La especie de cabras 'anti incendios' que vive en Almería
La blanca celtibérica, autóctona y en peligro de extinción, ayuda a mantener limpios los montes reduciendo el riesgo de fuegos a través del pastoreo sostenible
E. Gabriel Llanderas
Almería
Jueves, 18 de septiembre 2025, 13:01
Cada año se declaran numerosos incendios en distintas partes de España y Almería no es una excepción. Ante esta situación, surgen múltiples debates y propuestas ... sobre cómo prevenir estos desastres que arrasan con miles de hectáreas de monte. Sin embargo, lo que no todo el mundo conoce es que existe un aliado inesperado en la naturaleza almeriense. Se trata de una especie de cabra autóctona que, con su pastoreo, puede jugar un papel clave en la lucha contra el fuego.
El pastoreo con la cabra blanca celtibérica no solo mantiene viva una tradición ganadera centenaria, sino que también constituye una herramienta clave en la prevención de incendios. Estos animales colaboran de forma natural en la limpieza de cortafuegos y en el control del desarrollo de la vegetación, reduciendo así la acumulación de matorral y pasto seco que actúan como combustible en verano.
Una raza adaptada a terrenos extremos
Originaria de zonas abruptas y de difícil acceso, la cabra celtibérica ha demostrado una extraordinaria capacidad de adaptación a climas extremos y pastos pobres. Su presencia se extiende por diferentes provincias españolas, pero en Almería se concentra en lugares como San José, la Sierra de Gádor, Adra, Abla o Turre, donde forma parte del paisaje natural y rural.
En enclaves tan singulares como el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, no es raro ver a estas cabras pastando entre dunas, muy cerca de la costa y rondando los acantilados. Allí, de la mano de pastores, contribuyen a mantener viva la ganadería tradicional, pero también a generar un paisaje más seguro frente a los incendios forestales.
Una raza reconocida y protegida
Durante años, muchos rebaños fueron confundidos con cabras de raza blanca andaluza. Sin embargo, los estudios permitieron catalogarlas correctamente como cabra blanca celtibérica, lo que abrió la puerta a planes de protección genética promovidos por AGRACE (Asociación de Ganaderos de Raza Caprina Celtibérica). Hoy, esta especie está incluida en el catálogo de razas ganaderas en peligro de extinción en España.
Por todo ello, el valor de la cabra celtibérica va más allá del cultural o económico. Gracias a su papel en la gestión del territorio y la reducción del riesgo de incendios, se ha convertido en un ejemplo de cómo la ganadería extensiva puede ser parte de las soluciones sostenibles frente a los grandes retos medioambientales.
Las causas de las olas de incendios que cada verano golpean España son múltiples y varían según el territorio. Incluyen desde imprudencias humanas hasta la acumulación de biomasa o la falta de gestión forestal. Pero hay un factor común que cada vez pesa más y no es otro que el cambio climático, que multiplica las condiciones de riesgo y agrava las consecuencias.
En este contexto, toda ayuda es valiosa. Y ahí es donde entra en juego el papel silencioso pero eficaz de la cabra celtibérica, cuyo pastoreo contribuye a reducir la vegetación que sirve de combustible al fuego. Una labor que, aunque no resuelve por sí sola el problema, sí puede convertirse en un aliado natural para intentar que Almería y el resto de España pierdan menos hectáreas cada año bajo las llamas.
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