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Puertas de las celdas en las que duermen y pasan parte del día los internos en el centro.

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Puertas de las celdas en las que duermen y pasan parte del día los internos en el centro. A. AMATE

El último escalón antes de recuperar la libertad

El recién inaugurado centro de inserción social abre las puertas de las modernas instalaciones en las que los internos almerienses se preparan para su total reinserción

Alicia Amate

Almería

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Sábado, 5 de octubre 2019, 00:41

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Amplio, luminoso y moderno. Nada tiene que ver el aspecto del por fin inaugurado centro de inserción social (CIS) de Almería con las imágenes carcelarias asentadas en la memoria colectiva. Al contrario que el Centro Penitenciario 'El Acebuche' -su 'hermano mayor'- el CIS es un espacio libre de rejas, sin módulos separados ni grandes medidas de seguridad [tampoco exento de ellas, por supuesto] en el que los internos a punto de finalizar su condena comienzan a tratar con el mundo exterior bajo la supervisión aún de Instituciones Penitenciarias.

Los presos destinados a estas instalaciones ubicadas en el polígono del 'Sector 20', en las inmediaciones del capitalino barrio de El Puche, están obligados a dormir cada noche en su celda, sí, pero el resto del día lo invierten en lo que cualquier otro ciudadano de pleno derecho. «Ahora está vacío porque los internos están en el trabajo», explicó el director de 'El Acebuche', Miguel Ángel de la Cruz, ayer, primera vez que este espacio, que ha permanecido cerrado a cal y canto durante la friolera de seis años, abrió sus puertas para dejar entrar a la prensa almeriense. No en vano, se trata de una de las instalaciones más prometidas y esperadas de la ciudad y sobre las que se ha rumoreado, y mucho, durante el último año.

Construido en 2013, ningún movimiento, a pesar de las distintas promesas gubernamentales, pronosticaba la apertura del CIS de El Puche -que, oficialmente, lleva el nombre del funcionario de prisiones asesinado por ETA Manuel Pérez Ortega- hasta mediados del año pasado cuando, en plena vorágine de llegada de inmigrantes a las costas andaluzas, se deslizó por parte de colectivos sindicales y pro derechos humanos la posibilidad de usarlo como Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). Una opción rechazada por el gobierno local y que nunca llegó a confirmarse por el Ministerio del Interior. Finalmente, hace ahora casi un año, la Subdelegación del Gobierno confirmó que el centro para internos en semilibertad de Almería abriría este año 2019.

El edificio, en el que ya pernoctan 14 reos, ha permanecido cerrado durante seis años

Allá por marzo de este año -fecha que indica la placa ubicada en la entrada principal del CIS- se comenzó la puesta en marcha, en primer lugar, las dependencias destinadas al Centro de Gestión de Penas y Medidas Alternativas. Se trata de las oficinas desde donde se gestionan las condenas que no llevan implícita la privación de libertad, como podrían ser cursos formativos sobre violencia de género o para la recuperación del carnet de conducir, así como las relacionadas con labores comunitarias.

A. AMATE
Imagen principal - El último escalón antes de recuperar la libertad
Imagen secundaria 1 - El último escalón antes de recuperar la libertad
Imagen secundaria 2 - El último escalón antes de recuperar la libertad

Los primeros ocupantes

Hace dos semanas que los primeros internos en situación de tercer grado comenzaron a llenar las celdas del CIS Manuel Pérez Ortega, abandonando las rejas de 'El Acebuche'. Ayer eran 14 los reos que solo van a comer y dormir a una prisión de mínima seguridad. El lunes, según los previsto, serán 18. «Progresivamente, la junta de tratamiento va destinando aquí cuatro o cinco internos cada semana. Así hasta completar todos los internos que tenemos en tercer grado», indicó De la Cruz, quien remarcó que, de este modo, se van adaptando tanto los reos como los propios funcionarios «a la nueva sistemática de trabajo».

Más adelante, además, se trasladarán aquí internos en situación de tercer grado de otras provincias que, bien por trabajo, bien por su situación personal, tienen Almería como destino así como internos de segundo grado que disfrutan de los beneficios del tercero, estos sí, de la cárcel almeriense. En todo caso, el número de personas que ocuparán las celdas del centro será menor a las plazas disponibles, que ascienden a 198, dos, además, adaptadas a personas con movilidad reducida.

En cuanto al personal, a falta de completar algunos puestos, serán funcionarios de 'El Acebuche' quienes se ocupen del nuevo CIS. Una situación, esta, que ha generado polémica entre sindicatos y colectivos de trabajadores pero que, desde la dirección tratan de normalizar dado que el número de personas a cargo de ellos apenas sufrirá variaciones.

Además de las celdas dobles con literas y baño propio, los internos cuentan en el CIS con las zonas comunes a las que se han habituado durante su permanencia en 'El Acebuche' como sala de estar, economato, cocina, pistas deportivas o gimnasio. El centro dispone también de aulas destinadas a la formación de los reos así como una zona de enfermería donde se lleva a cabo el seguimiento diario de quienes necesitan tratamiento médico así como los análisis para comprobar posible consumo de estupefacientes, lo que repercutiría en sus beneficios penitenciarios.

El objetivo de este último peldaño, recuerdan desde la dirección, no es orto que lograr la total inserción e independencia.

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