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Los Gallardos. R. I.
Coronavirus en Almería | Hablan los pueblos sin Covid-19 en Almería: «No hay recetas, ha sido cuestión de suerte»

Hablan los pueblos sin Covid-19 en Almería: «No hay recetas, ha sido cuestión de suerte»

Balanegra (3.009 habitantes), Los Gallardos (2.794) y Sorbas (2.388) han logrado sortear la crisis del coronavirus sin que, hasta el momento, ninguno de sus vecinos haya dado positivo | Ya sopesan cancelar las fiestas de este verano: «La seguridad es lo primero de todo», indica uno de sus alcaldes

Miguel Cárceles

Almería

Miércoles, 6 de mayo 2020, 00:32

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En Balanegra llevan dos días con una temperatura más propia de agosto que de mayo. La playa a escasos 500 metros del vecino más alejado del núcleo urbano, sería en una situación de normalidad el mejor antídoto contra el calor. Algunos osarían a retar la rutina de entre semana y se darían un capuzón en el mar de Alborán para rebajar las calores. Otros se conformarían con una silla a la puerta de la casa cuando el sol cae, más allá de las nueve. Pero esa rutina ha desaparecido.

En Sorbas, uno de los pueblos más bonitos de toda la provincia, los fines de semana han dejado de ser los días de exhibición de su arquitectura encalada sobre el cortado del río Aguas. Los bares y restaurantes al borde de la Nacional 340 están cerrados. Y ni siquiera se oye el rumor del colegio, a las afueras, con los pequeños gritando en el recreo.

A unos cuantos kilómetros al norte, Los Gallardos ya no tiene tantos coches por la travesía. El encierro ha sido tan drástico que hasta el rugir de los motores es el de otras épocas.

Sin embargo, los cuatro municipios comparten un dato tan brillante como aparentemente efímero. Son los tres municipios más grandes de Almería que no han contado, hasta el día, ningún contagio de coronavirus. Ninguno. Cero. ¿Existe receta? Esto es lo que dicen los alcaldes.

Balanegra - Nuria Rodríguez (PP)

«Ha sido cuestión de suerte, el Poniente está muy conectado»

La mañana es ajetreada en Balanegra (3.009 habitantes). Constantemente se están publicando nuevas normativas. Y solo estando mínimamente al día se pueden mantener niveles de exigencia tan elevados. «¡Hemos puesto vallas y no hemos dejado entrar a nadie!», responde con sorna a la pregunta sobre qué ha permitido a Balanegra ser la aldea gala del Poniente. «Ha sido cuestión de suerte. El Poniente está muy conectado. La gente se mueve mucho para trabajar. Tanto de quí para fuera como a la inversa, de fuera para aquí», reconoce. Balanegra es la sede de una de las cooperativas más grandes de la agroalimentación en la comarca, Cabasc. Son aproximadamente 600 empleos.

«Por fortuna el colectivo de mayores no se apuntó al viaje a Benidorm. Y eso nos ha permitido librarnos en un principio», subraya. Berja, Adra, Dalías o El Ejido municipios cercanos o colindantes con Balanegra, han tenido varias decenas de casos. Balanegra ha sido la excepción. La única en todo el Campo de Dalías. También tienen un plus: el único centro de reunión de ancianos -han sido uno de los principales focos de contagio en el país- es solo un salón social en el que jugar a las cartas o echar un rato de conversación. «Cuando hay un centro de mayores es difícil escaparse».

Este año no habrá fiestas ni actividad cultural. No quieren aglomeración de personas. «No iría en consonancia con la situación, pero sí escapar de la rutina», indica. Por ello esperan que los turistas -sus exvecinos de Berja, pero también de la comarca y de Jaén o Madrid- vuelvan al municipio. «En la playa vamos a mantener los servicios con las indicaciones que vengan».

Los Gallardos, Francisco Miguel Reyes (Cs)

«Los vecinos han tenido un comportamiento ejemplar»

Por primera vez en décadas, Los Gallardos no celebrará este año sus fiestas patronales por la Virgen del Carmen. Francisco Miguel Reyes (Cs), excusa esta decisión en que la situación es lo suficientemente anormal. «Estamos cerca de pueblos costeros con muchos casos», recuerda el regidor.

Estos días han sido de gran ajetreo. El Consistorio se ha remangado para dotar a la poblaión de mascarillas y, sobre todo, mantener todo el pueblo con desinfecciones constantes. «La población de Los Gallardos ha tenido y está teniendo un comportamiento ejemplar. Salen protegidos, guardan las distancias. Pese a que no tenemos restricciones horarias, hasta ahora han estado muy cofinados. Y no ha habido cortijo incluso en las barriadas que no hayamos desinfectado. Todos los días. Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestra mano», defiende.

«Con todo el dolor de mi alma las fiestas no se van a poder hacer. Sería una temeridad. Son de las primeras de la zona y viene mucha gente. No sería adecuado en esta situación».

Sorbas, José Fernández (PP)

«La dispersión geográfica de nuestros núcleos ha sido un factor importante»

Fernández respira con tranquilidad relativa. «Obviamente tranquiliza, claro, pero lo que más tranquiliza es que la población se está comportando estupendamente, siguiendo las instrucciones de confinamiento», revela el alcalde de Sorbas. Su municipio, uno de los más dispersos, tiene 2.400 habitantes en 32 núcleos de población. El más grande Sorbas, tiene poco más de 1.400; el segundo, Los Martínez, 106. El resto de la población se distribuye en pedanías de menos de 100 habitantes. Y ahí la distancia social viene impuesta ya por la propia dimensión del espacio de convivencia. «Pero es que además se está respetando escrupulosamente el confinamiento, eso dificulta la posibilidad de contagio. Ha habido una gran responsabilidad y eso ha dado sus frutos», conviene.

Económicamente no es de los municipios más afectados. La actividad más importante del núcleo son las canteras de yeso, y han seguido con una actividad normalizada. «Los que se han visto afectados son principalmente la hostelería y la restauración. El comercio de comestibles ha seguido y, al contrario, ha visto incrementada ventas porque las compras se han tenido que realizar en el municipio», valora.

Ahora, espera órdenes, porque la mayor parte de los 32 núcleos poblacionales celebrará sus fiestas en verano. «Lo principal es que sigamos con responsabilidad, con recelo. Si van a acudir personas de lugares que ha podido haber bastante contagio eso puede tener su incidencia. Pero también está la responsabilidad y las medidas de seguridad individual y colectiva. Si bares abren, deberán tener condiciones de seguridad para que se desarrolle la actividad. Demandamos ahora los ayuntamientos precisión en cuanto al uso del espacio y, muy especialmente, en piscinas públicas y festejos populares», refiere.

«Lo razonable es que no se celebren. Pero hasta el momento no tenemos ningunas indicaciones en contra por parte del Gobierno central. Hasta que no tengamos claras las indicaciones del Gobierno central no queremos pronunciarnos», subraya. Eso sí, siempre y cuando no haya riesgos de contagio. Hasta ahora lo han conseguido. Y no quieren perder la batalla en el último minuto.

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