Borrar
Dos camareros posan frente a la puerta del pub Burana, donde a partir del fin del estado de alarma se podrán admitir clientes hasta las dos de la mañana. D. R.
Nuevas restricciones en Almería | El ocio nocturno se prepara con recelo para afrontar el final del estado de alarma

El ocio nocturno se prepara con recelo para afrontar el final del estado de alarma

Camareros de pubs y bares de copas organizan con incertidumbre los primeros días de nuevas medidas adoptadas en Andalucía

david roth

Almería

Jueves, 6 de mayo 2021, 23:47

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El ocio nocturno ha sido uno de los principales damnificados a lo largo del periodo pandémico. Bares y pubs se han visto obligados a acatar múltiples restricciones, finalizando su actividad previamente al horario nocturno e incluso cerrando a cal y canto durante ciertos periodos. Ahora, los pubs, bares de copas y discotecas se preparan para afrontar sus primeros días de nueva normalidad una vez se levante el estado de alarma este domingo. En concreto, los hosteleros podrán abrir sus locales hasta las 12 de la noche, y los pubs y discotecas hasta las dos de la madrugada. IDEAL ha querido preguntar a varios trabajadores de la hostelería para comprobar su situación previa a que se adopten dichas medidas.

Sergio es el encargado del bar de copas Ópera Prima. Él ha solicitado «el doble de cerveza y casi el triple de botellas y licores» para los nuevos horarios. Unas compras que se producen debido a que «a más horas, más demanda y más se gasta». De momento no van a ampliar el personal disponible pero, si la situación fuera a mejor, no se descarta. «En principio hay que aguantar un poco para ir recuperando pérdidas y generar beneficios para ver si es factible incorporar más camareros», expresa.

Es negativo respecto a la estabilidad de los nuevos cambios y no cree que sea definitivo, pues con el tiempo «acabará como siempre. Nos han abierto una semana, un mes, han reducido horarios, luego han vuelto a ampliar, yo pienso que va a ser tres cuartos de lo mismo, aunque espero equivocarme». De hecho, cree que este margen se va a producir «durante el verano» pero luego «volverán a echarle la culpa a la hostelería». Ese vaivén ha producido un desorden total, «hay mucha desorganización, no puedes planificar un día a la hora de comprar un producto o hacer unos horarios a cualquier camarero, si abres muy temprano no te hace falta gente, si te cierran muy temprano no te hace falta tanto material. El problema es que, si recortas en producto y de un día a otro te amplían horas, te arriesgas a quedarte corto y si no puedes ofrecer un servicio perjudica al local», declara Sergio. Sobre el consumidor, dice que «la gente va a venir como pollos sin cabeza a pegarse la fiesta y disfrutar, va a ser una locura, en cualquier tipo de negocio de hostelería. Nosotros trabajamos en el sector nocturno y lo vamos a notar aún más», concluye.

Laura es camarera en Burana, y actúa con el desconcierto propio que caracteriza a alguien al que le están cambiando los planes constantemente. «¿No era el lunes cuando se acababa el toque de queda? Ni me había enterado». Ellos tienen pensado actuar según los horarios de la semana pasada y desalojar para las 10.30 horas. Tampoco han incrementado la adquisición de productos, puesto que lo hacen a principio de cada semana. «El lunes ya veremos lo que pasa, que es cuando nosotros compramos el material», explica.

La inestabilidad les ha afectado, puesto que «nos enteramos de un día para otro que en vez de irte a las ocho te vas a ir a las diez», aunque manifiesta que «nosotros queremos que haya cuanto más trabajo mejor. Tienes ganas de trabajar y no te dejan». También cuesta acostumbrarse a los distintos horarios. Opina que la gente (refiriéndose a los clientes) «va a salir con muchas ganas», pero que «si volvemos a hacer lo mismo que en Navidad pasará lo que pasará y lo sufriremos los hosteleros». Sobre las complicaciones de cumplir con todas las restricciones declara que «cuando alguien bebe es impredecible y hay mucha queja que acaba cansando, porque no puedes estar batallando con todos. No todo el mundo se toma demasiado bien que le estén echando la bronca», relata la camarera.

Uno de los socios del pub La Térmica, que ha preferido no dar su nombre, lamenta que «no podamos programar nada porque estamos en absoluta incertidumbre». Su reacción se producirá «como hemos hecho durante este tiempo que nos han enseñado a actuar en minutos o en horas. Se adoptará la normativa al 100% para colaborar y que el virus no se extienda», declara. Tampoco han aumentado sus previsiones de ventas, puesto que «no podemos cargarnos de productos, porque bastantes pérdidas llevamos acumuladas». Han sufrido múltiples complicaciones, puesto que «te cambian las previsiones de cuadrantes, de pedidos y las partidas de provisiones en 24 horas».

Además, tendrán que consultar «qué trabajadores podemos sacar del ERTE, si están disponibles o han buscado otro sitio», todo eso sin saber si va a venir el cliente, ya que «están acostumbrados a otros hábitos de horarios y hay mucha incertidumbre», explica el hostelero. Sobre la posible reacción, comenta que los empresarios por naturaleza son optimistas, así que «quiero pensar que la gente va a reaccionar», pero durante la pandemia se ha visto que «el miedo a la covid es muy superior a las ganas de divertirse», finaliza.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios