Rebajan la pena a dos condenados por asaltar un salón de juegos de La Cañada, en Almería

La Audiencia Provincial de Almería condenó en julio del pasado año a Justo C. L. y Jesús S. A. a sendas penas de cuatro años y nueve meses de prisión como autores de un robo con violencia producido en un salón de juegos sito en el barrio capitalino de La Cañada de San Urbano. Al primero de ellos, además, se le imputaba otro delito contra la salud pública, por el que sumaba más de cuatro años de privación de libertad.

Recurrida esta sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha estimado parcialmente el recurso de apelación interpuesto por los letrados de los dos condenados.

Así, se ha suprimido en el delito de robo con violencia en las personas respecto del acusado Justo C. L. la «agravación de comisión en local abierto al público», sustituyendo la pena de cuatro años y nueve meses impuesta por la Audiencia almeriense por otra de cuatro años y siete meses. Asimismo, el TSJA ha absuelto a este individuo del delito contra la salud pública del que se acusó y por el que fue condenado a más de cuatro años de cárcel.

En cuanto a Jesús S. A., por su parte, el Alto Tribunal andaluz le ha absuelto del delito de robo con violencia en las personas y del otro delito de lesiones por el que había sido condenado.

Los hechos de los que se acusa a estos dos hombres se produjeron sobre las 8.15 horas del día 6 de noviembre de 2018. Justo C. L., según la sentencia, «puesto previamente de acuerdo con otro individuo no identificado», se presentó en el salón de juegos 'Jocker' sito en la carretera de Níjar, barriada de La Cañada de Almería, «presentando ambos el rostro cubierto por las capuchas de las prendas de abrigo que vestías y unas bragas de cuello que les tapaban la boca, además de unas gafas de sol que llevaba puestas Justo C. L.».

Continúa el texto judicial que, «conforme al plan convenido, uno de ellos colocó un cuchillo en el abdomen al empleado del local», diciéndole «abre la caja o te matamos, que somos rumanos y le propinó empujones y un puñetazo en la cara, ante lo cual el trabajador abrió la caja registradora». Finalmente, los acusados se hicieron con 1.000 euros que contenía así como de un teléfono móvil valorado en 155 euros.

A consecuencia de la agresión, el empleado sufrió contusión malar izquierda y dolor en región escapular derecha, precisando para curar una única primera asistencia médica, tardando un día no impeditivo para sus ocupaciones habituales en sanar.