María y su voz, un rezo lleno de emoción en Semana Santa
María Canet es una de las saeteras que, desde los 13 años, pone la emoción con su cante durante las salidas procesionales de las hermandades en Almería
nerea escámez
ALMERÍA
Martes, 12 de abril 2022, 23:25
La Semana Santa de Almería ha vuelto en todo su esplendor tras dos años de parón para hacer disfrutar a los fieles creyentes de las ... hermandades en sus salidas procesionales. Con el tiempo como único factor en contra, pero que en este regreso parece estar dando una tregua a los almerienses, todo está saliendo como estaba planeado y, cada detalle está brindando unas jornadas únicas e inigualables durante el recorrido de las imágenes.
Entre las piezas que dan lugar a una Semana Santa única, está María del Mar París Canet, conocida artísticamente como María Canet, es una de las voces de las diferentes saeteras y saeteros que se encuentran en la capital, y que contribuye cada año a erizar la piel de los presentes cuando se asoma al balcón dirigiéndose a las imágenes titulares entre oraciones llenas de amor y devoción. Nacida en septiembre del 1980, la almeriense recuerda a este periódico que su inicio en el mundo de la saeta se dio «cuando tenía, creo que unos 13 años y canté mi primera saeta a la Virgen de la Macarena en la calle Triunfo, entre la calle Granada y la plaza de San Sebastián», fue un acto único e inolvidable que, en aquellos años, lo hizo por libre y, «agarrada de la mano de mi amiga, porque estaba muy nerviosa y me daba vergüenza pese a que lo había ensayado tantas veces».
Este sentimiento hacia las saetas, también, es parte de su herencia de la familia de su madre. «Mi nombre artístico viene precisamente porque mi familia materna cantaba saetas, lo que pasa que nunca llegaron a darse a conocer por su timidez, de hecho, mi abuelo José Canet cantaba saetas en su juventud y me cuentan que se ponía, por ejemplo, en un balcón del Paseo de Almería y él cantaba pero su hermano hacía como que él era el que cantaba», rememora entre risas. «Era muy tímido, pero todos en la familia han estado muy ligados al flamenco», expresa.
Prácticamente, desde que nació, ha estado ligada a la Hermandad del Prendimiento. «Soy cofrade desde que nací, mi padre me inscribió en el registro civil y a su vez, en la hermandad», apunta que, sin lugar a dudas, esta semana es «de las más esperadas del año, son unos días muy importantes y especiales, la recuerdo siempre como una de las épocas más bonitas».
En cuanto al palo por el que se decanta en las saetas, normalmente, lo hace por «seguidillas y debla o toná». Aunque en Almería la saeta por carcelera, «es una de las más elegidas, lo cantan mucho Antonio López o Rocío Segura y me gusta mucho, pero yo prefiero esos palos, siempre canto por toná o debla». La artista de la capital, si tuviera que explicarle a alguien que vive de Despeñaperros para arriba, lo que es una saeta, lo tiene más que claro. »Un rezo mientras se canta, es una plegaria cantada a la imagen, está ese pellizco flamenco que lo hacen un cante tan profundo, con arraigo y mucha fuerza», destaca donde, es un momento en el que en muchas ocasiones no puede evitar «tener el nudo en la garganta, al terminar de cantar a veces te derrumbas, porque no se puede aguantar, hay algunas imágenes que te inspiran y como soy una persona creyente, pues despiertan en mí sentimientos, que no puedo evitar que me emocionen».
Este año, comenzó con sus saetas el Sábado de Pasión. «Canté con La Unidad, en Piedras Redondas, llevo muchos años cantando y es como una tradición», refleja recordando que, cantó cuando estaba embarazada de su hijo, quien cumplirá 13 años en verano, «al año siguiente, fui con él, con apenas un añito y me regalaron un costal para él, es muy emotivo y es una tradición con ellos». Luego, le sigue el Domingo de Ramos, donde deleita con su voz a la Virgen de los Ángeles y al Cristo de la Misericordia. Para este Miércoles Santo, María Canet no faltará en su tradición de cantar a la Virgen de La Merced.
Y, su talento, también ha sido escuchado fuera de la capital en las ciudades de Granada, Lorca, o en la provincia en Huércal-Overa, El Ejido y Olula del Río.
Respaldo de la Peña El Morato
Pese a que durante todo el año ha seguido cantando flamenco y la voz está más que hecha a la música. La saetera refleja que «la saeta es muy particular, lleva muchos años conmigo y la tengo muy interiorizada, me sale sola», indica, aunque «la primera saeta que he cantado tras volver de la pandemia me ha dado muchísimo respeto, ha sido una situación rara a la par que emotiva de decir 'Otra vez estoy haciendo esto', ha sido increíble».
Aunque pasen los años, salir al balcón siempre «causa mucho respeto» pero, su mirada está puesta en las imágenes titulares. «Siempre tengo mi mente y mirada puestas en ellos», destaca. Para cada año, sin la Peña Flamenca El Morato, «el apoyo lo es todo, sin ellos no existirían las Muestras de Saetas en las calles de Almería, también sin los cantaores, pero su respaldo es esencial», dice, lanzando a su vez, consejos a futuros saeteros, «tienen que estudiar mucho, la saeta es un cante que nunca se deja de conocer sus entresijos».
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