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«Hay intereses económicos para que los futbolistas no revelen su homosexualidad»

«Hay intereses económicos para que los futbolistas no revelen su homosexualidad»

Víctor Gutiérrez | Deportista olímpico de Waterpolo

Miguel Cárceles

Almería

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Viernes, 29 de junio 2018, 01:31

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Más que salir del armario, lo desgajó de un portazo: visibilizó su sexualidad desde la piscina del Real Canoe y de la Selección Española de Waterpolo. Y desde entonces es uno de los máximos referentes LGTBI en el deporte de élite. Hoy, Víctor Gutiérrez ofrece una conferencia en el Teatro Apolo en el marco de la Semana de la Diversidad de Almería. Pero horas antes de llegar hasta este rincón del sureste, charla con IDEAL.

-Más que abrir la puerta del armario, la echó abajo. En la portada de una revista, sin cortapisas.

-Sí, la verdad es que la idea llevaba planeándome por la cabeza algunos años, al menos un par. Pero nunca había encontrado la seguridad o la confianza para dar el paso definitivo y hacerlo. Y hace dos años ahora estaba en el mejor momento deportivo, en un buen momento personal, seguro de mí mismo, orgulloso de quién era y además con buen entendimiento con mis compañeros de equipo y de selección. También se da el caso de que nunca me había enfrentado a un abuso o acoso. Así que pensé que lo que no es visible es como si no existiera. Siempre que se habla de deporte y homosexualidad hablamos de algo malo, así que compartí mi experiencia que es positiva para que chicos y chicas más jóvenes sepan que se puede ser perfectamente homosexual y desarrollarse en un deporte de alto nivel.

-Detrás se han sumado otros [el último, el nadador olímpico malagueño Carlos Peralta]. ¿Es todavía difícil reconocerse gay en el deporte?

-Sí, es complicado. Hay muchos factores que hacen que tomar la decisión de hacerse visible o de vivir con normalidad, porque no todo el mundo tiene por qué salir en un periódico o en una revista. Uno de ellos es el miedo a la reacción en el vestuario. Tus compañeros de equipo son como tu familia. Imaginarte que en algún momento puedan rechazarte por mostrarte como eres da vértigo. Por otro lado, y esto en los deportes minoritarios es algo menor, está el hecho de que aficionados puedan insultarte. Además, en los deportes mayoritarios, fútbol y baloncesto, hay otra realidad: intereses detrás que hace que los jugadores no se hagan visibles. Los equipos funcionan como empresas. Aún es difícil, pero intentamos que se pierda el miedo.

-¿En pleno siglo XXI, evidenciarse como homosexual puede perjudicar a un club o a sus patrocinadores?

-Si hablamos del fútbol, el Real Madrid tiene un patrocinio en la camiseta que pone Fly Emirates, y los Emiratos Árabes y la homosexualidad no se llevan nada bien. Está perseguido. El Fútbol Club Barcelona tiene Qatar, que es un lugar donde hay pena de muerte. Estoy completamente convencido de que el problema en el fútbol no está tanto en que un futbolista sea gay, que puede aceptarse, sino que probablemente el club, el Real Madrid o el Barcelona, le dirán al jugador: 'Oye, tú haz lo que quieras en tu casa, pero no vamos a permitir que pongas en riesgo un patrocinador nuestro de equis millones de euros'. Creo que hay factores extradeportivos que influyen en esa toma de decisiones.

-¿Y la responsabilidad social de los clubes? ¿No debiera evitar que pudieran darse estas situaciones?

-Es curioso que el deporte, que abandera valores como el respecto, la tolerancia, el juego limpio o la integración sea un ámbito en el que desgraciadamente la gente no se muestra tal y como es. Muchos chicos y chicas se ven obligados a dejar el deporte porque les insultan. Hay que mirar dónde está el problema, si está en el deporte base o en la gestión de los clubes. Vamos dando pasos, pero queda mucho por cambiar.

-Nunca ha sufrido acoso. Pero ahora, como referente, ¿le han contado casos en los que sí?

-Yo quería compartir mi experiencia positiva, ponerla en alza. Pero yo soy un afortunado, lo que yo he vivido no es lo que viven otros chicos y chicas. El haberme hecho visible me ha acercado a personas que me han contado su historia y he advertido la cantidad de sufrimiento que genera a muchas personas el simple hecho de ser homosexual. Gente que ha tenido que dejar el deporte, que recibe insultos. Es importante denunciar estas cosas, pero también crear referentes positivos, hacernos visibles, mostrar que se puede perder el miedo, que se puede seguir adelante siendo gay en un mundo tan machista como el del deporte.

-Hablando de referentes, ¿cuál fue el suyo?

Pues la verdad es que no tuve. Ha habido deportistas que han salido del armario, pero lo han hecho cuando han dejado el deporte. Me parece valiente, pero creo que uno tiene que mostrarse como es y dar la cara en el momento en el que está en activo. Yo comprendí que teniendo mi familia de mi lado, mis amigos de mi lado y desenvolviéndome sin problemas en mi deporte que es mi pasión, no había absolutamente nada que me impidiese dar la cara.

-¿Existen aún menos referentes en el caso de las mujeres?

-Sí, están desafortunadamente en un segundo plano. Igual que ser gay y hacerse visible puede estar ahora bien visto, hablando con chicas deportistas tienen otro prisma. Pero el tren ya ha arrancado y es imparable. Estamos todos mucho más concienciados con el tema de la igualdad, del feminismo. Es el siguiente paso de esta sensibilización de los últimos años.

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