El Obispado de Almería tiene seis meses para pagar ocho millones a los bancos o perderá patrimonio
El titular de la Diócesis pretende crear una comisión técnica de profesionales seglares que oriente las medidas a adoptar, que pasan por el alquiler de inmuebles o, directamente, su venta
M.C. CALLEJÓN
ALMERÍA
Viernes, 17 de junio 2022
El Obispado de Almería deberá pagar a los bancos ocho millones de euros si no quiere perder gran parte de su patrimonio en la provincia. Y deberá hacerlo, además, en un breve periodo de tiempo: en concreto, en apenas seis meses. Así lo ha explicado a IDEAL el vicario general de la Diócesis almeriense, Ignacio López, que ha tratado de tranquilizar, no en vano, tanto a fieles como a ciudadanos en general sobre la situación económica en la que se encuentra la Iglesia en Almería .
Una realidad que ha quedado expuesta, negro sobre blanco, en el análisis financiero realizado por la firma Deloitte, una de las cuatro mayores empresas auditoras del mundo; y que se presentó el pasado jueves al clero almeriense en un acto celebrado en la Casa de Espiritualidad de Aguadulce.
«Son ocho millones de euros que hay que pagar de aquí a final de año. Una barbaridad, una locura que parte de una refinanciación que se hizo de préstamos», ha puntualizado la segunda voz autorizada del Obispado de Almería. Una cantidad que forma parte de los 24 millones de euros a los que asciende la deuda bancaria detectada por la auditoría realizada entre los años 2010 y 2021 y que incrementa aún más, por tanto, los veinte millones anunciados en un principio en mayo del año pasado, tras el relevo de titular en la Diócesis almeriense.
No es la última cifra que se dará a conocer en las próximas horas a la sociedad almeriense. Y es que, aunque en principio estaba previsto que se publicaran las cuentas en la tarde de ayer en la web oficial de la Iglesia provincial, cuestiones relacionadas con la protección de datos han hecho que la subida del documento contable a la red de redes deba esperar alguna jornada más. «Probablemente, estará el lunes», ha confirmado el vicario general.
Aun así, ha abundado, «lo fijo y urgente son esos 24 millones, que son los que se deben a los bancos y cuyos vencimientos hay que cumplir para no quedarnos sin patrimonio».
Tres son las decisiones «más urgentes» a seguir en este sentido, ha explicado a IDEAL. La primera, contener el gasto para que «sea más sensato, aunque ya ha habido recortes porque sabíamos lo que se nos venía encima»; la segunda, alquilar inmuebles; y, la tercera, vender propiedades. Descarta, por el momento, la opción de prescindir de parte de la plantilla que en la actualidad trabaja en el Obispado de Almería y que suma una treintena de personas.
De ahí que, de manera urgente e inmediata, el obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, haya decidido crear una «comisión de técnicos» que oriente a la institución eclesiástica sobre las propiedades que la Iglesia tiene en la geografía almeriense y que son susceptibles de alquilarse o enajenarse, amén de otras medidas a barajar.
Comisión técnica
Los miembros de dicho comité serán de un «perfil técnico». Unos cuatro profesionales «aún no elegidos» que procederán de los ámbitos de la economía, de la empresa o de la tasación. «Seglares e independientes», ha detallado el vicario general.
Será, no obstante, reconoce Ignacio López, «una decisión muy dolorosa la de enajenar patrimonio, y la duda ahora es qué puede venderse para alcanzar esos ocho millones que hay que pagar de manera urgente y si, una vez decidido, habrá compradores».

Propuestas de venta
Entre las propuestas que pueden surgir, aun sin un análisis previo, se encuentran el edificio de la plaza Bendicho, las cuatro viviendas de la calle General Castaño o parcelas y solares ubicados en Roquetas de Mar y Aguadulce, así como la Casa de Espiritualidad de la localidad roquetera o una de las 'joyas' de la Diócesis almeriense, el Seminario, que ya el pasado año quedó sin uso tras la decisión de Gómez Cantero de trasladar a los seminaristas hasta Cartagena.

En referencia a la Casa de Espiritualidad sería una decisión «dolorosa» dada la vinculación del clero con este espacio dedicado a la celebración de ejercicios espirituales y jornadas de convivencia. Y, en cuanto al Seminario, «aunque hay quien habla incluso de que podría ser un hotel de lujo, necesitaría una muy importante inversión para su adaptación»; no así, por ejemplo, para una residencia de estudiantes o similar. Habría que contar también con el desalojo total del inmueble en el que, en la actualidad, tiene su residencia el obispo emérito, Adolfo González Montes.
Cree, no obstante, el representante de la Diócesis almeriense que el Seminario Diocesano «no tiene muchas posibilidades en el mercado porque está diseñado para su uso anterior». «Habría que vender la finca en su totalidad», considera; si bien, elucubra sobre la oportunidad de que acoja distintas áreas administrativas que el Obispado tiene dispersas por la ciudad para enajenar esas otras edificaciones que ocupan pero que pudieran tener mayores opciones de venta».
Obviamente, ha destacado el vicario general de la Iglesia católica en Almería, «se priorizarán los solares y los edificios construidos que tengan poco uso».
Lo que está claro es que, sí o sí, la institución está obligada a vender aunque pierda patrimonio puesto que, de otra manera, si no se cumplen los pagos, las entidades financieras -Banco Santander y Unicaja- podrían quedarse con las propiedades que la Iglesia haya puesto como aval en los préstamos. Y, una vez salvada esta urgencia, expone el vicario general, el Obispado contaría con más margen de tiempo para hacer frente a los 16 millones de euros restantes. «Tendríamos una capacidad de respuesta mucho mayor», concluye.
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