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Miguel Arranz
Psicólogo
Viernes, 4 de abril 2025, 23:24
Desde que nacemos nos han enseñado a hablar a los demás con respeto, educación, empatía y paciencia. Pero nadie nos ha ensañado a saber educar nuestra voz interna, que demasiadas veces se nos muestra impertinente y contestona y que nos hace rumiar de manera poco provechosa.
Nuestra conciencia es el resultado de una evolución compleja que nos ha hecho a los seres humanos llegar a tener un habla interna: ese diálogo interior que cada persona tiene consigo misma. Es ese monólogo que ocurre en nuestra mente, donde reflexionamos sobre nuestras experiencias, emociones y pensamientos y que puede influir en cómo nos sentimos y cómo actuamos en diferentes situaciones. Un comportamiento que activa varias regiones cerebrales, siendo el cortex prefrontal el principal emisor de este habla interna, influyéndonos en nuestra autoconciencia, en nuestra toma de decisiones y en nuestra regulación emocional.
Ese habla interna, como el personaje de Pepito Grillo en Pinocho, puede ser una buena consejera pero también puede ser un auténtico parásito que nos hace la vida imposible. ¿Podemos educar a este viajero que nos acompaña en nuestra vida? Vamos a ello.
Identifica pensamientos negativos y positivízalos
Presta atención a los pensamientos que surgen en tu mente y en el contexto que se producen y anota aquellos que son autocríticos negativos. Una vez que identifiques esos pensamientos negativos, intenta reformularlos de manera más positiva o realista. Por ejemplo, si piensas «nunca hago nada bien», puedes cambiarlo por «a veces cometo errores, pero también tengo logros» y repítelo como un mantra.
Practica la autocompasión y el mindfullness
Trata de ser amable contigo mismo y reconoce que todos cometemos errores, qué caray. Hablarte con cariño y comprensión y practicar la atención plena puede ayudarte a observar tus pensamientos sin juzgarlos, reduciendo la tendencia a dejarte llevar por un diálogo interno tóxico.
Establece metas realistas
Fijar objetivos alcanzables te permitirá celebrar tus logros y, de paso, reforzar un diálogo interno positivo cuando cumplas con ellos. Imagina situaciones futuras de manera positiva, visualizando el éxito y cómo te sentirías al lograr tus metas. Esto puede ayudarte a cultivar una voz interna alentadora y no una voz criticona.
Dialoga contigo de manera constructiva
En lugar de machacarte, intenta tener conversaciones contigo mismo como lo harías con un amigo cercano. Pregúntate qué consejo le darías a alguien que está pasando por lo mismo y de esta manera, tomar una perspectiva de observador, sin adjetivaciones ni enjuiciamentos.
Refuérzate positivamente
Celebra tus logros, por pequeños que sean, y reconoce tus esfuerzos en lugar de centrarte solo en los resultados. De paso, rodéate de personas positivas y reduce la exposición a contenidos negativos (como ciertas redes sociales o noticias) y gente tóxica que pueden influir en tu diálogo interno.
Si el habla interna negativa se vuelve abrumadora o impacta significativamente tu vida diaria, considera hablar con profesionales de la psicología que puedan ofrecerte estrategias adicionales, que para eso estamos! Trabajar en el habla interna es un proceso continuo que requiere práctica y paciencia y puede transformarla en una herramienta poderosa para tu bienestar emocional y mental. Piensa que escuchar a nuestro corazón no nos asegura acertar en nuestras decisiones. (El mío debe ser muy aburrido, solo me dice tic-tac...).
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