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Francisco Javier Sáez Mena comparte un momento musical con un habitante de Angola.
«Los guardias viejos nos inculcaron que tenemos una labor social»

«Los guardias viejos nos inculcaron que tenemos una labor social»

ALICIA AMATE

ALMERÍA

Domingo, 18 de noviembre 2018, 02:25

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Autodidacta y convencido del poder de la música, Francisco Javier Sáez Mena cree firmemente en un mundo mejor. «Los guardias viejos siempre nos inculcaron que tenemos una labor social», asevera este guardia civil almeriense de pura cepa: «nací y crecí aquí, en la Comandancia. Este es mi barrio de toda la vida». Y de él solo se ha alejado seis de sus 46 años, cuando fue destinado a otros puntos de España después de terminar su formación. Volvió para ser padre en Almería y aquí sigue, casi dos décadas después, haciendo de su pasión musical un instrumento para lograr esa labor social que le enseñaron sus mayores.

Pero hay que comenzar por el principio, cuando un grupo de adolescentes formaban parte de ECAS -muy populares entre los jóvenes católicos en décadas pasadas- donde, además de realizar labores solidarias, cantaban música religiosa. Años después, parte de este grupo se acabaría convirtiendo en 'Los Guardias de Dios', también conocido como 'el coro de la Guardia Civil'. Se trata de una formación única en su género ya que, principalmente, dedican su repertorio al folklore sacro aunque suenan a ritmo de boleros, baladas e, incluso, canción protesta. Sorprende que incluyan canciones de Víctor Jara, por ejemplo, «pero nosotros nos centramos en el mensaje». Dice que le gusta la acústica de las iglesias, sin embargo, han llenado en los últimos años auditorios como el Maestro Padilla o el de Roquetas de Mar. «Impresiona cantar ante mil personas».

Después de casi una década de ensayos y actuaciones -«empezamos cantando en misa en la capilla de la Comandancia»-, esta guardia musical está preparada para lanzar su primer disco. Y ahí comienza la fusión entre música y labor social ya que la recaudación de la venta de este recopilatorio irá destinada a la construcción de una escuela en una población de Angola «en la que no hay nada». Personalmente, Francisco Javier Sáez visitó el país africano con la Fundación Jesús Peregrín como parte del primer viaje que esta organización realizaba al país africano. «Estuve quince días e hicimos 22.000 kilómetros», es decir, lo recorrieron de punta a punta. «La música es algo que une a todos los pueblos», dice mientras cuenta cómo quedó sorprendido por las canciones que estas personas entonaban: «¡allí todos cantaban bien!». Volvió cambiado, con una nueva perspectiva de la vida y con la firme decisión de ayudar. «Estuvimos con unas hermanas mercedarias -de la congregación de la Merced- que dan todo a cambio de nada para ayudar porque donde van los misioneros no llega nadie más, ni siquiera las oenegés», cuenta este guardia civil sobre cómo comenzó a fraguarse la idea de construir una escuela «que servirá para mucho más», está seguro. «Ya se ha comprado el terreno y sabemos que el proyecto llevará años».

Pero el inicio ya está marcado. El disco 'Todo cambia' verá la luz a mediados de diciembre y, con él, se iniciará también una gira para la que ya tienen cerrados conciertos en distintas ciudades españolas. «Haremos una presentación importante en Almería», aunque aún no tiene fecha.

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