David Castilla Marín

Jugador de URA CLAN con Síndrome de Williams

«Cuando me dijeron que tenía el Síndrome de Williams, me quité un peso de encima»

David Castilla Marín (Almería, 1994) es un joven que desde que nació padece Síndrome de Williams, una condición que le cambió la vida, pero que no le impidió conformar a sus treinta años una gran cantidad de experiencias y sobreponerse a ello. Es uno de los jugadores de URA CLAN, equipo de rugby inclusivo con el que llegó a participar en el campeonato mundial de este deporte, además de aprovechar su tiempo libre con otros pasatiempos como tocar la guitarra española. Hace dos años, después de mucho estudio y esfuerzo consiguió sacarse además dos oposiciones.

–¿En qué consiste el Síndrome de Williams?

–Es una discapacidad que se produce al dividirse un cromosoma y lo tienes para toda la vida. Hay gente que está muy afectada. En mi caso no lo estoy tanto porque tengo un 34%, pero me quedo tal y como estoy, no puedo reducir ese porcentaje.

–¿Qué dificultades tiene en comparación con otra persona que no tenga su misma condición?

–Te cuenta más comprender ciertas cosas o estudiar. Vas un poco más lento con respecto de los demás, también en forma física. Para ponerse al nivel medio, hay que hacer un esfuerzo extra.

–Desde que nació, tus padres lo saben. ¿Lo aceptan?

–Ningún problema. De hecho, cuando me lo dijeron me quité un peso de encima porque me notaba diferente a los demás. No comprendía lo que me pasaba, pero cuando me dijeron que tenía el Síndrome de Williams, me junté con gente que tenía mí misma condición, me cambió para mejor.

–¿Cómo accedió a asociaciones de Síndrome de Williams y a dar conferencias?

–Siempre he estado moviéndome. Mis padres me han ayudado mucho, y poco a poco han salido estas ideas conforme he ido creciendo. Terminé la ESO, luego me puse a hacer electromecánica, un curso de informática, empecé a prepararme oposiciones e hice voluntariado en Aspapro (Asociación de Padres y Protectores de Personas con Discapacidad Intelectual).

–¿Qué labores hacía en Aspapro?

–Estuve cerca de dos años de voluntariado en esta organización. Salía con gente y le ayudaba a manejar el dinero, conversar con ellos porque así uno se siente menos solo y así los vas conociendo.

–También colabora con la revista de Síndrome de Williams España, que realizan una edición impresa anual. ¿Cómo surge el formar parte de este proyecto comunicativo?

–Me gusta escribir para revistas. Me lo pidieron en la asociación y una vez que empecé a conocer a la gente con mi discapacidad, he seguido. Es una forma para que la gente vea que se pueden lograr cosas a través del esfuerzo.

–Tu condición no le ha parado en busca de hacer actividades como el rugby, jugando en URA Clans e incluso llegando al campeonato mundial de este deporte. ¿En dónde se celebró?

–Fue en Cork (Irlanda) en el verano del año 2022 y estuvimos jugando allí durante el torneo. También asistí a un campeonato en Barcelona en el que quedamos terceros de España (el campeonato lo conformaron nueve equipos). Además, también he participado en varios torneos de playa como el de Adra y Pulpí, entre otros de la provincia.

–¿Cómo llegó al club almeriense?

–Empecé a entrenar hace cuatro o cinco años al rugby. Me comentaron que había un sitio con inclusión, que hacían el rugby como todos los demás. Solo que hay gente con discapacidad y gente sin discapacidad. Y al principio me daba un poco de miedo, pero empecé a ver los entrenamientos, me metí un poco y ya desde entonces no he parado de jugar al rugby. Me gusta mucho el trabajo en equipo que hay, el compañerismo, la adrenalina de los partidos y de disparar. Todo lo que sientes en los partidos. Muchas emociones.

–Aparte de jugar al rugby, ¿practica otro deporte?

–Sí, hago calistenia, que es ejercicio que se realiza con tu propio peso del cuerpo en las barras, que me hace sentirme bien y libre cuando lo practico.

–También toca la guitarra española, ¿cómo empezó?

–De chico, cuando estaba en primaria me apunté a clases particulares. He estado yendo hasta segundo de la ESO, hace ya un tiempo. En la actualidad, cuando puedo, toco algunas canciones más clásicas y navideñas.

–¿Qué significa para ti tocar la guitarra?

–Me hace sentirme bien, me gusta la música. Y las canciones me dan emociones cuando toco la guitarra, además de darme tranquilidad durante ese tiempo.

–¿Valoró seguir formándose a nivel académico?

–No, ya estoy trabajando de auxiliar administrativo y veo mi futuro muy asentado.

–Se sacó hace dos años dos oposiciones distintas y tuvo que elegir. ¿Cómo fue el proceso a la hora de sacar la plaza en una de ellas?

–Saqué una plaza como auxiliar administrativo en Almería y una de celador en Sevilla, de ésta última pedí excedencia. Me comentaron de prepararme unas oposiciones y empecé a estudiar en 2015. Me presenté dos o tres veces y me quedé muy justo para conseguir la plaza. Luego me presenté a auxiliar administrativo en 2017 y me salió mal, ya que no estaba muy motivado por aquella época. Y la siguiente vez estuve estudiando y ya en 2019 me presenté tanto de celador como de auxiliar administrativo. Aprobé y saqué plaza en las dos oposiciones en el mismo año, solo separado por dos meses de diferencia. Me decidí por auxiliar administrativo porque me gusta más el tema de estar registrando cosas en el ordenador y ver los pedidos, entre otros temas. Para mí es más entretenido. Más sencillo, pero te cansas igualmente. Y también porque era en Almería la plaza para así poder seguir estando con mi familia, amigos y con el rugby.

–Y para finalizar, ¿tiene alguna novedad por estos últimos tiempos?

–Sí. Recientemente me apunté a bailar bachata para así conocer gente nueva y aprender un poco de este estilo musical.

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