El obispo afea que «sigamos cerrando los ojos y el corazón» a los inmigrantes
El mitrado recuerda en su homilía en la Solemnidad de la Virgen del Mar que la propia imagen llegó del mar y que el primer migrante católico fue el patrón, San Indalecio
M. C.
Almería
Lunes, 1 de septiembre 2025, 23:18
El obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, afeó en la homilía de la Misa que se celebró este domingo, en la Solemnidad de la Santísima ... Virgen del Mar, que los católicos almerienses sigan «cerrando los ojos y el corazón» al fenómeno de las migraciones y su secuela mortal. En un discurso en el que el mitrado centró su alocución sobre las problemáticas que acechan hoy día a Almería y al mundo, Gómez Cantero recordó que la mar es un lugar del que venimos todos, «desde los primeros pueblos que poblaron nuestras costas» hasta la propia Patrona. «Somos hijos de la mar de los pescadores en busca de alimento, la mar de los turistas que llenan nuestros hoteles y fotografía nuestra historia, la mar de los refugiados y de los que vienen a buscar una vida mejor», rememoró el mitrado. «La mar de los náufragos, cementerio de tanta gente inocente, la mar de los migrantes con sus idas y venidas», añadió, recordando que «olvidamos nuestra historia, posicionándonos en un mundo que no nos cosrresponde». «Nosotros también hemos sido emigrantes», afirmó Gómez Cantero. «Nuestro inmigrante más famoso es san Indalecio, nuestro patrón, que nos evangelizó, pero seguimos cerrando los ojos y más preocupante el corazón de la misericordia». refirió.
Gómez Cantero también mencionó las guerras, los «56 conflictos armados» entre los cuales desglosó Gaza, Ucrania, Sudán, Yemen, el Sahel, Etiopía, Somalia o Libia entre otros. «Conflictos que generan dolor y sufrimiento entre las poblaciones. Siempre padece el pueblo sencillo, y sufren y se martirizan a los niños inocentes», subrayó el diocesano.
De otra parte, y en línea con la preocupación vaticana por los efectos de la digitalización, Gómez Cantero mostró su preocupación por el universo digital, «que además de su impacto ecológico, afecta la vida psicológica de los que lo consumimos y nos consumimos en él, donde nos encontramos todos desde los niños hasta los ancianos». «Cada día hay más estudios que cuestionan los efectos psicosociales de las tecnologías, que tanto influyen en nuestra forma de vivir y de ser, en nuestra relación con los demás y con Dios», refirió.
«Cada día estamos más conectados, pero nunca más solos, nunca hemos conocido tantas soledades e individualismos. Las noticias falsas, la manipulación de la realidad, el anonimato diabólico tras el que se esconden los que insultan y difaman, el diluvio de solicitaciones digitales, la homogeneización de las conciencias, las vidas incorpóreas, hace que nuestros niños, adolescentes y jóvenes vivan una vaciedad, un desierto interior, que les aleja del compromiso, pues la inmersión digital les ha hecho ingenuos entregándose a ella sin ningún tipo de discernimiento», reseñó Gómez Cantero.
El diocesano hizo suyas las palabras de León XIV en las que se reclama «nutrir las redes sociales y los entornos digitales con una verdadera esperanza cristiana», camino en el que imploró a la Virgen del Mar ayuda para los terrenales.
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