imágenes, cuatro películas y 12 libros-catálogos sobre la obra del artista argentino

María Paredes Moya

Lunes, 7 de julio 2014, 13:10

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El Centro Andaluz de la Fotografía y Fundación Telefónica presentan desde el este 7 de julio, y hasta el 14 de septiembre, la muestra 'Horacio Coppola. Fotografía', una muestra de 124 imágenes, cuatro películas y 12 libros-catálogo sobre la obra de Horacio Coppola (Buenos Aires, 1906 2012), el mejor representante de la fotografía argentina del siglo XX. En total sintonía con los lenguajes artísticos de la Nueva Objetividad, el bonaerense Coppola frecuenta los últimos años de la Bauhaus, dirigida en aquel momento en Berlín por Mies Van der Rohe. Hacia finales de los veinte Coppola es responsable por romper totalmente con la tradición pictorialista. En la mayor exposición realizada hasta el momento en España, Fundación Telefónica reveló ya en 2008 en Madrid la vocación moderna de Horacio Coppola, que desde un primer momento hizo de la fotografía un lenguaje artístico autónomo, que se realiza a través de la geometría, de la abstracción y de las arquitecturas urbanas.

Reconocido como el fotógrafo de Buenos Aires por excelencia, el artista argentino, nacido en 1906, es responsable de introducir la primera mirada moderna en la historia de la fotografía argentina. ¿Qué significa exactamente ser moderno, en plenos años veinte y treinta del siglo pasado, en una "ciudad hormigueante, ciudad llena de sueños"? Coppola revela una temprana vocación por la geometría y la abstracción, como vemos a partir de sus primeras fotografías a finales de los años veinte, en un inconfundible recorte vanguardista, en sintonía con las corrientes de la Nueva Visión. Su tránsito por la Bauhaus de Berlín, en 1932 y 1933, consolida esta mirada y lo pone en sintonía con las vanguardias artísticas internacionales.

En el paisaje urbano de Horacio Coppola, tanto en el centro modernizante como en las orillas que confunden horizonte y cielo, el gran personaje es sin duda la propia ciudad. Son las multitudes, las instantáneas de los cuerpos y los movimientos de los transeúntes quienes dejan un registro del tiempo a través de los signos de la moda. Es una ciudad que, fotografiada desde sus diversos grupos sociales y registros arquitectónicos, se impone en su visión de totalidad al registro individual de los que se acaban convirtiendo en sus propios personajes.

El diseño fundacional cuadriculado de la ciudad se verticaliza vertiginosamente y Coppola, en 1936 y con ocasión del IV Centenario de la capital Argentina, se dedica a hacerle un registro total. En las cartografías urbanas de Horacio Coppola vamos al encuentro de una ciudad moderna, recortada por la verticalización de los edificios, donde se mezcla la luz natural y el artificialismo del neón, y donde los cortes geométricos de los toldos protegen las vitrinas con maniquíes. Estamos frente a la foule baudelairiana de una ciudad que revela en la primera mitad del siglo XX una vocación europeizante y cosmopolita.

Otra de las grandes iniciativas de las conmemoraciones del Cuarto Centenario fue la construcción del Obelisco y el ensanche de la calle Corrientes, convertida en una de las avenidas emblemáticas de la ciudad. Absolutamente fascinado por el ritmo vertiginoso y modernizante representado por el Obelisco, Horacio Coppola, fundador en 1929 del primer Cine Club de Buenos Aires, realiza una obra maestra de carácter constructivo, la película: "Así nació el Obelisco".

El vínculo de la mirada moderna con la arquitectura y con la ciudad es lo que marcó la carrera de algunos gigantes de la fotografía y del cine modernos: el París de Atget, Brassaï, Krull y Kertész; Berlín: Sinfonía de una gran ciudad (1927), de Walther Rutmann; la Nueva York de Stieglitz, Strand y Abbot, y finalmente, los Buenos Aires de Horacio Coppola.

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