Pilar Iglesias
El centro para internar a mujeres 'descarriadas' en Almería se ubicó en Obispo Orberá, aunque hasta ahora apenas se conoce su historia
Se ha pasado la vida «trabajando y estudiando». Pilar Iglesias se ha jubilado como profesora de Inglés tras «muchos años» en la educación pública pero se mantiene activa (y de qué manera) en su vocación investigadora «desde una perspectiva muy concreta, que es una perspectiva feminista y de derechos humanos». Este martes, en su rol de experta en temas relacionados con mujer y salud, ofrece la charla 'Vientres de alquiler, ¿dónde estamos tras la instrucción del 28 de abril?', que organiza la Plataforma Acción Feminista de Almería en la sede de la UNED, aunque su campo de investigación va mucho más allá.
Entre esos «charcos» y «melones» –como ella misma los describe– se encuentra el reconocimiento y la reparación histórica de las mujeres que fueron internadas durante décadas en el Patronato de Protección a la Mujer, una institución fundada por el régimen de Francisco Franco en la que encuentra no pocas similitudes con los centros de las Hermanas de la Magdalena de Irlanda, país al que se quedó «enganchada» tras participar hace más de 20 años en un intercambio de profesorado.
Del conocimiento de ambos órganos destinados a 'corregir' a las féminas, Iglesias elaboró una premiada investigación de la que surgió, después, el libro 'Políticas de represión y punición de las mujeres. Las lavanderías de la Magdalena de Irlanda y el Patronato de Protección a la Mujer de España'.
–Defiende usted una perspectiva feminista desde la docencia, algo que se ha criticado mucho por parte de ciertos sectores, ¿que opinión le merece?
–Eso es pura ignorancia. No se hace nada desde una perspectiva neutra, porque eso no existe. Todo el mundo tiene una posición en el mundo. Es más, cuando tú no metes la perspectiva feminista, estás metiendo la perspectiva patriarcal, la perspectiva del sistema de dominio patriarcal, androcéntrica, etcétera. Estás dejando fuera a todas las creadoras de todo tipo. (…) En Andalucía hubo, a principios de los 2000, cuando se pone en marcha coeducación de una manera bastante potente, cursos muy buenos para profesorado. Por ejemplo, Carmen Ruiz Repullo, sexóloga de Granada, dio cursos geniales de educación sexual. Pero íbamos quienes queríamos. (...) Tenemos una excelente arquitectura de leyes en España y, concretamente en Andalucía, pero, después, a la aplicación le falta mucho todavía.
–¿Por qué no se da el paso para que estas leyes se ejecuten?
–Hombre, creo que hay bastante de verdad en que es realmente una decisión política, una voluntad política. Y el dinero que suele marcar dónde van los esfuerzos. Quiero decir, casi siempre, las cosas de las señoras, las cosas de la educación, las cosas de la sanidad, las cosas de los servicios sociales van después de otras cosas. Yo creo que si nos parásemos todo el mundo a pensar un poco que lo primero es antes, y que, sin educación, sin servicios sociales, sin sanidad, nos morimos de asco a lo mejor salíamos con muchas pancartas a la calle exigiendo a los gobiernos poner eso en marcha. Pero se priorizan otras cosas.
–Es una de las mujeres que investigan sobre el Patronato de Protección a la Mujer en España, que compara con las Hermanas de la Magdalena de Irlanda.
–Aquí dependía delMinisterio de Justicia, con el nombre de Patronato de Protección a la Mujer se crea por un Real Decreto el 6 de noviembre de 1941 junto con otro decreto que crea unas prisiones especiales. Hubo ocho de estas en España, alguna en funcionamiento hasta muy entrados los años sesenta (del siglo pasado), que eran para mujeres caídas, mujeres en situación de prostitución. Teóricamente, el Patronato nace para menores de edad, entre 16 y 23 años aunque dos años más tarde pasa a los 21 años la mayoría de edad. Pero, de todas formas, hasta los 25 años el padre tenía derecho a mantenerte en casa. En principio era para prevenir la prostitución. Entonces, ¿qué pasa? Y en esto se puede hacer mucho paralelismo con las instituciones de Irlanda y de otros países, que ese abanico se va abriendo. Yo he trabajado con doscientos y pico expedientes de los años sesenta del Archivo Histórico Provincial de Málaga, que es una pequeñísima muestra.
–¿Qué ha encontrado?
–Que aproximadamente, podría haber un 10% en situación de prostitución y otro 10% o 12% podrían ser chicas solteras embarazadas. Con lo cual, vamos a tener más de un 70% que ni estaban en la prostitución ni embarazadas.
–¿Qué hacían ahí, entonces?
–Es un paraguas que recibe el nombre de peligro moral. Dentro de ese paraguas está bailar agarrado, vestirse de una manera que no parezca decorosa, ser rebelde en casa, pensar que pueda ser que tenga relaciones sexuales con el novio, ni siquiera que las haya tenido.
–¿Al novio le pasaba algo?
–No, a ellos nunca les pasaba nada. Pero hay casos más terribles. Haber sido violada por su propio padre, por un padrastro, por un sacerdote podía llevarte al Patronato. Acaba de dar su testimonio, con toda mi admiración, María Forns, una superviviente del Patronato. Ha revelado hace pocos meses el nombre del sacerdote que la violó y, encima, convenció a su familia para encerrarla. Y ha conseguido que en una localidad de Cataluña, donde le estaban haciendo honores, hayan retirado su nombre de espacios públicos.
–¿Qué se sabe sobre el Patronato en Almería?
–He tenido ocasión de ir al Archivo Histórico Provincial de Almería. Me encuentro con un trato exquisito pero no saben nada del Patronato y ya les dije que esto es lo más común. Voy a volver y me dijeron que iban a empezar a ver dónde podrían estar (los expedientes). La memoria de 1970 da una relación de los centros que estaban en funcionamiento, en el caso de Almería, había un solo centro, que no era propiedad del Patronato, que lo llevaba una orden religiosa, las Obreras de la Cruz que, curiosamente, no regentan ningún otro centro, al menos, en este año. ¿Por qué establecieron esta conexión con ellas? Es algo que no se decir. Ya lo miraremos. Estoy poniendo trabajo sobre la mesa en Almería. Alguna persona tan respetada en Memoria Histórica en Almería como Martirio Tesoro estaba dispuesta.
–¿Dónde se ubicaba?
–Sé que en Obispo Orberá estuvo el único centro del Patronato de Almería; por tanto, no en Adoratrices, que yo también dirigía la mirada hacia Adoratrices, que ha sido de las órdenes más potentes.
–Las Adoratrices siguen trabajando con mujeres vulnerables en Almería y otros lugares, ¿no?
–Adoratrices, Oblatas y otras órdenes han sido una fuerza tremenda en su vinculación con el Patronato y ahora reciben públicos reconocimientos. Yo creo en la transformación de cualquier persona y de cualquier organización, pero hay que demostrarlo un poquito. Y no de la noche a la mañana.
–¿Qué se conoce de lo que ocurría a las mujeres internas en esos centros?
–Había incomunicación entre las propias chicas, aislamiento, pérdida de identidad, imposición de uniformes, rapado de pelo, quitarle objetos personales, sometimientos a prácticas religiosas obligatorias... Toda una serie de procesos.
–Maltrato en general.
–Claro, claro. Una violación sistemática de derechos humanos. También trabajo forzado. El trabajo en las lavanderías (de Irlanda) era terrible, pero también en España se hacía trabajo forzado bajo el nombre de talleres. Dice Mariona Roca (realizadora de televisión que estuvo interna en uno de estos centros) que la tuvieron cosiendo ropa para El Corte Inglés.
–Ha mencionado registros de 1970, ¿hasta qué año funcionó?
–El Patronato está enfuncionamiento hasta 1985, casi diez años después de morir el dictador. En Irlanda, las Lavanderías de la Magdalena y las Casas de Madres y Bebés cerraron mucho después que aquí. Hasta 1996 no se cierra la última lavandería.
–¿Siguen en uso esos edificios?
–Siempre se quejaron de tener poco dinero pero con sus propios fondos crearon algunos grandes centros propios del Patronato. Con lo cual, cuando se transfirieron las competencias a las comunidades, por ejemplo, en Andalucía se pudo quedar con un centro, el Carmen de Burgos de Baeza. Fue uno de los reformatorios más terribles del Patronato y no hay ni una placa que recuerde lo que fue.
–¿Por qué no tiene esa placa?
–Pues el Patronato ha permanecido en el agujero negro de la Memoria Democrática. El agujero donde meten a las mujeres.
–En Irlanda se pidió perdón por estas prácticas, ¿se verá algo así en España también?
–Es un proceso de incidencia política. En Irlanda, el Estado trató de lavarse las manos diciendo que no dependían del Estado. Pero en España dependía del Ministerio de Justicia y nos estamos centrando para la reparación.
–¿Qué tipo de reparación esperan?
–La Confederación de Órdenes Religiosas(Confer) ha decidido montar un acto de perdón. Soy muy crítica con este acto, pero como es muy importante para las supervivientes, lo respeto muchísimo y voy a acudir. Es el 9 de junio. Soy crítica porque creo que lo primero es la verdad, abrir sus archivos, investigar al máximo. Y, desde luego, el Estado debe estar implicado porque las órdenes religiosas actuaban en colaboración con el Estado.
–¿Qué le piden al Estado?
–En España, se está dedicando 2025 a un supuesto aniversario del comienzo de la democracia. Estamos reclamando que sería el momento, muy tardío ya, pero al menos un momento imprescindible para por lo menos poner en marcha una comisión de investigación. A mi me parece estupendo que todos los gobiernos organicen actos públicos y vuelvo al ejemplo de Irlanda, en junio de 2018.
–¿No se ha abordado este asunto antes?
–Ni órdenes religiosas ni el Estado habian decidido hacer nada. Hasta hace muy poco. Es más, llegamos a octubre de 2022 y tenemos una interesante ley de Memoria Democrática. El artículo tres hace una relación de todas las situaciones que una persona pudo haber sufrido para acreditar su condición de víctima del Franquismo. Pero, de repente, hay otro agujero negro: no está el Patronato.
–Y no se ha incluido a estas mujeres como víctimas...
–¿Cómo se ha podido olvidar? Es más, la Comuna, Asociación de Personas Expresas del Franquismo, donde voy a hablar en Madrid el día 5 sobre este tema, presentó enmiendas, solicitó que se incluyera el Patronato. Solamente le dieron un poco cuerda dos partidos, Compromís y BNG. (...) Entiendo que había mucha gente que, honradamente, desde dentro de partidos políticos no lo conocía. Pero, ojo, estás trabajando sobre una ley y, además, ha habido unas enmiendas.
–Hablando de leyes, visita Almería para participar en una charla sobre vientres de alquiler, ámbito sobre el que recientemente se a modificado la normativa en España.
–Toda esta industria es brutal, mueve una cantidad absolutamente billonaria de dinero y la mujer no recibe nunca la mayor parte porque hay toda una red de clínicas, asesoría legal, etcétera, que va a seguir existiendo. Creo que hace falta una ley específica de subrogación en España, si se quiere hacer algo serio, con plazos, para no dejar un vacío, y sanciones.
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