Una Feria del Mediodía con mucha miga

Sin embargo, en las calles de los alrededores del Paseo de Almería contaba con un lleno absoluto en las terrazas de los bares que tenían sombra, también los interiores de estos establecimientos que se pusieron a rebosar de clientes evadiendo las temperaturas sofocantes de la calle. Unos minutos más tarde la situación iba a cambiar en la arteria principal de Almería porque la gente decidió ponerse su mejor indumentaria -las había también con vestidos flamencos- y ponerse las botas rodeados de amigos.

Los nueve ambigús que participan en la Feria del Mediodía situados en Calle Marín, Plaza de Tomatito, Plaza Flores, Paseo de Almería, Plaza del Educador, Plaza Virgen del Mar y Plaza Pablo Cazard iban ganando personal y, de un momento a otro, la locura estaba servida. Las cocinas no daban a basto y en todos los negocios se veían tapas similares:lomo, morcilla, croquetas, paella, migas, carne en salsa, melón con jamón... En el Paseo de Almería se vivieron diferentes ferias del mediodía: la de los almerienses y la de los visitantes. Toñi y Alba, son dos turistas que venían por primera vez a la capital procedentes de Zaragoza decidieron atreverse a degustar las mejores tapas de Almería. «Es la primera vez que venimos aquí en nuestras vacaciones, nos gusta mucho Manuel Carrasco y como vimos que canta en Almería decidimos aprovechar y pasar parte de la Feria, aunque eso sí, hace mucha calor», señaló Toñi a este periódico.

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Con energía apostaron por unas tapas de migas y morcilla. «Nos está gustando mucho la gastronomía, las migas de harina son diferentes a las que se hacen por nuestra zona, allí se hacen de pan y estas nunca las habíamos probado, son muy buenas», reconocieron. Por el contrario, la feria a ojo de los almerienses se palpaba diferente. La almeriense Maite iba con su niño de tres años y estaba esperando «a unas amigas a que se unan conmigo, pero solo estaremos un rato y nos vamos, porque los niños se agobian enseguida, no es lo mismo a cuándo eres joven que tienes esa libertad de disfrutar». El contraste lo puso el matrimonio de los jubilados Pepe y Chari vivía una feria «muy buena, hemos querido salir para despejarnos porque sino no salimos, lo mejor del mediodía son las tapicas de arroz y las migas».

Pese a que a primera hora del mediodía la música no era la misma en los diferentes chiringuitos, sobre las cuatro de la tarde todos coincidían en poner canciones de Los Chichos, David Bisbal e, incluso, a 'Paquito El Chocolatero'. Las principales calles de la capital se convirtieron en una fiesta donde los bailes impedían transitar a tus anchas. «No podíamos quedarnos en casa porque la feria de la noche casi que no la pisamos», reconoció Estefanía que «al día siguiente toca trabajar y preferimos estar de tardeo con los amigos que ir a las casetas de la noche».

Los veinteañeros Sara Becerra y su novio Juan, estaban tapeando y «disfrutando de unas buenas cañas» para «preparar el cuerpo para la noche, tenemos un concierto en una caseta y aprovechamos para divertirnos», indicó. Desde los bares hasta los ambigús, se demostró las diferentes formas de vivir la Feria del Mediodía. Y todos rindieron culto a la gastronomía almeriense.