Los guardianes de los montes
El Plan Infoca espera que las lluvias de primavera mantengan húmedo el terreno para evitar incendios y continúe la tendencia del pasado verano, que fue «especialmente bueno»
Una llamada marca la diferencia entre la calma y la tensión. En el Centro de Defensa Forestal (Cedefo) de Sierra Nevada los trabajadores practican maniobras, reciben formación, revisan el material. Hasta que llega el aviso de un fuego. Antes de hacer preguntas ya se han puesto en marcha: más vale que acudan efectivos se sobra y algunos se tengan que dar la vuelta a que se retrase la actuación. La respuesta es inmediata, como ese picor en la garganta que deriva en tos milésimas de segundo después. En este caso les hacen falta menos de tres minutos para terminar de equiparse y estar montados en los vehículos terrestres y helicópteros. El Plan para la prevención y extinción de incendios forestales (Plan Infoca) ya está preparado para cualquier emergencia.
Para el periodo de alto riesgo, que comprende del 1 de junio al 15 de octubre, velarán por la seguridad un total de 455 efectivos entre personal de retenes, vigilantes, emisoristas, agentes de Medio Ambiente o administrativos, entre otros. La cifra asciende a 500 si contamos con los pilotos de las aeronaves, subcontratados a través de una empresa externa. En este sentido, Almería cuenta con un total de tres medios aéreos (dos helicópteros ligeros y uno de transporte y extinción). «Funcionamos a nivel regional, así que los cedemos o pedimos a otros territorios si es necesario», detalla Antonio Sánchez Anguita, uno de los coordinadores del Plan Infoca.
El embargo a Rusia debido a la guerra de Ucrania ha obligado a la Junta de Andalucía a prescindir de los dos helicópteros pesados tipo Kamov, que prestaban servicio a toda Andalucía, ya que la operadora aérea no ha podido realizar su mantenimiento. Serán sustituidos por cuatro FireBoss, de los cuales dos irán a parar a Andalucía Oriental, siendo la primera vez en la historia que el Infoca los utiliza. Estas aeronaves se abastecen de agua sin necesidad de aterrizar, sino planeando sobre una lámina de agua, y cargan el tanque de 3.100 litros de capacidad en apenas treinta segundos.
En cuanto a la totalidad de medios materiales, Almería contará con 12 vehículos autobomba, una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones y dos Unidades Nodriza con capacidad de unos 11.000 litros. También dispondrá de drones, muy útiles para vigilar perímetros, medir superficies y detectar puntos calientes a los que acudir a liquidar y evitar así que se reproduzca el fuego. «Vuela a zonas donde en un momento dado no puede acceder un medio aéreo y sirve de gran ayuda, aunque no echan agua, que es la imagen que a veces tiene la gente», aclara el responsable.
Antes de llegar a ese punto hay que llevar a cabo una labor preventiva, que se prolonga hasta finales de mayo, desde cuando se centran ya únicamente en la extinción. Se basa principalmente en limpiar cortafuegos, eliminar vegetación seca y crear barreras naturales para dificultar la propagación. Las áreas recreativas, que suelen ser propensas por la aglomeración de personas, son una zona prioritaria. Aún así, la limpieza no tiene por qué alcanzar la totalidad del monte. «Tiene que convivir el matorral y la fauna, no estamos hablando de un parque. Procuramos centrarnos en los caminos principales», insiste.
95% de incendios provocados
La eficacia de estas labores y, sobre todo, la concienciación humana -el 95% de los incendios son provocados- permitió que el año pasado se registraran bastantes menos incendios que en los dos anteriores. La época de alto riesgo finalizó con 17 incendios forestales en la provincia y 347 hectáreas afectadas, según informó el Infoca al cierre de la campaña. «El año pasado fue especialmente bueno porque llovió en junio y mantuvo los montes con cierta humedad. Este año ha llovido en primavera, así que esperamos que siga la tendencia. Cuando todo está totalmente seco, como digo yo, arden hasta las piedras. Los montes tienen una función hidrológica, retienen agua como una esponja y, si cae tarde, la están sujetando todo el verano», admite Antonio Sánchez. Influye también el factor suerte. Que no arda un coche cerca de una zona peligrosa, que no se descontrole una quema, que no se parta un cable en una línea de alta tensión, que no caiga un rayo.
Nuevos recursos
El Plan Infoca prevé recibir este año las emisoras de la nueva Red Digital de Emergencias de Andalucía, que optimizarán la comunicación y coordinación y aportarán la localización GPS de los agentes, entre otras funciones. Otra novedad, tal y como anunció la Junta, es que el Infoca pasará a estar adscrito a la Agencia Especial de Emergencias. Aunque siempre han prestado ayuda para momentos puntuales, ahora pasará a formar parte de su «carta de trabajo». «Colaboraremos en terremotos, inundaciones, búsqueda de desaparecidos o rescates durante todo el año», concluye Sánchez.
«Solo queremos volver a casa sanos, no somos superhéroes»
Trabajar en el Plan Infoca requiere, además de una gran preparación física y formación, de la templanza suficiente para actuar en situaciones límite. Rodeados de fuego, bajo temperaturas extremas, cansados y con una presión considerable. La mayoría de veces sienten el apoyo de la ciudadanía, pero hay ocasiones en las que se sienten juzgados. «Hay quienes no entienden que tenemos turnos y debemos cumplir la legislación para proteger a nuestros trabajadores, que tenemos que comer, dormir y descansar. No somos superhéroes, solo queremos volver a casa sanos y salvos», asegura Antonio Sánchez Anguita, del plan Infoca en Andalucía.
Aunque resulte difícil de creer, a veces se tienen que esconder para comerse el bocadillo con el fin de evitar miradas críticas y comentarios del tipo 'en vez de estar apagando fuego estáis descansando'. Sucedió, por ejemplo, durante el devastador incendio de Los Guájares en 2022, cuando algunos huéspedes de hoteles se sorprendían al encontrarse a efectivos allí para dormir. «La zona está cubierta, pero tenemos turnos de horas que debemos respetar, de lo contrario sería imposible estar concentrados», añade Antonio. Lo más importante siempre es la seguridad de los trabajadores. «El monte puede recuperarse, pero una vida humana no», insiste.
En el Plan Infoca funcionan al revés del mundo. Si la mayoría sueña con verano para disfrutar de las vacaciones, ellos son conscientes de que jamás podrán tenerlas en ese periodo. En este saco entran también los pilotos, contratados a través de una empresa externa, que se turnan para cubrir todo el verano. El helicóptero del Centro de Defensa Forestal (Cedefo) de Sierra Nevada es pilotado por especialistas que trabajan una veintena de días seguidos y descansan unos diez. Van rotando y viven una vida nómada que no siempre es fácil, con la familia a cientos de kilómetros de distancia, pero la vocación compensa el sacrificio. «Volar es lo que nos gusta», aseveran los que se ponen a los mandos de la aeronave.
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