El encuentro de una madre hecho cofradía

La meteorología parece que está respetando la Semana Santa después de la tristeza de la Estrella, el Domingo de Ramos, y el Jueves Santo amanece con un sol radiante. A las 18.45 horas, se abrieron las puertas de la parroquia de Ciudad Jardín para que la Ilustre y Muy Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Amargura y Santa Mujer Verónica iniciara su itinerario hacia la Catedral.

Nazarenos con túnica, antifaz, peto y capa morada comenzaron a salir a la plaza de España. La unificación general de hábitos para los tres pasos, que lucen el mismo modelo y color, este año incluyó 30 equipos más que acompañaron a sus titulares en la tarde del Jueves Santo, debido a la creciente solicitud de los hermanos para realizar la estación de penitencia.

Se oyó la voz de la capataz del paso de la Verónica, el primero de los tres de esta hermandad, Verónica Idáñez, al frente de una cuadrilla mixta de 40 jóvenes. Este paso recuerda el momento en que la mujer Verónica enjuga el rostro de Jesús, cuya santa faz queda impregnada en su pañuelo. Un pañuelo cuya pintura, estrenada en 2023, es obra de la artista malagueña Nathalie Reina Kramer. Este paso, llevado al estilo malagueño y con portadores a cara descubierta y perfectamente uniformados, fue seguido por la Agrupación Musical Estrella de Noalejo (Jaén).

La Marcha Real, interpretada por la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar de Huércal de Almería, anunció la salida del Nazareno de su parroquia. El Señor Nazareno del Encuentro vestía la túnica color grana bordada en hilo de oro, regalo por su 75º aniversario. Bajo el Señor, 35 costaleros lo llevaban bajo las órdenes de Francisco Javier Vargas, un cofrade joven pero clásico en el mundo del costal en la ciudad.

La Hermandad comenzó su recorrido hacia el centro de Almería. Tras los nazarenos, se vio la salida de las mantillas, un nutrido grupo de mujeres de todas las edades que acompañaban a la Señora de la Amargura.

Belén García Suanes, capataz de la Virgen, dirigió una salida esperada con ansias por su barrio. La Señora de la Amargura se acercó al dintel de la puerta, recibiendo aplausos al asomar a la calle, acompañada por los primeros sones de la Sociedad Musical Cultural de Alquife-Huéneja y la Agrupación Musical Nuestro Cristo de las Penas de Lanteira (ambas de Granada), que la acompañaron durante todo su recorrido.

El paso de la Señora de la Amargura lució numerosos estrenos, entre los que destacan los respiraderos plateados del palio (laterales, delantero y trasero) con sus característicos faldones azules, y un exorno floral en azul y blanco que resaltaba su armonía, al igual que las nuevas cuatro maniguetas.

La capataz del paso donó un llamador para el paso de la Señora, y esta lució un pañuelo donado por María José Roig y un rosario traído de Tierra Santa por el capataz del Nazareno.

Al llegar la noche del Jueves Santo, se produjo uno de los momentos álgidos de la Semana Santa. La plaza Eduardo Pérez se llenó de gente esperando el 'Encuentro', que da nombre a la hermandad. Una de las grandes bullas de nuestra Semana Santa volvía a repetirse como lleva décadas en el corazón de Almería. Desde las tres calles que convergen en la plaza, la Verónica, el Nazareno y la Amargura se encontraron cara a cara, en un momento especial y emocionante que contó con música de capilla y saetas, arropado por una gran cantidad de público.

A continuación, el cortejo se reorganizó rápidamente para continuar su itinerario hacia la S.A.I. Catedral de la Encarnación, con nazarenos, insignias y los tres pasos. Ya en la madrugada del Viernes Santo, los devotos esperaron a la hermandad en su barrio. Los tres pasos regresaron a su parroquia, donde sus vecinos los recibieron con alegría.