La Junta reabre el 'cole' de Tahal tras el cierre polémico del año pasado
El CEIP Otero Novas deja de existir pero en sus instalaciones se abre un aula del Colegio Rural Los Filabres, con su sede central en Albanchez
Miguel Cárceles
Almería
Viernes, 11 de septiembre 2020, 00:13
Tahal volverá a tener hoy colegio. Las instalaciones del Centro de Educación Infantil y Primaria 'Otero Novas', cerrado a cal y canto desde hace más ... de un año, se impartirán clases después de que Educación haya decidido convertir el centro en una de las aulas locales del Colegio Público Rural Los Filabres, con sede en Albanchez. Serán cuatro los alumnos que este año cursen sus enseñanzas de infantil y primaria en el centro, un colegio con una decena de aulas y comedor escolar que verá reducidas sus potencialidades debido a la escasez de demanda escolar en la zona.
Según informó la propia Consejería de Educación y Deportes a IDEAL, serán cinco las aulas de este centro rural (Albanchez, Tahal y otras tres en Benizalón, Chercos y Líjar). Gracias a la incorporación al CPR, el centro contará con docentes 'especialistas' en materias como lengua extranjera, educación física, formación moral (religión católica o sus sustitutas) e incluso música y plástica ya que los docentes rotan entre los centros.
Esta incorporación tiene lugar después de que el pasado año la Consejería de Educación y Familias de la Junta de Andalucía decidiese bloquear las matrículas en el centro, tal y como trasladaron a IDEAL diversas familias, y se conminara a los usuarios a matricularse en el centro público ordinario más cercano, en Macael, a unos 20 kilómetros de distancia que debían recorrer en transporte escolar por carreteras de alta montaña.
«Se ha demostrado lo que el PSOE mantuvo siempre, desde el primer momento, que es que no había motivos que justificaran el cierre de este centro educativo, más allá de la voluntad de PP y Cs», defendía ayer la diputada autonómica Noemí Cruz. «La mejor prueba de que el cierre del colegio fue una decisión política es que, gracias a la lucha de los socialistas y en especial de la alcaldesa de Tahal, se ha conseguido que reabra sus puertas», señaló la responsable socialista.
Cabe recordar que el cierre del colegio de Tahal fue ampliamente polémico. No solo porque se impidió –según declararon las propias familias afectadas– la matriculación en dicho centro a al menos tres alumnos, sino también porque la Consejería de Educación y Deporte mantuvo hasta la extenuación que el centro no estaba cerrado pese a que no tenía alumnos, no tenía profesor asignado y las instalaciones permanecieron durante todo el curso escolar cerradas con un candado.
«El cierre de un colegio en un pueblo es una sentencia de muerte para su futuro», insistía Cruz. El PSOE fue especialmente beligerante con este cierre, del que no fue ni tan siquiera informada la alcaldesa de forma directa. Diversos alcaldes de la comarca mostraron cómo la búsqueda de familias con menores para mantener abiertos los centros educativos se ha convertido en una batalla anual de los regidores, que observan cómo los pequeños municipios del interior arriesgan a la pérdida de servicios públicos y a su potencial extinción.
El de Tahal era, hasta hace pocos años, el centro de referencia de un puñado de pueblos situados a menos de 15 kilómetros a la redonda: Alcudia de Monteagud, Benizalón, Benitagla o Chercos, por ejemplo. Tiene unas infraestructuras modernas: seis aulas con pizarras digitales, unas enormes pistas deportivas y una cocina industrial que el Ayuntamiento renovó completamente hace tres años. El cierre del centro el pasado año obligó a los niños del pueblo a recorrer a diario unos 50 kilómetros de carretera desde casa al colegio, el CEIPLas Canteras, de Macael. Un viaje que, además, debían efectuar en autobús junto con otros menores en edad de Instituto, lo que les obligaba por lo tanto a madrugar más aún.
La Junta de Andalucía jamás aceptó públicamente que el colegio estuviese cerrado. Según declaró la entonces delegada territorial de Educación y Deportes y hoy viceconsejera, Carmen Castillo, se trató de la «interrupción de matrículas» en atención a un «punto de vista pedagógico y de integración social del alumnado».
El cierre del colegio de Tahal coincidió con otras clausuras de líneas enteras en centros escolares rurales de Las Alpujarras que alzaron a la comunidad educativa contra la decisión del Gobierno autonómico. El Ejecutivo acabó dando marcha atrás, lo que provocó dimisiones en el organigrama.
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