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Playa de El Zapillo de Almería, en una imagen de archivo. R. I.

Veranear en las playas de Almería cuesta el doble que hace cuatro años

La capital almeriense está entre los destinos de costa más baratos del país aunque, desde 2021, el precio por una semana de alquiler se ha disparado

Alicia Amate

Almería

Viernes, 13 de junio 2025, 23:36

Alquilar un piso para pasar las vacaciones de verano en Almería es cada vez más caro, sobre todo, cuando lo que se busca es caminar lo menos posible para llegar al mar. En los últimos cuatro años, prácticamente se ha duplicado el coste medio de los apartamentos disponibles en la línea de costa del núcleo urbano de la capital, esto es, en barrios como El Zapillo, Nueva Almería o Ciudad Jardín. Mención aparte merecen las viviendas vacacionales situadas en El Toyo, Retamar o Cabo de Gata, cuyo coste es, en comparación, muy superior.

Los datos del informe 'Alquiler costas' de la empresa de tasación Tecnitasa de 2021 muestran que arrendar una vivienda de 80 metros cuadrados la ciudad de Almería tenía un precio de 425 euros para una semana. Cuatro años después, en su último estudio publicado este mes, el coste medio se elevaba hasta los 800 euros, 50 más que un año atrás.

Pero esa es la media. El precio por apartamentos de similares características supera ya los mil euros en el mes de agosto (por situar el análisis en el periodo de mayor afluencia de turismo) de acuerdo a algunas de las webs especializadas más populares.

La capital almeriense se ha situado en los últimos años, según esta misma empresa de tasación, entre los puntos con el coste más bajo de Andalucía por el alquiler de un apartamento vacacional en verano. En el otro extremo, coloca Grupo Tecnitasa a Marbella, donde puede costar por encima de 3.700 euros una semana de alojamiento. Pero en la provincia de Almería también hay alojamientos que alcanzan precios similares a los de la 'estrella' de la costa malagueña.

En Mojácar, por ejemplo, se pueden encontrar viviendas turísticas que superan los 300 o 400 euros por jornada. Algo que también ocurre en otros municipios eminentemente turísticos de Almería como Vera o Almerimar, en El Ejido, donde los apartamentos vacacionales se encarecen en base a su distancia a la playa, los metros cuadrados de la vivienda o los servicios de la misma.

Es más, incluso en el término capitalino, en las barriadas periféricas de Cabo de Gata o El Toyo también se ofertan alojamientos que, en una semana, pueden costar más del doble del salario medio de la provincia, que actualmente se queda por debajo de los 1.500 euros mensuales. Precios al alza que no frenan a los visitantes y, de hecho, las reservas en las páginas especializadas están, en algunos casos, por encima del 90% en los alojamientos que ofrecen.

Las mismas plazas

En todo caso, el análisis de los últimos años lleva a concluir que los precios se mantienen al alza en la provincia en general, donde el turismo está experimentando, también, un importante crecimiento. Sin embargo, la oferta de apartamentos para alojarse en vacaciones se ha mantenido más o menos estable cada verano en la última década, con ciertos altibajos.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrece mensualmente los datos de su Encuesta de ocupación en apartamentos turísticos. De ella se desprende que el mes de agosto destaca sobremanera en número de viviendas disponibles en la provincia de Almería, donde el pasado año había en el mercado 3.000 alojamientos de este tipo, con casi 13.500 plazas ofertadas.

La ocupación de este tipo de viviendas, por su parte, se mantuvo por encima del 80% –y del 85% en fines de semana– en el mes central del verano durante el año pasado. Anualmente se han ido superando los datos desde la pandemia, cuando se observa el pico más bajo en los últimos años. Aún así, la ocupación logró un meritorio 40% cuando el país aún estaba con restricciones a la movilidad bastante severas.

«Si siguen subiendo los precios, buscaremos sitios más asequibles»

Disfrutar de unas semanas en la playa está en los planes vacacionales de miles de familias de la provincia que residen lejos de la costa. En muchos casos, es habitual que cada verano repitan destino, incluso vivienda. Sin embargo, el repunte de los precios está provocando que estos hábitos varíen, reduciendo tiempos de estancia o buscando alternativas más próximas a las posibilidades de la economía del hogar.

«Ha habido una subida bestial –explica a este diario una de las tantas almerienses que tiene por costumbre pasar el mes de agosto en la cada vez más solicitada Carboneras– y el apartamento que he tenido durante años ya no está disponible». Ante esta situación, ella y su familia se han puesto manos a la obra para encontrar otra vivienda en el mismo municipio costero para disfrutar de las semanas de vacaciones, con una ingrata sorpresa: «Los precios están al doble ya que a nosotros nos respetaban el precio prepandemia».

A pesar de las circunstancias, tiene claro que este año repetirán en este pueblo del Levante pero no dudan en encontrar alternativas para el futuro. «Este año ya nos quedamos allí pero, si siguen subiendo los precios, buscaremos otros sitios más asequibles», concluye.

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