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Un nuevo revés para Almería en la relación Unión Europea-Marruecos

Un nuevo revés para Almería en la relación Unión Europea-Marruecos

Las negociaciones en el acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Marruecos llegaron a su fin -a falta de que el mismo sea ratificado en el Parlamento Europeo, seguramente en los próximos meses según anunció el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español- coincidiendo casi en el tiempo con la decisión de la Comisión Europea de modificar el anexo incluido en el Acuerdo con Marruecos en el ámbito del comercio de productos agrarios referente al territorio del Sahara Occidental

JOSÉ ESTEBAN RUIZ

ALMERÍA

Domingo, 29 de julio 2018, 02:50

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Las frutas y hortalizas en la dinámica de las negociaciones con terceros países, para la Unión Europea siempre suelen funcionar -y a la vista está en los últimos acuerdos bilaterales con territorios ajenos al ámbito comunitario- como una baza para colocarlas en el 'disparadero' y utilizarlas como moneda de cambio para 'apretar' en otras cuestiones que, como muestran los hechos, interesan a otros sectores de la economía europea.

Curiosamente las negociaciones en el acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Marruecos llegaron a su fin -a falta de que el mismo sea ratificado en el Parlamento Europeo, seguramente en los próximos meses según anunció el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español- coincidiendo casi en el tiempo con la decisión de la Comisión Europea de modificar el anexo incluido en el Acuerdo con Marruecos en el ámbito del comercio de productos agrarios referente al territorio del Sahara Occidental. Con esta decisión, también pendiente de que el Parlamento tome la última decisión, a priori igualmente pasado el mes de agosto, Marruecos pasa a ser administrador de facto de las producciones que se desarrollen en el Sahara. Cabe recordar que existe una sentencia que anula el acuerdo de libre comercio agrícola de la UE con Marruecos al incluir de forma ilegal al Sahara Occidental, territorios sobre los que la ONU no reconoce la soberanía del país alauita.

Las organizaciones agrarias, y con especial insistencia Coag, han exigido en diferentes ocasiones a la Unión Europea su inmediata aplicación. Sin embargo, la organización integradora ha dado 'largas' al asunto y, ahora, con la propuesta de la Comisión, trata de legitimar una acción que como apuntaron en Coag, va en contra de la sentencia del Tribunal Europeo, y como es habitual en los acuerdos bilaterales europeos, «vuelve a salir perjudicada Almería y su sector hortofrutícola», valoró Andrés Góngora, secretario provincial de Coag. «Es demasiada casualidad que ambos asuntos -pesa y modificación del anexo referente al Sahara Occidental en el Acuerdo de libre comercio agrícola, coincidan tanto en el tiempo», apostillo Andrés Góngora.

Con ello, de contar con la aprobación del Parlamento europeo, Marruecos podría comerciar en la UE con las producciones del Sahara, una zona en constante crecimiento agrícola, que en los últimos años ha pasado a contar con 900 hectáreas, pero que podría alcanzar pronto, según comentó Góngora, a las 5.000 hectáreas invernadas con un crecimiento productivo no solo en tomate -principal producto que se cultiva en este territorio- sino que «está incrementándose allí las plantaciones de pimiento, por ejemplo. Una hortaliza que no tiene restricción aluna en volumen en el intercambio comercial», apuntó el secretario provincial de Coag Almería y responsable de la sectorial de Frutas y Hortalizas de la organización a nivel nacional.

La modificación del anexo no incluye nuevas concesiones. Se mantienen tanto los contingentes como los precios de entrada. No obstante, para Almería, «ya era malo el anterior acuerdo», dijo Góngora, que ahora ve «una amenaza competitiva que se mantiene para los productos con restricciones, y se hace más acuciante para aquellos que carecen de contingente en el acuerdo». Y es que, además del incremento de la oferta de producto en el territorio europeo, suponiendo el mismo un aumento de la competencia para el sector hortofrutícola almeriense, se une las condiciones en las que se desarrolla la agricultura en territorio marroquí y saharaui, insistentemente denunciadas por Coag.

No en vano, los costes de producción en estos territorios, así como los requisitos medioambientales que se exigen en el proceso productivo «distan mucho» de los que asumen y están obligados a cumplir los agricultores de la Unión Europea. Este aspecto pone «en seria desventaja a los europeos frente a los marroquíes», valoró el secretario provincial de Coag Almería. De esta manera, para esta organización agraria «el acuerdo con Marruecos no respeta este principio y pone todas las herramientas necesarias para que empresas agroexportadoras de capital europeo produzcan en Marruecos y en el Sahara Occidental saltándose las condiciones ambientales, laborales, etcétera, que se exigen en la Unión Europea para luego inundar nuestros mercados con productos a bajo precio».

Andrés Góngora, reiteró a este periódico, tal y como denunció durante la intervención que protagonizó el pasado mes de junio en el Parlamento Europeo, cómo la UE está rendida a las demandas de Marruecos, que utiliza un «perfil negociador basado en el chantaje», utilizando «terrorismo, inmigración y tráfico de droga como argumentos para obtener contrapartidas en materia agrícola». Esas contrapartidas, argumentó el responsable estatal de Frutas y Hortalizas de Coag, «ponen en riesgo el futuro de los agricultores de la Unión europea, que somos moneda de cambio evidente. Pero también dañan los intereses de los contribuyentes de la UE que no reciben los ingresos aduaneros correspondientes por los productos importados».

Además, explicó Andrés Góngora, «los consumidores de la UE que no pueden tener certeza respecto del origen real de los productos procedentes supuestamente de Marruecos». Y por último, «pero no menos importante, la propia población del Sahara Occidental, que ve cómo este acuerdo UE-Marruecos sirve para mermar sus derechos», dijo el almeriense.

Finaliza el acuerdo en 2019

El próximo año finaliza el Acuerdo de libre comercio agrícola entre la Unión Europea y Marruecos, sin que hasta la fecha se hayan iniciado siquiera las negociaciones para su renovación. Sobre ello, Andrés Góngora explicó que en las últimas reuniones que se llevaron a cabo en Bruselas, en las que participó como representante de Coag, se puso de manifiesto la posibilidad de que se prolongue en los mismos términos, «es decir manteniendo las condiciones en cuanto a productos liberalizados, contingentes establecidos para los que tienen limitaciones, y los precios que se establecen en el actual acuerdo».

Las negociaciones con Marruecos, al parecer, según informó el secretario provincial de Coag, teniendo en cuenta lo expresado por la propia comisión Europea, no son fáciles para los europeos. «La Comisión reconoce que negociar con el país alauita siempre es muy complicado». A falta de que se muevan fichas por uno u otro bando, todo parece, por tanto, que el Acuerdo de libre comercio agrícola entre la Unión Europea y Marruecos se mantendrá más allá de 2019, año en el que finaliza el actual. Será una continuidad de las condiciones vigentes, con la diferencia, si no se opone el Parlamento, de la administración marroquí de las producciones del Sahara.

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