La escuela católica de Almería denuncia que padece una «persecución extrema»

La jornada comenzó con la acogida y recepción de los participantes. Tras la oración de invocación al Espíritu Santo, dirigida por el obispo diocesano monseñor González Montes, Juan Antonio Moya Sánchez, delegado episcopal de enseñanza, presentó el encuentro, comunicando que estaban presentes docentes de los colegios Amor de Dios, La Salle Virgen del Mar, La Salle Chocillas, La Milagrosa, El Milagro, Juan Pablo II, María Inmaculada, La Compañía de María, Stella Maris, Virgen de la Chanca, San Francisco, San Ildefonso y algunos profesores de religión de la escuela estatal.

El delegado insistió en la necesidad de fortalecer los vínculos de comunión y potenciar la identidad de aquellos que trabajan en los centros educativos de la iglesia. Seguidamente, el prelado almeriense tomó la palabra para comunicar que la escuela católica se encuentra en una encrucijada difícil, no sólo por «la persecución externa que padece», sino también porque algunos colegios «no cuidan suficientemente la formación en la fe, dejándose llevar acríticamente por ideologías ajenas al mensaje cristiano».

Tras la presentación, Monseñor Catalá Ibáñez, obispo de Málaga, pronunció la conferencia titulada 'Evangelización y escuela católica'. En su discurso, además de aclarar los términos y explicar el proceso de la evangelización, habló de la importancia de que la escuela católica sea verdaderamente evangelizadora, y subrayó, sobre todo, que la transmisión del evangelio ha de hacerse desde todas las áreas curriculares, tener por objeto la totalidad del alumnado y perseguir como meta la integración plena del discente en la vida de la comunidad cristiana, lo que exige del profesor «una identificación clara con el proyecto de enseñanza católico». Terminada la ponencia con el consiguiente turno de preguntas, y después de un momento de descanso, tuvo lugar la charla- concierto de Maite López Martínez que, entre canción y canción de su repertorio, iba hablando al auditorio sobre la importancia de la música en el desarrollo de la dimensión espiritual de la persona, no sólo porque conecta directamente con las emociones y los sentimientos, sino también porque tiene una enorme capacidad pedagógica y motivadora para el alumno, además de invitar a la trascendencia y moverse en un ámbito tan propio y característico de la escuela como es la cultura. El encuentro alcanzó su cumbre con la celebración de la Eucaristía, presidida por el obispo. La cantautora Maite López se unió a Marcelo Olima y Gerson Pérez, que se encargaron de los cantos litúrgicos de la Santa Misa.