«Estamos orgullosos de aquella idea de hace 35 años y apenados porque todavía no la haya superado otra»
El periodista destacó que aquellos Juegos «sirvieron para que por primera vez la ciudad se situara en el mapa internacional»
M. C.
Roquetas de Mar
Viernes, 10 de octubre 2025, 23:28
Con la emoción visible en la voz y la memoria puesta casi cuatro décadas atrás, el periodista José María Granados compartió el Premio IDEAL 2025 ... con su amigo Antonio Sáez en un acto cargado de simbolismo para Almería. Ambos fueron los impulsores de la idea que, en 1990, encendió la chispa de un sueño colectivo: convertir a Almería en sede de los Juegos Mediterráneos de 2005. Granados, quien desarrolló la mayor parte de su carrera periodística en IDEAL, pronunció un discurso emotivo en el que repasó los orígenes de aquel proyecto que cambió la historia reciente de Almería. «Vivo este momento con una emoción muy especial, no sólo porque se reconoce una idea que transformó a Almería, sino porque llega de la mano de la redacción de IDEAL, mi casa desde 1980», expresó ante una audiencia que lo ovacionó con calidez.
El periodista quiso subrayar el valor personal y profesional que el galardón tiene para él. «Aprendí, crecí y trabajé en este periódico hasta mi jubilación, y sigo colaborando con la misma ilusión de un becario. Mi agradecimiento más sincero a mis compañeros de entonces y de ahora. De todos aprendí mucho, y quiero creer que también logré enseñarles algo», dijo entre aplausos.
En su intervención, Granados evocó los inicios casi improvisados de aquel sueño que terminó marcando a toda una generación de almerienses. «Fue en la mesa de un bar, con una servilleta como papel improvisado, donde Antonio y yo escribimos la moción que el Pleno del Ayuntamiento acabaría aprobando», recordó con una sonrisa. Aquella iniciativa, surgida de una conversación informal, acabaría convirtiéndose en uno de los mayores hitos deportivos, culturales y sociales de la historia reciente de Almería. «No fue más que el germen de un proyecto que se convirtió en el mayor acontecimiento de nuestra historia reciente, porque los Juegos Mediterráneos de 2005 marcaron un antes y un después para Almería», afirmó Granados.
El periodista destacó que aquellos Juegos «sirvieron para que por primera vez la ciudad se situara en el mapa internacional del deporte y de la cultura». Recordó que la cita de 2005 no solo supuso un impulso urbanístico sin precedentes, sino también un cambio profundo en la autoestima de la ciudadanía. «Almería se transformó, se abrió al mundo y vivió con orgullo una etapa en la que los almerienses sentimos que éramos capaces de hacer grandes cosas».
Granados –que hizo de portavoz de los dos– insistió en que el verdadero valor de los Juegos Mediterráneos de 2005 no se limitó al ámbito deportivo. «No fueron sólo deporte. Fueron la demostración de que, cuando todas las administraciones y la sociedad civil se suman a un mismo objetivo, el resultado trasciende lo esperado», afirmó. Ese espíritu de colaboración y orgullo colectivo se resumió en un lema que los almerienses aún recuerdan con emoción: «Juntos Podemos». «Aquel espíritu marcó un antes y un después en nuestra ciudad y provincia. Nos enseñó que cuando trabajamos unidos no hay meta imposible», dijo.
Granados lamentó, sin embargo, que con el paso del tiempo ese sentimiento se haya diluido. «Han pasado veinte años desde aquel verano en el que Almería se abrió al Mediterráneo con una fuerza inédita, y sentimos cierta pena al comprobar que no hemos vuelto a impulsar nada que lo supere», reconoció. «En ocasiones, incluso, hemos visto cómo se ha diluido aquel espíritu de unidad que nos hizo grandes».
Pese a la nostalgia, el periodista defendió la vigencia de la lección de 2005. «La necesidad de trabajar unidos, de superar divisiones, de creer que juntos podemos cambiar las cosas, sigue siendo el mensaje más vivo de aquel proyecto», afirmó, dirigiendo sus palabras tanto a los presentes como a toda la sociedad almeriense.
Granados extendió el mensaje de su discurso más allá de las fronteras de Almería. «Eso no vale sólo para nuestra ciudad», dijo. «Vale también para nuestro país, para Europa y para un mundo que hoy necesita, más que nunca, cooperación, entendimiento y paz». Frente a los tiempos de polarización y desencuentro, el periodista apeló a la responsabilidad colectiva de recuperar aquel espíritu de colaboración. «Frente a la tentación de la división, del enfrentamiento y del odio, tenemos la obligación de recuperar la fuerza del 'Juntos Podemos', porque sólo así se puede construir un futuro mejor para todos», afirmó.
El Premio IDEAL del Deporte 2025 reconoce no solo la visión de Granados y Sáez al promover los Juegos Mediterráneos, sino también la contribución que tuvo a la aportación de infraestructuras deportivas dignas, todas ellas aún en uso a día de hoy.
Granados cerró su intervención con palabras de gratitud hacia sus compañeros y hacia la tierra que lo vio crecer profesionalmente. «Gracias a IDEAL por este premio, gracias a mis compañeros por tantos años de aprendizaje compartido y gracias a todos los almerienses, que con aquel 'Juntos Podemos' demostramos de lo que somos capaces», concluyó, visiblemente emocionado.
El auditorio aplaudió de forma sonora a quien, desde la humildad y la palabra, contribuyó a gestar uno de los capítulos más luminosos de la historia reciente de Almería. Veinte años después de los Juegos Mediterráneos de 2005, Almería recuerda con orgullo aquel verano en que, gracias al impulso de un grupo de soñadores, se abrió al Mediterráneo y al mundo. Y, como recordó José María Granados, sigue viva la convicción de que los grandes logros empiezan, muchas veces, en la mesa de un bar y en la voluntad de creer que juntos, siempre, se puede.
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