La tasa de inserción laboral de la UAL se sitúa entre las más altas de Andalucía

A la hora de hablar de egresados al año, esto es, las personas que salen de un establecimiento docente después de haber terminado sus estudios, García matiza que hay que tener en cuenta que la UALes una universidad generalista. Desvela que «en el año 2019 hubo 2.669 egresados, de los que el 64,5 por ciento eran mujeres y el restante 35,4, hombres». En las disciplinas académicas donde más egresados se registran es en las relacionadas con Ciencias de la Educación y donde menos en Ciencias Experimentales, debido a que el número de matriculados cada año es mucho mayor en las primeras que en éstas últimas.

Si se cogen los datos en porcentaje y no en volumen, los alumnos de Ciencias Experimentales son los que más oferta laboral encuentran. En las ingenierías de Informática, Electrónica, Química o Eléctrica se puede decir que los universitarios se marchan del Campus de La Cañada con su título y un puesto de trabajo. No obstante, se da la circunstancia de que no todos los estudiantes de las ingenierías cumplen esta norma, porque, a diferencia de otras titulaciones, «muchos de ellos comienzan a trabajar antes de terminar la carrera» y ésta se acaba pasados unos años o sigue pendiente.

Algo parecido ocurre con Ciencias de la Salud. «Para Enfermería y Fisioterapia no encontramos enfermeros o especialistas que hayan terminados su carrera y no estén trabajando», comenta García, que hace hincapié en que el año pasado para cubrir la necesidad generada por la Covid «se autorizó a contratar a los alumnos de cuarto que no habían acabado los estudios».

En lo que concierne a las titulaciones amparadas bajo el paraguas de Ciencias Experimentales, «la carrera de Ciencias Ambientales es la que va más rezagada, el resto van bastante bien». Química, como advierte el vicerrector, «es muy demandada por el sector agroalimentario».

Otras disciplinas como Administración y Dirección de Empresas también atesoran buenas tasan de inserción en el mercado laboral , que, de esta carrera, «por ahora absorbe todo lo que generamos porque egresamos poco, sobre todo en Economía y Márketing».

En el otro extremo se encuentra el área de Humanidades, que acapara las titulaciones que más sufren de cara a la inserción laboral. «En Derecho y Psicología como en el sector privado se está exigiendo máster la empleabilidad es mayor. Pasa también en el ámbito educativo de ciencias para ser profesores de Secundaria», comenta Gracía, que precisa que «esta especialización hace que se retrase en un año más la inserción».

De media se puede decir que 6 de cada 10 graduados se insertan al año, la cifra sube hasta 7 en el caso de los que realizan un máster y se dispara al 8,8 en los doctorados. «Cuanto más alto es el nivel académico mayor es la tasa de empleabilidad», asevera.

El 87% de las contrataciones de 2019 fueron llevadas a cabo por Pymes. «Las empresas no nos demandan un perfil específico; son versátiles. Piden más habilidades blandas y por ello creamos el programa JUMP (Jóvenes Universitarios Muy Profesionalizados) para abarcar competencias transversales» como trabajo en equipo, liderazgo, comunicación o inteligencia emocional, entre otras.