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Los ocho momentos de Almería Gourmet

El mejor congreso gastronómico de la provincia finalizó ayer legando para el recuerdo instantes dignos de evocar

SERGIO GONZÁLEZ HUESO

ALMERÍA

Lunes, 13 de noviembre 2017

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  1. Las espinacas esparragás de Canela en Rama

    Y entonces una chica bien alta y encantadora, Maite, se acerca con un plato blanco, grande y hondo. En la otra mano lleva una jarra larga hasta arriba de una sopa de color verde Andalucía. Es de queso, explica. O mas bien de su suero, que emulsionado con aceite de arbequina adquiere esa preciosa tonalidad. En el plato hay un ravioli, de otro verde aunque más intenso. Se trata de la espinaca, una verdura especial y más si se guisa de forma tradicional. El chef Juan Carlos Trujillo se atreve con todo. Esta medio loco. Es maravilloso. El ravioli es en realidad unas espinacas esparragás. Así, como leen. Una vez hechas, se emulsionan con aceite picual y se hace una crema. Es el relleno de la pasta wan tum, que acaba empapado en suave baño de sopa. El remate es una crema espesa de trufa y almendras. Maite se despide ya, sonrisa plena y a por la cuchara. Todo en boca es armonioso, elegante y el sabor es delicioso. Es curioso, pero es un placer de Sur a Norte: una vez que baja por el estomago sube inmediatamente a la memoria.

  1. La ponencia de Antonio Carmona

    Menudo fenómeno está hecho Antonio Carmona, el chef de Terraza Carmona. La ponencia que protagonizó el viernes por la mañana fue emocionante. Como ya tiene acostumbrado a su público, lo suyo fue una lección breve aunque maestra de sabiduría. Tras un vídeo entrañable sobre su casa, la de su padre, abuelos o hermanos, y su dilatada carrera como cocinero de reconocido prestigio, el veratense revolucionó el patio de butacas con tres elaboraciones indisolubles a su apellido. Una torticas de avío, una milhojas de migas de matanza y un espectacular gallo pedro con quisquillas. A las primeras las presentó de dos formas, dos versiones del mismo plato clasiquísimo que el bueno de Antonio ha recuperado. Hizo dos tortas, pero también dos bombones rellenos del remojón que colgó de un tenderete que dispuso sobre un plato. Era tan espectacular como sus migas de otoño. De repente uno lleva toda la vida comiendo este plato y un día le cambian los esquemas. Nada de cucharón pero aquí no falta de nada: ni la morcilla, ni el tocino, ni el pimiento. Todo está pero integrado a base de biberones, mangas o posado sobre el plato con pinzas de cirujano. Otra vez la gente con la boca abierta y, encima, enchufa un 'dj', un ingenio que gira y que le sirve para la base del último. Ajo colorao, después el gallo pedro, quisquillas y, ¡sorpresa!, tallarines de calamar. Increíble su momento, el de toda una vida.

  1. El menú de Álvarez

    Habría que hacer todo un ejercicio de contorsionismo mental para quedarse sólo con uno de los platos que en el día de ayer presentó en su menú José Álvarez, el chef de La Costa. Aunque juega en casa, su comida es siempre uno de los momentos que mejor representan lo que es Almería Gourmet. Alta gastronomía pero expuesta en un marco de carácter lúdico que hace que la experiencia sea única para compartirla con los más queridos, los divertidos o con aquellos que, simplemente, se lo merecen. El nivel que alcanzó la comida de ayer fue excelso. Inútil resumirlo en estas pocas líneas.

  1. El taller de galletas

    Han sido muchos los niños que han participado en los talleres de esta nueva edición de Almería Gourmet. Los pequeños no dudaron en lanzarse al escenario a participar en la elaboración de platos dulces, salados, postres o incluso sushi y, por supuesto, a probarlos. Unos pequeños que se fueron con una sonrisa de la última jornada, después de haber elaborado su propio plato de leche con galletas pero con un toque diferente y especial. Un plato para el que usaron chocolate en la base, leche con galletas trituradas y un toque final de crema de queso con azúcar, que hizo que los pequeños salieran relamiéndose y pensando en cómo llevar a la práctica en casa todo lo aprendido. Preparaos, papás, que la cocina tiene nuevos dueños. Por Inma Acién.

  1. El baile de Satie Sagara

    En las tablas del Auditorio de El Ejido se han podido ver cosas asombrosas. Cada año sirve de contexto a uno de los ciclos de teatro más importantes de la provincia. También ha habido espectaculares puestas en escena, como la que protagonizó sin ir más lejos José Álvarez, de La Costa (1* Michelin), en la pasada edición de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro. Si bien es un clásico salir deslumbrado de la visita al patio de butacas de este lugar mágico, el sábado por la noche sucedió un momento único. La cena sobre el escenario del cocinero japonés Kosei Takakura, ya de por sí brillante, tuvo un entrante inesperado: el baile de Satie Sagara. Vestida con un quimono elegantísimo de colores rojo carmesí y dorado, la artista comenzó a danzar sobre el escenario con elegancia. Acompasada por una música oriental de corte clásico y muy evocadora, la japonesa se movía con sensualidad ante la mirada atenta de los comensales. Un gran abanico marcaba líneas invisibles, aéreas, trascendentales. Útil que iba abriendo con dulzura pero que cerraba en seco. Mediante golpes de muñeca que servían como punto y aparte para cada uno de los versos que iba dibujando con su cuerpo. Entonces cayeron las fotos, los vídeos y los cuchicheos. La estampa era irrepetible. Ella en medio, al fondo del escenario, flanqueada por dos grandes maceteros cuyas hojas le valían para camuflarse. No eran nenúfares pero a nadie a esas alturas le importaba. Las caras de satisfacción ya recorrían las mesas y eso que, increíblemente, la cena ni siquiera había comenzado. La música acabó para ella y todos. Despacito se perdió tras el telón.

  1. La comida que los juntó a todos

    Difícilmente uno tiene la oportunidad de ver compartir cocina a la historia viva de la gastronomía contemporánea de Almería. Fueron pocos los afortunados que pudieron asistir al menú de degustación servido en el restaurante premium el sábado a mediodía. Los que lo hicieron se quedaron para siempre con el recuerdo. El 'a 14 manos' contó con nombres de la talla de Antonio Carmona (Terraza Carmona), Juan Moreno (Juan Moreno), Antonio Gázquez (Las Heras), Borja González (Club Playa Serena), Pablo Fuentes (Bacus), Tony García (Espacio Gastronómico Tony García) o los alumnos y profesores de la Escuela de Hostelería de Almería. Entre todos, juntos, cuajaron una jornada gastronómica inolvidable. Mucho talento en una misma cocina de la que salieron platos espectaculares y de una diversidad absoluta. Prueba fehaciente de la riqueza y variedad de una cocina, la almeriense, en constante cambio. Emocionante para todos fue la presentación del pase. Allí, frente a un escenario abarrotados de comensales, los Gázquez, Moreno llevaron la voz cantante de un sector que reclama su sitio con historia, producto y sofisticación. De una cocina que tiene la suerte de contar con tótems como los ya citados o con alumbrar nuevos talentos como Pablo Fuentes o Borja González, cuyas zamburiñas y merluza fueron inolvidables. Todos se mostraron sinceros ante el público y tras agradecer la oportunidad, reclamaron la presencia de Pepe Vique, el 'dire' del IES Almeraya y 'padre' de cientos de alumnos de cocina que, como Borja o incluso Tony García, reivindican el lugar donde se formaron. Fue un momento entrañable sólo a la altura del menú que se sirvió. Al final del pase todo eran fotos, risas y la satisfacción del deber cumplido.

  1. La noche del sábado

    Tras saciar el estómago, otro de los momentos más familiares y entrañables de este Almería Gourmet lo dejó la noche del sábado. La zona de copas ubicada por primera vez a la entrada del Teatro Auditorio de El Ejido, completamente acondicionada con carpa, taburetes y mesas, e incluso con estufas, se convirtió en el mejor escenario para vivir momentos mágicos entre risas, entre compañeros, familiares y amigos. Hasta los acordes de una guitarra se rindieron a ello en el sábado noche de este 'III Almería Gourmet'. Y tras la marcha del 'veroño', no pudo haber mejor solución que esas estufas que dieron aún más calor a una noche inolvidable. Gracias, sobre todo, a Eritaña Pub y a esa zona de gastrobares que hizo las delicias de los comensales más exigentes. Con propuestas para todos los públicos. Y es que si un ingrediente caracterizó a este congreso 'Gourmet' fue el ambiente familiar, íntimo y cálido que se vivió esa noche. Por Elizabeth de la Cruz.

  1. La cata de Bodegas Figuero

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