Tristeza y depresión

Temporalidad

La tristeza es una emoción normal y temporal que todos experimentamos en respuesta a situaciones específicas, como la pérdida de un ser querido, decepciones o cambios en la vida. La depresión es un trastorno del estado de ánimo más persistente y a menudo dura semanas o meses, incluso sin un desencadenante claro.

Contexto

La aparición de la tristeza suele estar relacionada con situaciones concretas que son las que refuerzan su permanencia pero que suele mitigarse con el paso del tiempo y que no impide realizar las actividades cotidianas de la persona, algo que no sucede con la depresión, que afecta directamente a la capacidad para llevar a cabo sus tareas diarias y sus relaciones interpersonales, pudiendo llevarle a un aislamiento social.

Amplitud de los síntomas

Mientras que la tristeza suele tener momentos puntuales y recurrentes, la depresión ademas de la emoción de tristeza puede incluir síntomas como falta de interés en actividades que antes se disfrutaban, cambios en el apetito y el sueño, fatiga extrema, sentimientos de inutilidad o culpa, y dificultades para concentrarse.

Reacción emocional

La tristeza es una emoción que nos obliga a parar y nos puede hacer reflexionar sobre situaciones y aprender de ellas. A menudo se acompaña de lágrimas o un deseo de hablar sobre lo que se siente y ser escuchados. En la depresión suele haber, a diferencia de la tristeza, patrones de pensamiento negativos distorsionados sobre nosotros mismos, nuestro futuro y el mundo que nos rodea, pudiendo perpetuar el estado depresivo.

En resumen

Si la tristeza es una emoción normal y transitoria relacionada con eventos específicos y no tiene que llevarnos necesariamente a la depresión, que es un trastorno más grave y persistente que afecta múltiples áreas de la vida de una persona y que necesita de un tratamiento que nos pueda devolver nuestro bienestar psicológico.