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David Valverde posa tras recoger material sanitario. R. I.
Pandemia en Almería | Mar de mascarillas en el paraíso

Mar de mascarillas en el paraíso

Contaminación ·

David Valverde recoge botellas, envases de kétchup, señales de obras o tapas del W.C en el entorno del parque natural de Cabo de Gata mientras entrena; pero ahora recoge, sobre todo, el complemento de usar y tirar: tapabocas

Nerea Escámez

Almería

Lunes, 26 de abril 2021, 00:10

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La llegada de la pandemia del coronavirus trajo consigo la fiel creencia que de esta crisis global sanitaria saldremos mejores. El tiempo ha ido llevando a muchos a desmontar el mito. Y un ejemplo es el que se encuentra David Valverde cada vez que se echa a hacer deporte en plena naturaleza: la implantación del uso obligatorio de las mascarillas la ha convertido en el desecho de moda. Los tapabocas, una vez cumplen la función de proteger durante un par de horas, pasan a ser un elemento 'de usar y tirar' que el incivismo de algunos acaba llevando directamente a cualquier parte del planeta, por verde y protegido que sea.

Valverde da cuenta de ello y lamenta la situación. Pero lejos de darse por vencido, lucha por evitar que lugares con magia -como el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar– acaben convirtiéndose en un repugnante espacio lleno de basura. Nacido de Nerja pero residente en Almería desde hace nueve años, practica lo que en el argot ecologista se conoce como 'plogging'. Una actividad que sirve para limpiar el medio ambiente y evitar que la contaminación termine siendo un problema para el ecosistema almeriense mientras hace deporte. Dos por uno.

Según la Fundación Ecomar, entidad formada en el año 1999 sin ánimo de lucro, el uso del material para protegernos está siendo un problema para el planeta. Tal y como recogen en un informe anual, «cada mes aparecen como residuo en las playas seis millones de mascarillas usadas y tiradas al suelo». Un problema que se agrava si terminan desembocando en los mares.

El 'plogging' es una actividad deportiva originada en Suecia y que se practica desde 2016. Proviene de la combinación de las palabras en sueco, 'plocka upp' (recoger) y del inglés, 'jogging' (trotar). Este 'deporte', combina correr con la limpieza de basura por la ruta escogida. Una actividad ecológica y a la vez saludable para cuidar del físico. Además, no se hace generalmente por las grandes ciudades, sino en entornos naturales. Enfundándose su ropa deportiva y su mochila, David Valverde sale a hacer deporte por Cabo de Gata, Los Escullos y otros parajes del parque natural que están, subraya, infectados de mascarillas, entre otros desechos. «Hemos hecho recogidas de 100 mascarillas en un día, otros días varía en torno a 65 o 40. Pero la cifra no baja, es muchísimo», lamenta. «Soy embajador de Plogging Revolution, en España y yo intento darlo a conocer para que las personas se conciencien», relata. Durante su salida, el plogging lo hace en grupos reducidos para acabar con una batida por las zonas costeras del litoral almeriense y siempre acompañado de una bolsa de basura y guantes.

Sin embargo, enterradas en la arena, David no sólo encuentra las mascarillas, sino que también ha encontrado auténticos vestigios del incivismo ancestral: «He llegado a ver envoltorios de chocolatinas del año 1987, lleva el papel treinta y tres años bajo la arena, es increíble», revela. Además de esta peculiaridad, el nerjeño ha encontrado «un dron estropeado, la tapa de un inodoro, botes de kétchup y, buceando, hasta una señal de obra que decía prohibido aparcar», apunta entre risas que denotan, paradójicamente, tristeza mientras recuerda que sumergido en la playa de Granada se topó incluso con «una máquina cortacésped».

Ante estas circunstancias, David muestra sus fotografías en las redes sociales para crear conciencia entre la sociedad. Y lo está consiguiendo puesto que, dentro de lo malo de la situación, la respuesta que está teniendo es de lo más positiva. «La gente cuando ve mis fotografías con tantos envases de plástico estropeando el medio ambiente se impacta, también cuando ven que recojo muchas mascarillas... porque no es lo mismo contarlo que verlo con tus propios ojos, y son muchos los internautas que me escriben para decirme que se están concienciando gracias a mi labor y se llevan bolsas para recoger basura. Es un pasito más de cada persona que a mí me anima a seguir realizando este trabajo porque cuando recibo un 'qué bien lo estás haciendo, yo también lo haré' creo que estoy consiguiendo que el mundo sea un poco mejor», expone Valverde.

Dentro del parque natural de Cabo de Gata y pese a la basura que pueda encontrar durante la práctica deportiva, David ve «algo de conciencia en las personas que lo frecuentan». «A los almerienses les gusta cuidar el entorno, pero cuando vienen turistas se complica la cosa, si caminas dentro del parque, la zona está limpia a comparación de otros lugares de la provincia».

De seguir esta tendencia, David Valverde recalca que los plásticos seguirán su camino hacia el mar y la fauna marina «tendrá graves problemas por culpa de la acción del ser humano». «Me he encontrado a peces con anillas de las latas o un pulpo haciéndose su casa en una botella de plástico», advierte, sin dejar de recordar en el aumento de la contaminación a consecuencia de las mascarillas.

«Mi mayor anhelo sería hacer solo deporte y que esta acción de ir recogiendo basura desaparezca. Pero mientras tanto, tendré que seguir haciendo plogging e inculcando a la sociedad que hay que cuidar el planeta», subraya Valverde. El plogging lo empuja como una ola de concienciación para demostrar que la fatal estampa de la contaminación es otra de las secuelas que nos está dejando la pandemia del coronavirus. Y por qué no, que está en las manos de todos que se frene con las pequeñas acciones individuales. Porque... de esta saldremos mejores... ¿o no?

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